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Renunció gerente de EPM

Viernes 14, 8:30 horas. Edith Cecilia Urrego Herrera renunció a su cargo tras el escándalo de despilfarro en el que se vio envuelta.

10 de noviembre de 2003

Urrego señaló en su carta de dimisión que no quiere provocar "una innecesaria polémica" en las EPM y por eso renuncia. Además reconoció haber cometido una equivocación y anunció la cancelación de la adquisición de la vajilla y que asumiría de su propio bolsillo el pago de la anulación del contrato, equivalente a 14 millones de pesos.

"(Me retiro) con la tranquilidad moral de haber tenido la oportunidad de reconocer públicamente mi equivocación de criterio, mas no de principios (...) puedes tener noventa y nueve éxitos y nadie se entera, pero cometes un solo error y eres funcionario muerto", concluyó.

El escándalo

El senador antioqueño Bernardo Alejandro Guerra Hoyos denunció esta semana que Urrego cometió una serie de irregularidades con el manejo de dineros públicos.

Por ejemplo, compro una vajilla importada, con tenedores para pescado y cucharas para té, que costó 90 millones de pesos; un mariposario que costó 5 mil millones de pesos; anchetas para la junta directiva y el alcalde de Medellín; un reloj plateado de 4 millones 449 mil pesos; dos juegos de mesa por más de 3 millones de pesos; un cenicero de 159.483 pesos y cristalería por 7 millones 176 mil 625 pesos.

"Estamos hablando de despilfarros con la tarjeta de crédito de la actual gerente (...) Son gastos por cerca de 20 millones de pesos en sólo tres meses, que corresponden a los que anteriores gerentes hicieron en tres años de gestión", afirmó esta semana el senador.

Todos los artículos fueron comprados en el almacén Vulcano Ltda. de Medellín, que comercializa plantas eléctricas, y que según la Cámara de Comercio, es de propiedad de los papás de Rafael Restrepo Bravo, esposo de Ana Cristina Márquez, gerente de la Fundación de EPM.

Sobre las acusaciones, Urrego aseguró el miércoles pasado que no hay ninguna recomendación ni favoritismo hacia ese establecimiento comercial y que no conocía tal relación familiar.

Además indicó que la compra de la vajilla era necesaria y está a la altura de la empresa, cuyo patrimonio asciende a los 8,1 billones de pesos y con activos superiores a los 11,4 billones de pesos.

"Nosotros hemos buscado dotar la empresa de unos elementos de los cuales carecía, realmente no han sido compras grandes como todo el mundo ha exagerado. En el caso de la vajilla y de la cristalería eran elementos que siempre teníamos que alquilar y preferimos hacer la inversión. Esos gastos son muy normales en empresas como la nuestra", explicó Urrego.

El congresista también puso al descubierto que Urrego Herrera contrató más de 500 vuelos chárter a un elevado costo, cuando podía utilizar vuelos comerciales para sus desplazamientos, a un menor precio.