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Jóvenes desplazados viven en condiciones deplorables

Jueves 24, 8:15 horas. Durante el Foro Juventud y Conflicto Armado, realizado ayer en Bogotá, se puso en evidencia la falta de voluntad de cerca de 800 mil jóvenes desplazados para volver a sus regiones por falta de garantías.

21 de julio de 2003

Las condiciones de vida en las ciudades son deplorables, pues la población desplazada, que está entre 15 y 25 años, vive con un promedio de tres mil pesos diarios, y conviven el analfabetismo y los altos índices de enfermedades. Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), cerca de 30 mil jóvenes desplazados están judicializados por robo, hurto y estafa, y dos mil ya fueron condenados por esos delitos. De los 800 mil jóvenes 500 mil son mujeres, 100 mil no existen para el Estado por no estar registrados y otros 100 mil son analfabetas. Algunos tienen como motivo para no volver, que en las ciudades las expectativas para estudiar son más abiertas, lo que no ocurre en sus regiones donde pueden hacer algunas veces hasta noveno grado. Entre las soluciones propuestas por expertos e investigadores, está como indispensable que el Estado vuelva su mirada sobre el campo para hacerlo atrayente y confiable. Sin embargo, este es un proceso que puede llevar mucho tiempo para lo que según monseñor Héctor Henáo, investigador en el tema, se deben ofrecer condiciones aceptables en las ciudades. Otro de los puntos en que coinciden estudiosos del fenómeno, es la importancia de no obligar a los desplazados a volver a sus regiones mientras no exista voluntad y las garantías necesarias para hacerlo, y por ende crear una política que garantice los derechos básicos ya sea durante su permanencia en la ciudad y como garantía para volver al campo. Además se debe incentivar y enseñar a los jóvenes a crear y sostener pequeñas empresas, mediante capacitación y acompañamiento para el sostenimiento de sus productos. También se evidenció la necesidad de crear una entidad que coordine acciones en favor de esta población, pues según el viceministro de defensa, Andrés Peñate, los recursos existen pero están divididos entre los ministerios de Defensa e interior y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.