Queda un debate para que la reforma política sea aprobada.

De ser ratificada, en el país se establecería el voto preferente con lista única, umbral y cifra repartidora, lo que representa una tajante modificación del sistema electoral colombiano, en la que los partidos deberán organizarse de tal manera que para las elecciones de corporaciones tendrán que presentar listas únicas por un número igual a las curules a proveer y los electores votarían por el renglón de su preferencia.

En el ambiente político se considera la aprobación como una derrota del gobierno, que hasta el último momento ha recurrido a todas sus herramientas para evitar la Reforma, puesto que la considera como una "piedra en el camino" para el Referendo y una medida "regresiva, contradictoria e inmanejable", en palabras del ministro del Interior, Fernando Londoño.

El último intento visible para hundirla, fue el protagonizado por el presidente de la República, quien ayer en la mañana cito a los representantes uribistas para una reunión en la Casa de Nariño. Sólo asistieron 13 de los 24 convocados. Según comentaron algunos de los presentes, el presidente estaba exaltado y trató de convencerlos para que desistieran de aprobar la Reforma Política. Pero todo indica que su esfuerzo fue en vano.

De los 15 artículos, 14 fueron aprobados como estaban en la ponencia sin mayores modificaciones y el que proponía extender a cuatro años el período de los secretarios generales de Senado y Cámara fue eliminado. La reforma tuvo 29 votos a favor y cuatro en contra. Estos últimos fueron los de Gina Parody, Nancy Patricia Gutiérrez, Fernando Velasco y Armando Benedetti.