Home

On Line

Artículo

Sergio Fajardo, alcalde de Medellín y Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá.

Búsqueda de la paz

Aumentan las propuestas para buscar un acercamiento entre el gobierno y las Farc que permita un intercambio humanitario

Desde diversos frentes surgen ideas para elegir un nuevo mediador. Cientos de oyentes llamaron, por ejemplo, a La W para sugerir los nombres de Antanas Mockus y Sergio Fajardo como reemplazos de Piedad Córdoba.

5 de diciembre de 2007

El tema del intercambio humanitario está en boca de todo el mundo. El impacto generado por la situación actual de Íngrid Betancourt y los demás secuestrados conocidos en las recientes pruebas de vida, provocó en las últimas horas una lluvia de ideas para allanar el camino que permita que el gobierno y las Farc se encuentren y logren un acuerdo que permita el regreso a casa de los plagiados. En los sondeos de opinión, en los foros de Internet y en las llamadas a los medios de comunicación ha sido el hecho más mencionado. La W, por ejemplo, les pidió a sus oyentes que opinaran acerca de qué personas podrían tomar el trabajo que venía haciendo la senadora Piedad Córdoba. Antanas Mockus y Sergio Fajardo están entre los más nombrados. “Estoy dispuesto a trabajar para que todos los colombianos nos abracemos en la reconciliación”, sentenció el actual alcalde de Medellín.

Mientras las manifestaciones de la opinión pública continúan, el gobierno sigue en sus movimientos. El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, anunció este miércoles que Colombia no buscará la mediación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para encontrar un camino a la liberación de casi 50 secuestrados por las Farc que llevan hasta 10 años retenidos en la selva. El funcionario aclaró que ahora el presidente Álvaro Uribe optó por trabajar con lo que tiene y autorizó al Comisionado para hablar directamente con voceros del grupo guerrillero.

“No consideramos pertinentes más facilitadores ni mediadores. El gobierno toma directamente y en sus manos la solución de este problema”, dijo Restrepo, quien ha tenido contacto permanente con los medios de comunicación en los últimos días para explicar las conversaciones que ha tenido el país con presidentes como el de Estados Unidos, George W. Bush (quien pidió detalles sobre las pruebas de vida de tres secuestrados norteamericanos,) y con Sarkozy, quien a pesar de haberse ofrecido para destrabar el acercamiento entre las Farc y el gobierno nacional, dijo este martes que prefiere no precipitarse con el proceso y “no ser instrumento” en el mismo, pues según él no “no tenemos derecho a equivocarnos”.

A pesar de la decisión de Uribe, es bien sabido lo difícil que es acercarse a este grupo guerrillero que siempre ha manejado un tono recalcitrante y testarudo en las condiciones para liberar a los secuestrados. Todo con el agravante de que las Farc, más de una vez, han dicho que no negociarán con el actual gobierno. Por eso ilusionó a muchos la intermediación de la senadora liberal Piedad Córdoba y del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que finalmente se vino abajo hace dos semanas.

Ahora el gobierno, evidentemente preocupado después de haber conocido las desastrosas condiciones en las que se encuentran políticos y militares en poder de las Farc, busca desesperado una salida. Pero todo indica que es mejor buscar un mediador y no hacerlo directamente, ya que son obvias las diametrales diferencias entre ambas partes.

En este contexto es que se escucharon este miércoles los nombres de Fajardo, acalde de Medellín; Mockus, ex alcalde de Bogotá; y además los de Carlos Eduardo Jaramillo, ex consejero de Paz; Carlos Gaviria, líder del Polo Democrático; Guillermo León Escobar, ex embajador de Colombia en el Vaticano, entre otros. Todos, aunque de diferente perfil, podrían facilitar en teoría una salida urgente para la libertad de quienes se encuentran privados de ella.

Mockus, por su lado, dice que ve con buenos ojos que el gobierno dé muestras de diligencia e intente asumir el tema con recursos colombianos. “Lo complejo es que les abrieron una ventana de oportunidades a las Farc que se cerró y no es fácil reabrir. La mediación se ensayó y la facilitación no daba muchas garantías”, dijo el académico a Semana.com, pero se abstuvo de opinar sobre él mismo como mediador.

El alcalde Fajardo, en entrevista este miércoles con La W, también prefirió no verse como facilitador por el momento, pero sí le pidió a todo el país su apoyo para el mandatario de los colombianos en esta difícil decisión. “Yo creo que la única persona que puede reemplazar a Piedad Córdoba es el Presidente, eso no es delegable porque es una decisión que siempre pasará por él. El resto es cómo el Presidente nos convoca para que le digamos ‘señor Presidente, nosotros le ayudamos’”, dijo el mandatario que entrega su cargo este 31 de diciembre.

El senador liberal Juan Manuel Galán pidió, por su parte, no cerrar completamente las puertas a la participación internacional en este tema. “Por ejemplo, si se logra que salgan guerrilleros de las cárceles, para que no vuelvan a delinquir, una opción sería enviarlos al exterior (...). Lo más importante es que si hay facilitadores haya un mandato claro para ellos, con reglas de juego transparentes que eviten al máximo los errores”.

Buscar quién se siente en la misma mesa con ‘Manuel Marulanda’, con el ‘Mono Jojoy’ o con ‘Raúl Reyes’ será una tarea intensa para el gobierno a partir de ahora. Porque lo claro es que en la búsqueda del intercambio debe haber un mediador que le pueda hablar al oído a las Farc y aunque Restrepo dice que él está dispuesto a ir a cualquier parte del país y asumir todos los riesgos -lo que habla muy bien de su valentía- también es cierto que las Farc de entrada no lo quieren ni ver. Y este obstáculo, que en cualquier otro momento sería para analizar, ahora no hay tiempo por la tremenda situación física y moral que muestran los secuestrados en las imágenes conocidas este fin de semana.

Sin embargo, Restrepo le resta importancia a este tema. “Yo nunca he esperado que los ilegales me miren con cariño. Creo que ahí se equivoca profundamente el país cuando considera que los comisionados de paz tienen que intimar con los ilegales. No, aquí se necesita una confianza de otro tipo, una confianza en que lo pactado se cumple y el Gobierno está dispuesto a pactar y a cumplir”. Ahora se espera la respuesta de las Farc.