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Mezquindad de gobierno y empresarios impidieron acuerdo sobre salario mínimo

Punto de vista de la Central Unitaria de Trabajadores sobre el rompimiento de las negociaciones sobre el salario mínimo, que ahora será expedido por decreto.

Carlos Rodríguez Díaz
12 de diciembre de 2004

Los trabajadores colombianos manifestamos al país la importancia que tiene un acuerdo digno, a propósito de la discusión del salario mínimo, pero lamentablemente el egoísmo de Gobierno y empresarios impidieron la concertación del mismo, a pesar de la actitud mesurada de los representantes de los trabajadores y pensionados.

Es importante que la opinión pública tenga en cuenta que la petición de las centrales de trabajadores y la CPC, fue de un 8% que equivale al incremento de 28.640 pesos mensuales, o sea 954 pesos diarios, con lo cual el nuevo salario mínimo quedaría en 386.640 pesos mensuales, mientras que el costo de la canasta familiar para el estrato bajo, se ubica en aproximadamente 800 mil pesos mensuales.

La posición del Gobierno y los empresarios resulta absolutamente inaceptable para el movimiento sindical, si tenemos en cuenta que el ofrecimiento del 6.3% no refleja en lo más mínimo una actitud tendiente a la negociación, sino más bien la tendencia es a la polarización y la pauperización de las condiciones de vida de los trabajadores, que infortunadamente se ven obligados a sobrevivir con el salario mínimo legal, mientras los empresarios reciben jugosas ganancias.

Tal vez sea importante para los distintos sectores de opinión en nuestro país, que la diferencia en el incremento salarial es de tan sólo 203 pesos diarios, lo que demuestra el egoísmo de quienes tienen en sus manos la posibilidad de acceder a una petición tan paupérrima.

Igualmente, las centrales obreras y la Confederación de Pensionados de Colombia, aglutinadas en el Comando Nacional Unitario, fuimos enfáticas en solicitar medidas colaterales para proteger tanto el salario mínimo legal, como el ingreso de toda la población colombiana, por ello, insistimos hasta el cansancio sobre la urgente necesidad de congelar las tarifas de los servicios públicos, los alimentos de consumo masivo, los medicamentos, la canasta educativa y, naturalmente, los precios de los combustibles, ya que el Gobierno anuncia alzas para el próximo año de éstos últimos en un 25%, lo cual constituye una profunda inmoralidad, que mientras de un lado habla de incrementos del 6%, del otro, apunta a la especulación y el cumplimiento servil a los dictámenes de la banca multilateral de crédito.

Ligado a lo anterior, denunciamos al país, que según cifras del gobierno, el 42% de los trabajadores ocupados en Colombia están por debajo del salario mínimo legal, lo que constituye una afrenta a la dignidad laboral. Así mismo, por la política de aniquilamiento del movimiento sindical, entre otras, nos corresponden hacer un llamado a prepararnos para la movilización social, civilista y democrática, que intensificaremos en el 2005.

* Presidente CUT