Urgente: se necesita veeduría

"Es traumático. Una noche cualquiera llegaron a mi casa para ajusticiar un miembro de mi familia en las condiciones más brutales, me quemaron las cosas y me obligaron a abandonar mi tierra. Y hoy, después de pasar hambres y humillaciones en otro país, encuentro que "esos" que deshicieron mi familia, gozan de unos beneficios que no compensan el dolor que me han causado. Pero también se que no puedo vivir el resto de mis días pensando en el pasado y que de alguna manera debo volver a empezar".

Casos como este se repiten a diario en miles de colombianos que son o fueron victimas de los grupos alzados en armas. Por ello es inminente la urgencia de encontrar mecanismos que permitan avanzar en la difícil consecución de la paz en nuestro país. No sé hasta que punto la aprobada Ley de Justicia y Paz sea realmente el camino.

En el mundo hay varios casos de conflicto armado solucionados a través de esta propuesta, encubridora para unos y apropiada para otros. La verdad aún no sé. Estoy aprendiendo.

Lo que sí tengo claro es que urge el acompañamiento de organizaciones que estén haciendo el seguimiento minucioso de todos los sub procesos que conlleva este proceso de paz.

Entidades Multilaterales como las Naciones Unidas o la Unión Europea serían muy positivas en este ejercicio, siempre y cuando estén dotadas de instrumentos de verificación del desmonte completo de los aparatos armados y sus redes de apoyo. También deberían actuar coordinadamente con los órganos estatales de control y las entidades especializadas en el seguimiento de infracciones a los derechos humanos y las normas de DIH.

El espíritu de la ley es buscar la reconstrucción de la verdad. Pero, ¿de qué verdad estamos hablando cuando el registro de las violaciones al cese de hostilidades entregadas durante el proceso difieren con las cifras de homicidio, desplazamiento, desaparición forzada y violencia sexual que registra la Policía Nacional? (Indepaz).

Entre tanto, la reparación de bienes es algo positivo en medio de tanto dolor, pues se aplica aún no este individualizado el victimario. Pero también es dispendioso por cuanto debe ajustarse a los procesos de extinción de dominio.

Facilitar el proceso de Paz, el acuerdo humanitario, la reconciliación nacional es el objeto de esta ley. Esto suena muy bonito, pero no me parece fácil. Sin embargo es apremiante que nos aferremos a esta fase del proceso si en realidad anhelamos hacer algo por solucionar el conflicto armado en Colombia.