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Mucha tensión en segundo debate

Alianza BBC
8 de octubre de 2008

 A pesar de que los candidatos trataron de bromear con los asistentes, la relación entre ambos era claramente tensa y no se dieron un respiro.

McCain atacó a Obama por supuestamente querer subir los impuestos, mientras que el senador de Illinois aseguró que él realizará una rebaja impositiva al 95% de la clase trabajadora.

"Estamos en la peor crisis financiera desde la Gran Depresión y muchos de ustedes, pienso, están preocupados por sus trabajos, sus pensiones, su cuentas de jubilación", aseveró Obama.

El senador de Arizona, sin embargo, se mostró poco convencido: "precisar las diversas propuestas en impuestos del senador Obama es como clavar gelatina a la muralla".

Millones de preguntas
Los candidatos estuvieron rodeados por 80 electores indecisos del estado de Tennessee que fueron elegidos por la encuestadora Gallup.

Algunos de ellos pudieron hacer preguntas sobre energía y salud, pero también se recibieron millones de propuestas por internet.

El moderador Tom Brokaw eligió los temas para intentar incluir no sólo la economía sino, además, temas de política exterior.

Estos fueron, específicamente, las guerras en Irak y Afganistán y las amenazas que podrían proceder de parte de Irán, Rusia, Corea del Norte y ataques terroristas.

En este campo, McCain trató de enfatizar su experiencia y criticó a Obama por oponerse a la política de intensificación de los operativos en Irak y el envío de más tropas, acusándolo que no tener el conocimiento ni el criterio para ser comandante en jefe.

"El Sr. Obama traería a nuestras tropas de Irak derrotadas, yo las traería a casa envueltas en honor", aseguró el candidato republicano.

El senador de Illinois, sin embargo, no se dejó apantallar y contestó la cachetada con un golpe certero.

"En el último debate usted insistió en que yo no entiendo, que yo no sé. Y tiene razón. Lo que yo no entiendo es como fue que terminamos invadiendo un país que no tenía nada que ver con el 9-11 cuando Al Qaeda se nos escapaba en Afganistán", subrayó.
 
Corazones esquivos

Pero, ¿quién logró conquistar el corazón de los indecisos, quienes tienen la llave de la Casa Blanca el 4 de noviembre?

Si analizamos el resultado por el lenguaje corporal, parece que Obama salió beneficiado. Mientras el senador de Illinois se sentó cómodamente durante el debate, McCain tuvo que permanecer el mayor tiempo parado porque los pies le colgaban al sentarse en el taburete.

Sin embargo es difícil saber que dicen los indecisos. Ambas campañas pidieron a los 80 participantes que no hablaran con los medios de comunicación.

Los portavoces, mientras tanto, insistieron en darle la victoria a sus candidatos.
El estratega republicano Frank Donatelli opinó que McCain había tranquilizado a los electores con un mensaje claro y concreto sobre la economía: "bajos impuestos, control de gastos y poca participación del gobierno".

Para los demócratas, sin embargo, lo importante fue que Obama mostró ser "presidenciable" en todos los temas y no dejaron de criticar al republicano.

"Creo que es muy curioso que McCain no sacara a relucir los ataques personales que su campaña ha utilizado en estos últimos días", señaló el jefe de campaña de Obama, David Plouffe.

"Yo creo que ese silencio dice más que mil palabras", agregó.

Los republicanos, efectivamente, intensificaron los ataques hacia el candidato demócrata preocupados por la ventaja que Obama logró consolidar en las últimas encuestas. Por eso este debate era una oportunidad para McCain de cambiar esta tendencia.

Sin embargo, según las encuestas de CNN y de CBS, no logró su objetivo ya que Obama fue el claro ganador del encuentro.

Ahora habrá que esperar al escuchar el tercer y último debate que tendrá lugar el próximo 15 de octubre en la Universidad Hofstra, en el estado de Nueva York.