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columna del lector

Las Farc se ensañan contra una familia y contra un pueblo

Erwin Vargas, estudiante de periodismo, dice que la sevicia, la crueldad y el irrespeto a la persona humana, es lo que denota el cruel tratamiento que las Farc impusieron a la familia Lozada Polanco

Erwin Vargas
12 de febrero de 2006

El secuestro que sufre doña Gloria Polanco desde hace cinco años; el secuestro de dos de sus hijos cuya libertad pagó esta honorable familia; quedando casi en la ruina.

El inhumano drama continúa con el asesinato del padre y jefe del respetable hogar, el señor Jaime Lozada, quien a consecuencia de la penuria económica en que quedo después de rescatar a su hijos, no pudo seguir pagando las exorbitantes cuotas pedidas por las Farc para el rescate de su esposa, lo que originó, en el parecer de muchos, la furia homicida de los terroristas.

Aunque algunos medios de comunicación digan que el motivo de los asesinos de las Farc era desacreditar la Política de Seguridad Democrática del presidente Álvaro Uribe, en el concepto del pueblo permanece que fue por plata. A estos criminales, en últimas, sólo les interesa el dinero que le puedan sacar a humildes y acaudalados.

¿Qué clase de gente son las Farc que creen que con ese atroz modo de obrar representan al pueblo colombiano, como pretenden hacerlo creer a los incautos que encuentran en algún rincón del mundo?.

Lo cierto es que desde el día en que la esposa de Jaime Lozada, Gloria Polanco, y sus dos hijos mayores fueron sacados de su apartamento en Neiva, esta familia quedó marcada por la maldad de las Farc. La intransigencia, la crueldad, el cinismo y la cobardía propias de este grupo se ensañaron contra una familia y contra todo un pueblo.