Las Empresas Municipales de Cali podrían salvarse.

Del fondo se beneficiarán los usuarios, el sindicato, la nación y la junta directiva de Emcali.

Sin embargo continúan los roces entre ambas partes. El jueves, el gobierno y el sindicato volverán a reunirse para discutir el último punto por negociar: pensiones y jubilaciones. Es en éste en el que se pueden presentar los enfrentamientos, pues ayer los trabajadores marcharon por la vía principal de Cali para anunciar que no entregarían un solo punto más de su convención.

Desde el pasado 10 de marzo el Presidente Álvaro Uribe les dijo que revisaran su convención y 14 días más tarde Sintraemcali le contestó que aportarían 20.000 millones de pesos anuales. Así mismo, señalaron que estaban dispuestos a bajar sus auxilios de transporte, las becas, la dotación, entregarían cuatro de los 30 días de su prima de vacaciones y la prima extra de mayo que es de 11 días. Los jubilados por su parte, cederían la única prima extra que reciben.

Pero no fue suficiente para el gobierno. Entonces Sintraemcali ofreció entonces entregar 25.000 millones de pesos anuales de su convención.

El problema de la empresa inició hace tres años cuando fue intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos. Aún no se sabe qué pasará con ella. El Presidente ha insistido en que la reestructuración debe ser a fondo. En Cali siempre dejó en claro que si eso no era posible se liquidaría, pero con el compromiso de que la nueva empresa naciera como industrial y comercial del Estado.

Reestructurada o no, se pondría en marcha el fondo de capitalización social sobre el que se llegó a un acuerdo esta madrugada.

A la fecha Emcali cuenta con 3.274 jubilados y durante el año 2002 se les pagaron 90.000 millones de pesos, donde 79.000 millones corresponden a mesadas pensionales y 11.000 millones a beneficios otorgados por la convención colectiva de trabajo.

Sus activos suman 5,3 billones de pesos, los pasivos 2,5 billones y arrastra un déficit de tesorería de 600.000 millones. La cartera bordea el 50 por ciento de sus ingresos netos, la deuda el 150 por ciento y los gastos superan el 40 por ciento.