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"Hay que hacerle frente a la propuesta autoritaria de Uribe"

El senador Carlos Gaviria estuvo de gira por Europa. Habló con Luisa Fernanda Velásquez sobre lo divino y lo humano.

Luisa Fernanda Velásquez Convers*
9 de mayo de 2005

El senador Carlos Gaviria Díaz, visitó Europa para mostrar la situación actual de Colombia, para dar a conocer, como él mismo lo manifiesta, la versión "no oficial" de lo que ocurre en el país. Estuvo en Madrid, Bruselas y Londres entre otras. En Bruselas atendió diferentes compromisos: El 27 de abril en el Parlamento Europeo, miembros de los diversos grupos políticos escucharon importantes críticas al gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, y la necesidad que tiene el actual senador y posible candidato a la presidencia de Colombia, de "democratizar el país". Gaviria se reunió con dirigentes de la Internacional Demócrata-Cristiana, el partido Ecolo y el Partido Socialista Belga. Además destacó la difícil situación económica por la atraviesa el país y la represión contra el movimiento social en Colombia. Más tarde, en una conferencia-debate dictada en la Universidad Libre de Bruselas, Gaviria Díaz en compañía del presidente de la Organización Indígena de Antioquia Abadio Green, expuso los argumentos por los cuales él cree que el país está volviendo a la constitución de 1886 en la que no se reconocían los derechos de los indígenas. Por su parte el presidente de la OIA aseguró que el Álvaro Uribe le estaba mintiendo al país y al mundo al asegurar que en Colombia no había conflicto armado y resaltó que las comunidades indígenas vivían desde hace 500 años en una situación de guerra y confrontación. La periodista Luisa Fernanda Velásquez Convers habló con el Senador. Luisa Fernanda Velásquez: ¿Cuál es el motivo de su visita al Parlamento Europeo y cómo analiza los resultados de esta visita? Carlos Gaviria Díaz: Algunos miembros del Parlamento de distintos sectores de la izquierda me invitaron a que hiciera una exposición sobre la manera cómo desde la oposición se ve al gobierno de Uribe y al país. Yo creo que es muy importante que se difunda en el exterior no únicamente la visión oficial de lo que ocurre en el país sino una perspectiva distinta desde los sectores de oposición y específicamente de la izquierda democrática. L.F.V.: ¿Cree usted que el país está preparado para un gobierno de izquierda? C.G.V.: El país debe estar preparado para democratizarse más y nosotros lo que estamos proponiendo es justamente eso: la construcción de una democracia. Porque la democracia en Colombia es bastante precaria y en el discurso oficial aparece como una democracia muy sólida, muy consolidada y resulta que los espacios democráticos son cada vez más reducidos y especialmente frente a una propuesta autoritaria como la del Dr. Uribe. Es necesario rescatar y construir esos espacios para que la sociedad colombiana, que es una sociedad aún bastante cerrada, se abra a nuevos horizontes. L.F.V.: ¿Considera Usted que el "ruido" que hay al rededor acerca del fallo de la Corte Constitucional sobre la reelección es inconveniente? Es decir: ¿será que este fallo estará mediado por las presiones que de uno u otro lado están planteando los analistas sobre el tema? C.G.D.: Yo creo que es inevitable lo que usted llama el ruido. La opinión pública se pronuncia desde muchos sectores. La prensa espera también con mucha ansiedad el fallo y hace sus propios pronósticos. Eso es inevitable. Lo que hay que esperar es que la Corte mantenga la independencia que hasta ahora ha mantenido. Yo creo que va a mantenerla y va a ratificar la credibilidad de una institución que me parece que es, si no la más, una de las instituciones más confiables que hay en el país. L.F.V.: Pareciera que hay una demora en hacer una reforma política por parte del Congreso con miras a enfrentar el fenómeno de la reelección. ¿A qué atribuye usted esta demora? C.G.D.: Eso sí me parece bastante sintomático porque en el periodo pasado en la misma semana en que terminó de cursar el proceso del acto legislativo que permitía la reelección, se discutía en la Comisión Primera del Senado un proyecto de ley estatutaria de garantías a la oposición y deliberadamente se deshizo el quórum, lo que significaba que la bancada que apoya el gobierno no tenía ningún interés en que ese tipo de ley se aprobara. En este momento está ocurriendo algo similar: creo que corremos el riesgo de que sea o el Presidente de la República o el Consejo de Estado quienes vayan a reglamentar el acto legislativo de la reelección. Especialmente me parece inconveniente que el gobierno fuera a hacerlo; pero si es el Consejo de Estado quien lo hace, me parece que es inconveniente atribuirle a una entidad que tiene fundamentalmente funciones jurisdiccionales semejante responsabilidad y sobre todo que se crea una situación bastante gris porque no se sabe si ese acto producido por el Consejo de Estado estaría o no sometido al control de la Corte Constitucional. A mi juicio debe estarlo, pero el