Ecoturismo
Ballenas jorobadas llegan a las aguas del pacífico colombiano
Hasta octubre próximo estos enormes mamíferos acuáticos se instalarán en las aguas tibias de bahía Málaga, en Buenaventura para aparearse y dar a luz a sus ballenatos. Un espectáculo natural conmovedor.
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En el pacífico colombiano están de fiesta. Cerca de un millar de
ilustres huéspedes se alojarán en la inmensidad del océano que bordea
la costa colombiana. El hotel natural de esa esperada visita será un
área rectangular que limita entre Bahía Málaga, el Bajo de Los
Negritos, Isla Palma y Juanchaco, jurisdicción de Buenaventura, en el
Valle del Cauca.
En ese paraíso de tonalidades azules y brisa
coqueta, están las ballenas jorobadas que desde hace décadas llegan a
las cálidas aguas de la costa pacífica colombiana, para aparearse y
parir a sus crías. Un ritual que sin duda acelera el corazón y produce
admiración.
Por esa razón, las autoridades ambientales,
militares y civiles de Buenaventura, dieron apertura a lo que llaman
oficialmente la época de avistamiento de ballenas jorobadas, un
espectáculo natural que se convirtió en el mejor inventario para atraer
turistas y catapultar las olvidadas playas grises de La bocana,
Juanchaco y Ladrilleros, donde habitan miles de porteños que viven del
consumo que hagan los visitantes.
Por esa razón, la temporada
de avistamiento de ballenas que arranca en julio y termina en octubre,
es para los nativos un fenómeno natural y a su vez una forma de
supervivencia.
Las ballenas
Las
ballenas jorobadas son mamíferos del grupo de los cetáceos que viven
cerca de 60 años y tienen crías cada dos o tres años. En su plenitud
pueden alcanzar 18 metros de longitud y pesar 45 toneladas.
Aunque
tienen la facultad de hacer inmersiones hasta los 300 metros de
profundidad, ésta no tarda más de cinco minutos, tiempo en el que deben
salir a la superficie a tomar oxígeno.
La mayor parte del año
viven en las aguas antárticas del Polo Sur; luego recorren 8.000
kilómetros para llegar a las costas del mar pacífico en Ecuador,
Colombia y Panamá, cuyas aguas cálidas ofrecen en promedio temperaturas
de 28 grados centígrados.
A las costas colombianas llegan a
aparearse y parir a sus crías. El proceso de gestación dura un año y el
de lactancia de 8 a 12 meses.
Pese a la admiración que
despertaron estos mamíferos en la población mundial, aún son víctima de
numerosos peligros, entre ellos la pesca indiscriminada con redes y
enmalles en los que caen accidentalmente, causándoles heridas de
gravedad y hasta la muerte.
Otro de los riesgos que corren
estos mamíferos, se relacionan con las colisiones que sufren contra
botes o barcos, sumado a la contaminación ambiental.
El avistamiento
Por
tratarse de un fenómeno natural, el avistamiento de ballenas jorobadas
en las costas del pacífico colombiano requiere una serie de medidas y
precauciones. El monitoreo de este fenómeno natural en Colombia
participan la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC,
el Inciva, fundación Yubarta, Policía, Armada, lancheros, hoteleros,
comunidad y la alcaldía de Buenaventura.
Entre las medidas se
encuentra que no pueden dirigirse hacia el sitio de avistamiento más de
cinco embarcaciones. De igual manera dichos botes no pueden tardar más
de 30 minutos en el avistamiento y durante todo el tiempo los motores
deben permanecer en neutro.
El acercamiento se debe realizar
en forma paralela a las ballenas y a una distancia superior a los 200
metros. Cuando la ballena se encuentra con su cría, debe evitarse
seguirla.
Aunque no se tienen antecedentes de ataques a las
embarcaciones por parte de las ballenas, está prohibido nadar durante
el avistamiento. Además del riesgo que representa por tratarse de una
especie salvaje, su cuerpo está cubierto por elementos calcáreos que
actúan como cuchillos.
El recorrido
Avistar
ballenas jorobadas es tan fácil como ir a un zoológico; la gran
diferencia es que en el caso de las jorobadas estas no se encuentran en
cautiverio sino que por el contrario gozan de una infinita libertad.
El
primer paso es llegar a Buenaventura, lo que se puede hacer por tierra
o por aire, dependiendo del lugar de origen y obviamente del
presupuesto con el que se cuenta. El menú es variado, los precios
igualmente.
Una vez en la ciudad portuaria es fácil contactar
a las agencias turísticas avaladas por las autoridades ambientales,
militares y cívicas, que ofertan el recorrido y que desde luego debe
incluir un delicioso almuerzo en Juanchaco o ladrilleros, y unos
minutos de baño en sus playas.
El recorrido inicia en horas de
la mañana, preferiblemente a las 8:00 a.m. y parte desde el muelle
turístico, ubicado a un lado de la dirección General Marítima de la
capitanía del puerto de Buenaventura.
Las embarcaciones,
además de cumplir con todas las medidas de seguridad para su
navegación, deben portar un banderín que indica que se trata de una
expedición de avistamiento; ello es fundamental para el control que
ejerce la armada sobre la zona. El viaje tarda una hora, pero el
paisaje lo reduce a segundos.
Una vez en la zona del
avistamiento, el silencio inunda los botes, el cielo azul se funde con
el mar y las gaviotas dan señales de las ballenas. Ante la inmensidad
de las anfitrionas, los aplausos se hacen inevitables y las cámaras no
paran de disparar.
Créditos del Multimedia:
Texto y Fotos: Luis Ángel Murcia Rodríguez
Agradecimientos:
Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, fundación
Yubarta y Capitanía del Puerto de Buenaventura.