Home

Noticias

Artículo

JUSTICIA Y PAZ

Uribe pidió a la justicia colombiana que no obstaculice las extradiciones

12 de abril de 2008

Con información de AP
 
El presidente Álvaro Uribe llamó el sábado a la justicia a no obstaculizar la extradición a Estados Unidos del paramilitar Carlos Mario Jiménez, Macaco, asegurando que sería un retroceso en la lucha contra grupos armados ilegales.

La extradición "es una figura necesaria para derrotar el terrorismo, por favor no la obstaculicemos porque sería un paso atrás", dijo Uribe durante un discurso transmitido por la televisión estatal desde Inírida, a unos 675 kilómetros al este de Bogotá, durante su habitual consejo comunitario.

"Hago un llamado de atención a los integrantes de la justicia de Colombia, con todo respeto... por favor no obstaculicemos la extradición", agregó.

Un tribunal suspendió temporalmente el jueves la extradición de alias Macaco para evaluar la petición de un grupo no gubernamental de que el detenido primero sea juzgado, condenado y pague su pena en Colombia por crímenes de lesa humanidad y después entregado a la justicia estadounidense para encarar delitos de tráfico de drogas.
Se espera que el fallo del tribunal sea emitido en menos de 10 días hábiles.

El viceministro de Justicia, Guillermo Reyes, dijo anteriormente en una entrevista con la radio Caracol que Jiménez y otros paramilitares "siguieron delinquiendo (dentro de la cárcel), no cumplieron los compromisos (de dejar la criminalidad) y serán extraditados".

Entre esos otros jefes paramilitares que podrían estar delinquiendo en prisión, mencionó a Diego Murillo, alias Don Berna, aunque dijo que extraditarlo sería una medida que se tome cuando tengan pruebas. El ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín Sardi, sin embargo, dijo en las horas de la tarde a Caracol, que esa posibilidad el gobierno aún no la había contemplado.

Jiménez, de 42 años, se entregó a las autoridades en 2006 como parte de un proceso de desmovilización de paramilitares en todo el país iniciado en 2003. Perdió los beneficios de la ley de desmovilización, que incluye penas máximas de ocho años, al ser señalado por el gobierno de continuar delinquiendo desde prisión.

Si prospera la extradición, Jiménez sería el primer encarcelado jefe de bandas paramilitares -acusadas en Colombia de la masacre, desaparición y desplazamiento de miles de personas- en ser enviado a Estados Unidos, donde se le busca por el tráfico de al menos cinco kilos de cocaína o más.

El gobierno mantiene que de no darse la extradición sería un golpe a ese mecanismo al que algunos paramilitares, narcotraficantes y rebeldes temen por lo duro de las condiciones de reclusión impuestas por la justicia estadounidense.

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, el grupo no gubernamental que solicitó el 7 de abril suspender la extradición de Jiménez, mantiene que si el paramilitar es entregado a la justicia estadounidense quedaría sin conocerse en Colombia el paradero de decenas de personas muertas y desaparecidas, violándose así derechos constitucionales de parientes de las víctimas a conocer la verdad.