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columna del lector

No más olvido

Miércoles 12. La falta de suministro del agua potable en la capital del Chocó es el preámbulo para una crisis sanitaria sin precedentes, escribe el periodista chocoano Alejo Restrepo, quien además le exige al gobierno que cumpla con lo que prometió hace 17 años.

Alejo Restrepo Mosquera*
9 de enero de 2005

El Chocó es una tierra de grandes contrastes: es una de las regiones mas lluviosas del mundo y no dispone de un acueducto. La razón es la falta de voluntad política e incapacidad de su dirigencia local para viabilizar el diseño y construcción de esta obra de saneamiento básico tan prioritaria para la comunidad. No hay derecho que en pleno siglo XXI, donde la mayoría de los problemas que aquejan a Colombia son de otra índole, haya una ciudad que no dispone de un acueducto con agua potable. Hace mas de dos meses no llega una gota de agua y a la fecha no se vislumbra una solución definitiva que le permita tener a los quibdoseños una mejor calidad de vida y por ende evitar las múltiples enfermedades que vienen afectando especialmente a niños y adultos. Por no haber existido nunca en nuestro medio un acueducto con buena cobertura y que preste un servicio minimamente aceptable, se ha generalizado la cultura del aprovechamiento de las aguas lluvias con el fin de tener una solución temporal y no definitiva a esta falencia. Por eso son comunes los recipientes de todo tamaño en las patios de las viviendas, depósitos subterráneos, tanques elevados de concreto y de plásticos. Pero mientras tanto, en las temporadas de verano la falta de agua se agudiza seriamente, llegándose a hacer uso de vehículos cisterna para transportar agua a las viviendas o, inclusive, irse a la playas del río Atrato para remediar la falta de tan vital liquido. Gracias a Dios nunca nos hemos visto abocados a una emergencia sanitaria de grandes proporciones, debido a las bondades que brinda la naturaleza con las lluvias y pocas veces se ha presentado un verano demasiado largo. Pero el problema está ahí y tiene su trasfondo en las crisis administrativas de la Empresa Municipales de Quibdó, patentizada por los malos manejos de sus administradores de turno, la politiquería, problemas financieros, nulo mantenimiento de los equipos, poca cobertura, mala prestación del servicio de agua y aseo y la falta del pago por parte de la empresa de sus compromisos laborales de hasta 12 meses de sueldos con sus empleados. Esos factores la convirtieron en una empresa inviable económicamente y moribunda, cerca de ser intervenida y liquidada. Ante la situación planteada, se requiere que la ciudadanía rompa con el excesivo conformismo en que ha venido sumida y reclame urgentemente al gobierno local y nacional a través del Ministerio de Desarrollo Económico los estudios de prefactivilidad y factibilidad del proyecto de acueducto por gravedad del río la Playa y el pronto desembolso de los recursos necesarios que permitan la construcción de esta obra. No debemos permitir mas dilaciones por parte del gobierno Nacional, ya que esta obra fue una conquista del pueblo chocoano tras un paro cívico en 1987, que costó vidas humanas. En ese entonces, el gobierno se comprometió a construir un acueducto por gravedad, ya que por referencias históricas a nuestras autoridades locales desde hace varias décadas este problema les quedo grande. Además se requiere que dicho acueducto sea operado por una empresa de carácter oficial y no por operadores particulares, debido a las condiciones socio económicas de sus habitantes, la privatización incrementaría excesivamente las tarifas del acueducto al cien por ciento y la comunidad, no tendrían la capacidad económica para cancelarlos y por ende no se vuelva repetir la misma historia, de lo que viene ocurriendo con la privatización del fluido eléctrico. El Chocó no carece de agua, lo que le falta es una dirigencia, capaz de quitarle la sed y a un pueblo que tarde o temprano tendrá que despertar. * Periodista chocoano