sólo hecho de que la duda quede flotando me parece sumamente peligroso. L.F.V.: ¿Fallará la Corte Constitucional teniendo en cuenta los aspectos forma o los aspectos de fondo sobre la ley que determina la reelección presidencial? C.G.D.: Yo pienso que hay irregularidades en el trámite, pero es la Corte Constitucional la que debe determinar si esas irregularidades de trámite vician de inconstitucionalidad el proyecto. En cuanto a las consideraciones que pueda hacer la Corte sobre el contenido, fue ella misma la que al revisar la ley de convocación al referendo estableció una doctrina según la cual el constituyente delegado no puede reformar la constitución en cualquier materia. Cuando las reformas son muy significativas, la competencia le corresponde al constituyente primario. Si el acto legislativo que fue expedido por el Congreso a propósito de la reelección es o no una reforma sustancial, si varía la fisonomía del Estado, es la Corte Constitucional la que debe determinarlo. Pero en todo caso hay fundamentos tanto de forma como de contenido para que pueda darse un fallo de inconstitucionalidad. L.F.V.: Los uribistas consideran que la reelección es indispensable para que el proceso de desmovilización llegue a feliz término, porque supuestamente el modelo va a funcionar. ¿Usted qué opina al respecto? C.G.D.: A mí me parece muy peligroso ese brote de mesianismo que hay en el país. Yo creo que los programas no son de personas sino de partidos o movimientos políticos que deben contar con dirigentes suficientemente capaces como para asumir las más altas responsabilidades del Estado. Creo que la esperanza de que la paz se encontrara por la vía que había señalado el presidente Uribe se está esfumando de manera significativa, especialmente con las últimas incursiones de las FARC, que desde luego son devastadoras, pero que ponen simultáneamente en tela de juicio la eficacia de la política de seguridad democrática. Usted fue profesor universitario de Álvaro Uribe, y aunque es muy normal que haya diferencias entre alumno y profesor, la diferencia ideológica entre ustedes dos es abismal. ¿A que considera usted que esto se debe? C.G.D.: Puede enseñarse una materia, pero las actitudes ideológicas no se enseñan. Las actitudes ideológicas están condicionadas por otro tipo de factores. Efectivamente el actual presidente fue mi discípulo en la Universidad de Antioquia. Fue un buen discípulo, un buen estudiante, mantuvimos muy buenas relaciones a pesar de que ambos teníamos ya orientaciones ideológicas bastante diferentes. Sin embargo, el presidente Uribe antes de llegar a la presidencia, en muchos escenarios y en entrevistas para muchos medios dijo que él había aprendió de mí el Estado de Derecho. Me parece que ese compromiso del doctor Uribe con el Estado de Derecho infortunadamente se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. El poder naturalmente tiene una vocación autoritaria tal, que el apego a su ejercicio hace olvidar las limitaciones dentro de las cuales debe ser ejercido. Y esto ha sido muy notorio especialmente en el caso del doctor Uribe. L.F.V.: ¿Qué debe hacer el país para empezar a resolver los problemas tan graves de índole social económica y política que lo aquejan? C.G.D.: Yo creo que hay una responsabilidad muy especial en el gobierno. No digo únicamente en este gobierno, sino en cualquiera. Pero se ha perdido de vista un objetivo que me parece que sería esencial: creo que ningún gobierno se ha propuesto como objetivo principal terminar o disminuir severamente la pobreza o terminar con la distribución tan inequitativa de la riqueza que hay en el país. Me paree que esa sería la manera de atacar las raíces de los males que vivimos desde hace mucho tiempo y que apenas están siendo atacados en su manera más superficial L.F.V.: ¿Cómo ve el panorama político del país con miras a las próximas elecciones? C.G.D.:Lo veo todavía muy incierto porque el escenario que vamos a enfrentar es muy distinto si la corte declara constitucional el acto legislativo que permite la reelección, al escenario que se seguiría si la declara inconstitucional. De todas maneras las personas, los movimientos y los sectores políticos que no comparten la propuesta del gobierno tienen que prepararse para hacerle frente a esa propuesta autoritaria encarnada en el doctor Uribe o en algún otro político que represente esa propuesta. Me parece que hay muchas personas que pueden asumir ese papel y de todos modos es necesario enfrentar esa propuesta con una propuesta democrática sustentada en un programa sólido alternativo y con un amplio respaldo popular L.F.V.:¿Será usted el candidato a la presidencia por su partido? C.G.D.: No. Yo estoy simplemente jugando un papel en este momento que pudiéramos llamar de convocación a la unidad. Creo que es necesario que los sectores democráticos del país se unifiquen para hacerle frente a esa propuesta, pero eso puede ocurrir bien en torno a mi nombre o en torno al de muchas otras personas capaces de enarbolar esa bandera. * Periodista colombiana residente en Bruselas.