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David Luna, representante a la Cámara

REFORMA POLÍTICA

“Al país no le conviene regresar al Frente Nacional”: David Luna

El representante a la Cámara, en entrevista con Semana.com explica por qué la reforma aprobada esta semana viola el espíritu pluralista de la Constitución de 1991.

César Paredes
17 de abril de 2008

David Luna representante a la Cámara del partido ‘Por el país que queremos’ fue uno de los ponentes de la Reforma Política en el pasado debate de la Comisión Primera de la célula legislativa. Su ponencia contempló sanciones rigurosas para los partidos cuyos miembros se vieran envueltos en alianzas con grupos armados ilegales y actividades de narcotráfico, pero fue derrotada por la elaborada previamente por la mayoría.

En su intervención en el debate advirtió que su posición era diametralmente opuesta a la de la mayoría y pidió que se diera espacio para su discusión. “Al país no le conviene volver al Frente Nacional”, dijo considerando que la aprobación del articulado acordado por los demás representantes iba en contra de las expresiones políticas minoritarias. (Vea el video de su intervención al final del texto).

Luna en entrevista con Semana.com explica por qué considera que las reformas aprobadas terminan privilegiando a los partidos grandes, en detrimento de los pequeños.

Semana.com: Usted señaló que esta reforma política que venía en curso tenía una gran incongruencia. ¿Por qué?

David Luna: Cuando el gobierno nacional presentó el proyecto de Acto Legislativo cometió una equivocación, que no fue corregida en la primera vuelta y por lo tanto tampoco se puede hacer en esta segunda vuelta.

La iniciativa modifica el artículo 108 de la Constitución, que aumenta el umbral del 2 al 5% para poder constituir jurídicamente un partido político. O sea que un partido podrá existir si la suma de sus votos para Cámara o Senado es superior al 5% de la votación en cada circunscripción.

Pero se olvidó modificar el artículo 263, que establece un umbral del 2% para que un partido obtenga representación en el Senado. Representaciones que obtengan votaciones significativas no van a poder crear un partido, pero eventualmente, sí podrán tener representación en el Congreso o en algunas corporaciones públicas quedando en un limbo jurídico.

Semana.com: Usted dijo que la ‘Silla Vacía’ era una forma de castigar a los partidos minoritarios. ¿Por qué cree eso?

D.L.: Todos los políticos que han sido llamados a contestarle a la justicia llegaron a esos cargos con votos irregulares, con votos soportados por el paramilitarismo. Los que no tuvieron la posibilidad de acceder a la curul fue porque actuaron limpiamente. Sin embargo, con esta figura de la silla vacía van a ser directamente sancionados al no poder expresar que sus votos fueron legítimos y no acceder a representación en el Congreso. Al suprimir los votos de personas que llegaron de manera incorrecta al Congreso y no permitir que otros partidos que lo hicieron de manera legítima, se castiga a las minorías.

Por eso propusimos una figura que se contempló durante la primera vuelta del debate, que consistía en que si un congresista era culpable por la relación con grupos ilegales, sus votos se le anularan a él y a su partido, se volvieran a contar y las curules vacantes se repartieran únicamente entre los partidos que no tienen vínculos con estos lamentables hechos. Pero esa propuesta fue derrotada.

Semana.com: ¿Qué piensa de la sanción que aprobada para los partidos que tengan el 50% de sus congresistas involucrados en relaciones con grupos armados ilegales?

D.L.: En mi ponencia claramente está establecido que el 50% me parece un número muy alto, motivo por el cual planteé el 20%, que pretendía que con el 20% de los miembros de un partido en Senado o en Cámara, que estuvieran vinculados con estos procesos, los partidos perdían la personería jurídica. Sin embargo, primó que se sancionara con el 50%, y, en la sumatoria de Senado y Cámara. Yo no estuve de acuerdo con esa posición por lo cual voté negativamente. Lamento profundamente que se haya cambiado la palabra o por la palabra y, porque dificulta más la aplicación de esa sanción.

Semana.com: Usted defendió que las consultas internas de los partidos fueran obligatorias y no una opción. Sin embargo quedaron como optativas…
 
D.L.: Ahí hay una contradicción grande. La reforma dice que va a aumentar el umbral para fortalecer los partidos, pero no permite que haya consultas obligatorias que estimulen las democracias internas en los mismos partidos.
 
Semana.com: Según eso, ¿cuál es el balance que hace del articulado aprobado?

D.L.: Me parece que esta reforma, que fue construida para castigar los partidos cuyos miembros están vinculados con el paramilitarismo y otras fuerzas al margen de la ley, terminó castigando a los partidos que nada tienen que ver con esa situación, y que son calificados como minorías en virtud del principio del pluralismo.

La reforma aumentó el porcentaje de firmas requerido para que un candidato a alcaldía o gobernación, pueda ser inscrito en una candidatura de manera independiente. El porcentaje aumentó del 20 al 30% del censo electoral de esa circunscripción. La situación es tan gravosa y la cifra tan alta que es imposible de conseguirla.

Semana.com: Entonces, ¿qué queda por hacer?

D.L.: Si me ratifican como ponente, seguramente voy a plantear en esta oportunidad que se retiren todos los aspectos que hacen referencia al funcionamiento de los partidos y se dejen únicamente los relacionados con las sanciones por sus vínculos con el paramilitarismo u otros fuerzas ilegales. Así podemos concentrar el debate y generar una discusión más profunda de los temas que vale la pena abordar.

Vamos a darnos la pelea en la plenaria. Solicitaré que la norma que castiga a los partidos cuando el 50% de sus miembros estén involucrados en procesos, sea negada y modificada por el 20% y solamente cuando exista entre senado o cámara miembros involucrados. Insistiré en que si se va a aprobar la sanción de la silla vacía, que es la que las mayorías quieren, se pueda aplicar cuando al congresista se le de medida de aseguramiento y no cuando sea condenado.