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Finalizó la temporada grande en Bogotá

Con una corrida de Icuasuco que mansurroneó y en la que sólo el rejoneador Juan Rafael Restrepo cortó una oreja se puso cerrojo final a la temporada taurina del país.

Hernán Miranda
23 de febrero de 2003

Terminó la temporada grande en Colombia que comenzó a mediados del mes de diciembre del año 2002 y que nos llevó a Cali, Cartagena, Manizales, Medellín, Duitama y Bogotá y en la que el nombre de César Rincón volvió a renacer como el ave Fénix, al ser el triunfador en varias de estas ferias y dejar su nombre catapultado para la temporada en España, en la que actuará en unas 50 corridas, de acuerdo con sus apoderados los hermanos Lozano.

En lo que concierne al ciclo taurino en la capital del país hay que felicitar a la Corporación Taurina de Bogotá porque confeccionó los mejores carteles de todas las ferias que se llevaron a cabo y el éxito fue rotundo mírese por donde se le mire: triunfo total en la parte artística en la que el maestro César Rincón volvió a demostrarles a los entendidos toda su sapiencia y toda su maestría por lo que su nombre tendrá que ser tenido en cuenta a la hora de confeccionar cualquier cartel ya sea en España, Francia. Portugal y México.

Lo mismo puede decirse de la parte económica ya que se registraron casi cuatro llenos por lo que sus directivos deben darse por bien satisfechos e ir ya adelantando lo que será la feria del año 2003.

En cuarto a la corrida con la que finalizó la temporada es poco lo que hay que escribir ya que los toros de Icuasuco no se prestaron para el lucimiento de los coletudos nacionales, ya que se rajaron después del tercio de pica. Tan solo el rejoneador Juan Rafael Restrepo cortó una oreja luego de una faena muy entonada y templada en la cual se lució con las banderillas y los rejones de castigo. Muy bien por Juan Rafael, quien tiene una de las mejores cuadras de caballos en los que sobresalió Bumerang.

En cuanto a los de a pie se destacaron unos naturales por parte de Ramiro Cadena que fueron muy templados y hondos, pero que no pudo refrendar con las espada.

El sogamoseño César Camacho no estuvo en su tarde por lo que fue abucheado por cierto sector del público que "se metió" con el matador, creemos que de una manera injusta. Silencio y los tres avisos en sus dos ejemplares. El bogotano Pepe Manrique estuvo muy centrado con sus dos enemigos y dejó sentado que se encuentra atravesando por uno de los mejores momentos de su carrera, Se le vio muy torero y con mucho sitio.

Para finalizar la Undetoc anuncia un ciclo de novilladas con el auspicio de los ganaderos y la Corporación Taurina de Bogotá para los meses de julio y agosto en el que habrá un intercambio con novilleros de España, Francia y México.