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Armero en la memoria

Veinte años después de la tragedia se inaugura un proyecto cultural para que el olvido no termine por arrasar lo que la naturaleza se llevó.

Adriana Echeverri
12 de febrero de 2006

Hace 20 años una avalancha borró del mapa a Armero, la segunda ciudad más importante del Tolima. El desastre natural, ocasionado por el deshielo del volcán Arenas, hizo desaparecer casi por completo la población y la convirtió en un camposanto en el que quedaron sepultadas unas 25.000 personas. Pero los sobrevivientes quieren impedir que las historias del pueblo y de su gente se diluyan en la memoria de las nuevas generaciones. Por eso, el literato Francisco González, especializado en gerencia y gestión cultural, dio vida a 'Armando Armero', un proyecto cultural que pretende evitar que el olvido se instale y termine por arrasar lo que la naturaleza se llevó. ¿Cómo era Armero? ¿Cómo eran los árboles del parque, la fachada de la iglesia, los uniformes de las colegialas, el ruido de las flotas que entraban a la ciudad por la carrera 11? ¿Cómo recuperar todo aquello y permitirles a los sobrevivientes el ejercicio de la memoria? ¿Cómo evitar y aminorar el efecto de catástrofes de esta magnitud? Desde hace más de 10 años González ha buscado responderse estas preguntas, y lo ha hecho con el apoyo de un equipo interdisciplinario de Colombia y de España que reúne historiadores, museógrafos, geólogos, antropólogos, artistas plásticos, politólogos y gestores culturales. El trabajo ha estado encaminado a recuperar referentes culturales, el imaginario colectivo, las historias individuales y la identidad de la ciudad a través de tres fases que tienen un eje cultural y educativo. La primera fase del proyecto para devolverle vida a la ciudad desaparecida es un 'Centro de interpretación de la memoria y la tragedia de Armero', un espacio museográfico donde se revive la historia del municipio y se crea conciencia sobre los desastres naturales. Existe un modelo parecido en Auschwitz, Polonia -un lugar donde murieron un millón de personas- y el de Armero es el primero del mundo que se crea en un sitio arrasado por un desastre natural. Para comenzar, se utilizarán vallas informativas en sus sitios más representativos para que los colombianos y extranjeros puedan al menos imaginar cómo era antes del 13 de noviembre de 1985 el lugar sobre el que están parados. Esta exposición pedagógica permanente durará un año. En 2006 comenzará la segunda fase con el diseño de una 'Ruta turística-cultural' que vinculará la zona del camposanto de Armero y la localidad de Armero-Guayabal con el conjunto de los principales sitios aledaños históricos y patrimoniales del noreste de Tolima como Honda, Mariquita, Lérida y Ambalema (así como la cercana Guaduas, en Cundinamarca) para atraer la inversión a la región. Con la creación del Museo de Desastres Naturales (Centro de conocimiento sobre desastres naturales, vulnerabilidad, prevención y memoria) se materializará todo el proyecto. Desde 2007 y durante tres años se edificará en Armero-Guayabal un espacio interactivo que permita generar en los visitantes conciencia sobre el entorno y las catástrofes naturales locales y mundiales. Allí, fotos, audiovisuales, mapas, libros y recortes de prensa revivirán la esencia de Armero en la memoria de quienes sobrevivieron a la tragedia y en el imaginario de la comunidad mundial. 'Armando Armero' tiene el aval conceptual de diversas instituciones como la Cátedra Unesco, la Oficina de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación Nacional, el Museo Nacional de Colombia, la Universidad de Girona, el Convenio Andrés Bello (Hispanoamérica), la Fundación Interarts de España, entre otros. Hasta el momento la financiación del proyecto ha salido de su gestor, pero está la expectativa de que varios empresarios y la cooperación internacional cumplan sus promesas de darle respaldo económico a este empeño para que se pueda realizar en su totalidad y el país pueda tener siempre presente un pedazo tan significativo y doloroso de su historia.