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En Unicentro, Bogotá, un grupo de jóvenes recoge firmas de quienes apoyan el proyecto de reelección. Foto: Juan Carlos Sierra

POLÍTICA

Avanza la recolección de firmas para apoyar la reelección

El proceso para presentar ante la Registraduría un comité promotor de la reelección de Uribe está casi listo. La polémica propuesta abre el debate sobre qué pasará con los poderes y los partidos.

César Paredes
28 de febrero de 2008

Más de 130.000 personas han firmado para avalar la reforma constitucional que permita la reelección por segunda vez del presidente Álvaro Uribe. El proceso avanza según lo esperado por los promotores de la iniciativa. Según el secretario del partido de La U, Luis Guillermo Giraldo, la cantidad es suficiente para cursar la primera fase del proyecto, pero esperan que en dos semanas más se recoja una cantidad superior a 210.000 firmas por si se anulan algunas.

En establecimientos públicos de diferentes ciudades del país, hay personas encargadas de abordar a los transeúntes para preguntarles si están de acuerdo con la reelección y tracen su rúbrica.

El proyecto cuenta con sus defensores y opositores. Llama la atención que a los últimos también se han sumado defensores fieles del Presidente. La semana pasada Gina Parody, escudera de Uribe, expresó su desacuerdo con la propuesta porque atizaría el odio producto de la falta de posibilidad de participación de otros sectores y porque se debilitaría el equilibrio de los poderes públicos, entre otras razones.

En su columna de El Tiempo, Eduardo Posada Carbó, quien ha defendido las políticas del Presidente, argumentó sobre la necesidad de que el mandatario expresara su posición frente a la propuesta y cuestionó el hecho de que la iniciativa se basara sólo en el índice de su popularidad.

Mientras tanto el proyecto avanza. El silencio de Uribe se mantiene y da crédito al adagio que dice que quien calla otorga. Su respuesta es tan ambigua como la primera vez que dijo que no estaba de acuerdo con la reelección inmediata y meses después estaba cursando el primer proyecto en el Congreso, tras lo cual diría que sus políticas necesitaban continuidad.

Los argumentos que están en contra de la reelección advierten sobre el nefasto desbalance de los poderes y el resquebrajamiento de los partidos, entre otras consecuencias. Hay quienes aducen que el partido de La U no tiene forma de probar su prevalencia en el tiempo salvo por su proyecto.

Carlos García, presidente del partido de La U, respondió sobre lo primero que su partido es consciente de que constitucionalmente se necesitan mayores controles sobre el Ejecutivo. “Para garantizar una contrabalanza y que los demás poderes no sean superados por el Ejecutivo, es necesaria una reforma que impida la hegemonía. Eso lo estamos debatiendo dentro de La U”.

Según él, el argumento de que su partido pasaría a la historia por haber propuesto una reelección y no por tener una propuesta ideológica proviene de los enemigos de la democracia. “El partido construye una agenda comprometida, sin improvisación” dijo, y mencionó una lista de todos los proyectos sociales y económicos bandera de su partido.

No obstante, para el analista político Fernando Giraldo una reelección sería la aplicación de una “excesiva concentración del poder”. El analista explicó a Semana.com que el régimen de gobierno suscrito por Colombia, desde la Constitución de 1991, fue diseñado para que el poder Ejecutivo y el Legislativo fueran subsidiarios, es decir, que dependen el uno del otro. Los organismos del Estado como la Comisión Nacional de Televisión, el Banco de la República o las altas Cortes sólo podrían ser renovadas en un 50 por ciento por un presidente. Pero, en un segundo período de gobierno las instituciones podrían ser renovadas en casi un ciento por ciento, y un tercer período sería “la puesta en marcha de la implementación del poder concentrado. Nuestra democracia quedaría congelada y se podría repetir lo que le ocurrió a Venezuela. Hugo Chávez sólo adquirió mayor poder después de su reelección”, advirtió.

Sobre lo que ocurriría con los partidos en caso de una segunda reelección, el analista dijo que contrario a lo que muchos creen al partido de La U no saldría afectado sino que se robustecería dada la burocracia de la que depende. Si no prospera la iniciativa comparte la opinión de que el partido de La U estaría liquidado. Giraldo cuestionó la reforma de 2003 que obligó a los partidos a agruparse mas no a diseñar programas que respondieran a las necesidades de la gente. Por esa razón argumentó que “una reelección con partidos, uribistas y de oposición, que se han preocupado por la cantidad y no por la calidad de sus propuestas, en los cuáles la renovación no ha sido significativa, salvo porque hay más variedad, lo más probable es que termine con cuatro partidos en 2014 con una tendencia bipartidista”.