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¿Nueva opción de poder?

Si juega bien sus cartas, este año será de la izquierda. Columna del académico Alejo Vargas.

Alejo Vargas Velásquez*
28 de febrero de 2005

Este año se iniciará el proceso de unidad de la izquierda democrática, con la propuesta en esa dirección planteada por el Polo Democrático Independiente (PDI) y respondida de manera positiva por Alternativa Democrática. El camino a recorrer pasa por el proceso de selección de un candidato presidencial único entre los pre-candidatos de las dos fuerzas, a través de una novedosa consulta directa regionalizada, de tal manera que regionalmente se puedan difundir, conocer y debatir los planteamientos de los candidatos -tienen opciones presidenciales tan importantes como las que encarnan los senadores Antonio Navarro, Carlos Gaviria o Samuel Moreno, entre otros-. Igualmente, definir el procedimiento para la escogencia de listas únicas a Senado y a la Cámara por las diferentes circunscripciones y definir procedimientos para avanzar hacia una estructura organizativa única y flexible. Y por supuesto, unos acuerdos programáticos básicos pero muy sólidos que le definan su perfil político. El PDI y Alternativa Democrática ya tuvieron resultados electorales importantes en las últimas elecciones regionales y locales con triunfos tan significativos como la elección del Alcalde de Bogotá o el Gobernador del Valle, entre otros, y cuentan con una importante bancada parlamentaria.

La política colombiana, monopolizada históricamente por el bipartidismo liberal-conservador, comenzó hace varios años a ver en escena a los llamados movimientos independientes, que se definían más por lo que no querían representar que por una propuesta clara. Igualmente, siempre ha existido un sector de opinión política que se reclama de izquierda y en esta franja se dieron coaliciones electorales de diverso tipo pero siempre transitorias. Para el momento político colombiano, es absolutamente necesario que se consolide una propuesta política de izquierda democrática, que se posicione como alternativa de gobierno (como en Brasil o Uruguay en Suramérica), no simplemente una tradicional coalición electoral que desaparezca con la misma velocidad con que finaliza el proceso electoral. Se requiere consolidar una izquierda democrática que deje de ser electoralmente marginal, y que se piense como una opción creíble de gobierno, para ello es fundamental marcar una clara distancia del uso de la violencia para conseguir objetivos políticos y en esto no puede haber mensajes equívocos para nadie y que apueste más al futuro que comprometerse con el pasado.

La tarea de la izquierda democrática hoy es la de ser la abanderada de un proyecto moderno para la sociedad colombiana del nuevo siglo, una sociedad predominantemente urbana. La apuesta básica que debe hacer esta fuerza política es formular una propuesta de solidaridad social, de oportunidades similares, de justicia y equidad. Esto significa una alternativa seria y creíble, por lo menos en los siguientes campos: 1) la vigencia y fortalecimiento de la democracia colombiana; 2) estabilidad institucional, lo que implica una estrategia clara y viable para superar políticamente el conflicto interno armado; 3) reglas del juego para el crecimiento económico acompañado con mecanismos claros de redistribución social; 4) una política exterior integracionista, seria, autónoma y que privilegie los beneficios nacionales.

Este proceso unitario de la izquierda va suscitar grandes entusiasmos y a configurar una alternativa moderna que no sólo se inscriba en las tendencias integracionistas latinoamericanas, sino que sea una opción clara para superar la confrontación interna armada, desde un Estado fortalecido y legitimado democráticamente. La consecución de la paz con la guerrilla, muy probablemente, pasa por la existencia de una proyecto político de izquierda que desde el poder sea capaz de formular una propuesta creíble de reformas que hagan inútil e injustificable el uso de la violencia por los actores guerrilleros.

La democracia colombiana necesita fuerzas políticas serias que expresen las distintas opiniones del espectro político: la derecha por los partidos uribistas, el centro ocupado por el Partido Liberal y la izquierda que está consolidándose.

* Profesor Universidad Nacional