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Papa en visita a Washington pidió a los hispanos superar el pesimismo

17 de abril de 2008

WASHINGTON (AP) _ El papa Benedicto XVI pidió el jueves a los hispanos que viven en Estados Unidos que "no se dejen vencer por el pesimismo" y que se mantengan firmes en su fe para superar "un mundo muchas veces marcado por divisiones y enfrentamientos".

"La iglesia en los Estados Unidos, acogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad de la fe de los creyentes de lengua española", dijo.

El sumo pontífice habló en español en una parte de su homilía durante su primera misa pública en su actual visita a Estados Unidos, celebrada en el estadio de los Nacionales, un equipo de béisbol de la capital estadounidense.

Unas 46.000 personas estuvieron presentes pero la demanda de entradas era más del doble, dijeron los organizadores.

Benedicto XVI , quien luego irá a Nueva York para completar una visita de cinco días, hizo referencia, en su tercer día de visita, a los escándalos por abuso sexual en que se ha visto envuelta la iglesia católica estadounidense.

"Ninguna palabra mía podría describir el dolor y daño infligido por esos abusos", dijo a los feligreses que en ese país son 65 millones, aunque no son la mayoría.

Los escándalos de abuso sexual de algunos clérigos le han costado a la iglesia unos 2.000 millones de dólares en gastos y arreglos en la Corte y llevado a la quiebra a seis arquidiócesis.
Benedicto XVI pidió reconciliación y ayuda para las víctimas de lo que calificó como "una profunda vergüenza", mientras se reunió con varios obispos.

Elogió a Estados Unidos como tierra de oportunidades y esperanza, pero lamentó que la promesa que representa esta nación no se haya cumplido por completo con los indios y los negros.

"Los estadounidenses siempre han sido un pueblo de esperanza", dijo. "Vuestros antecesores vinieron a este país con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades de libertad y oportunidad".

"Pero esa promesa no fue experimentada por todos en esa tierra: uno piensa en las injusticias que enfrentaron los pueblos nativos y aquellos que fueron traídos por la fuerza del Africa como esclavos", agregó.
Luego, el pontífice dijo en español: "Queridos hermanos y hermanos de lengua española", y una ovación rompió la solemnidad de la misa en el escenario deportivo.

"Deseo saludarles con las mismas palabras que Cristo resucitado dirigió a los apóstoles: Paz a ustedes".

Benedicto XVI no hizo referencia a las dificultades de los millones de inmigrantes hispanos indocumentados y la polarización política que el debate sobre su presencia ha creado en el país, pero les pidió que "no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o los problemas".

"Antes bien, fieles al compromiso que adquirieron en su bautismo se profundicen cada día en el conocimiento de Cristo y admitan que vuestro corazón quiere conquistar con su amor y su perdón", dijo.
El Papa pidió a los hispanos que sean "sembradores de la esperanza" y a "continuar contribuyendo al futuro de la iglesia en este país y a la difusión del evangelio".

"Todos están unidos a Cristo y entre ustedes su testimonio evangelizador será creíble y florecerá en copiosos frutos, paz y reconciliación en medio de un mundo muchas veces marcado por divisiones y enfrentamientos", dijo.

"La iglesia espera mucho de ustedes, no la defrauden en su donación generosa: Lo que han recibido gratis, denlo gratis", agregó.
Las palabras del Papa no han sido, sin embargo, las únicas pronunciadas en español durante la misa. La primera lectura, del Libro de los Hechos de los Apóstoles, se hizo en castellano.

Igualmente, hubo una interpretación del folclore latinoamericano y después de la comunión el tenor español Plácido Domingo cantó. A pedido del pontífice, se acercó a éste para recibir de rodillas su bendición.

Al concluir la misa de dos horas, Benedicto bendijo a la multitud que le aclamaba, con algunos de los presentes agitando banderas del Vaticano.

Mientras miles de feligreses se esforzaban por tomarle la mano o tocar su vestimenta, los guardaespaldas que le resguardaban se mantenían apostados en sus flancos y despejaban el camino a su salida.

Algunos legisladores que defienden el derecho al aborto estuvieron presentes en la misa, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el senador John Kerry, un ex candidato presidencial demócrata de 2004. Varios obispos pusieron en duda si Kerry debería comulgar, debido a su posición a favor del aborto.

Kerry, que recibió la comunión de un sacerdote alejado del estrado papal, señaló que no creía que el mensaje del pontífice tuviese ninguna influencia en la campaña presidencial. "No tiene nada que ver con la política", afirmó a ac