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Hugo Chávez, presidente de Venezuela en la noche del jueves, cuando anunció la expulsión del embajador de Estados Unidos en Venzuela, como gesto de solidaridad con su colega de Bolivia, Evo Morales. (Foto:AP)

Alianza BBC MUNDO

Chávez expulsa a embajador de Estados Unidos

Al final de una jornada llena de denuncias de magnicidios, golpes de Estado y el anuncio de un eventual apoyo militar a Evo Morales, el presidente Hugo Chávez ordenó la expulsión del embajador estadounidense en Caracas en un plazo de 72 horas.

12 de septiembre de 2008

Durante una concentración electoral en Valencia, ciudad industrial ubicada 150 kilómetros al oeste de Caracas, Chávez dio 72 horas al embajador, Patrick Duddy, para que abandone el país y ordenó el regreso del representante venezolano en Washington, Bernardo Alvarez, "antes de que lo echen".

"En solidaridad con el pueblo y gobierno de Bolivia, tiene 72 horas el embajador para abandonar territorio venezolano y, de inmediato, señor canciller Maduro, mande por nuestro embajador antes que lo echen de allá, que se venga de una vez", dijo Chávez.

"El día que hablemos con una sola voz nos respetarán los poderosos de este mundo; nos han tenido divididos y cada quien defendiendo sus propios intereses.Nosotros no, nosotros defendemos y defenderemos la dignidad de nuestros pueblos", expresó.
EE.UU. "sin reacción"

Al final de la noche del jueves desde la embajada de EE.UU. en Caracas no se había emitido una reacción oficial a la expulsión del embajador Duddy, aunque portavoces dijeron a BBC Mundo que "estaban evaluando la situación para pronunciarse".

Horas antes de expulsar al embajador estadounidense, Chávez había asegurado en una cadena de radio y televisión que "no tendría ningún problema" en apoyar un movimiento armado en Bolivia si Evo Morales fuera derrrocado.

"Si la oligarquía y los pitiyanquis (alineados con los EE.UU.) dirigidos, financiados, armados por el imperio, derrocan a algún gobierno nuestro, tendríamos luz verde para iniciar operaciones de cualquier tipo para restituir el poder al pueblo en esos países hermanos", dijo Chávez en esa ocasión.

Horas más tarde, Chávez también aseguró que Estados Unidos tiene "un plan para venir a bombardear" el Palacio (presidencial) de Miraflores. "La pretensión del imperio norteamericano (es) generar violencia en Venezuela", dijo.

Lenguaje "poco diplomático"

También sorprendió en medios diplomáticos el lenguaje tan fuerte que utilizó durante su discurso cuando gritó: "¡Yanquis de mierda, váyanse al carajo cien veces".

Para el ex viceministro de Relaciones Exteriores venezolano Adolfo Taylardat, el anuncio y el procedimiento son "poco diplomáticos", con el único precedente de la expulsión del embajador de Colombia ordenada por Chávez en marzo en medio de la crisis andina desatada por la muerte del líder guerrillero de las FARC Raúl Reyes.

Sin embargo, al igual que ocurrió en aquella ocasión, Taylardat espera que las cosas no pasen a mayores y se "dé marcha atrás". "Yo no sé si Chávez pretenderá dar un paso más allá y romper relaciones económicas o llegar al extremo de romper relaciones diplomáticas. Aparentemente no porque él anunció que había llamado a consulta al embajador en Washington", afirmó Taylardat a BBC Mundo.

Aunque Taylardat no cree que Washington tome represalias, sí piensa que el gobierno estadounidense y los candidatos a la presidencia "están tomando nota".

Mensaje militar

Sin embargo, la retórica del presidente venezolano durante la jornada pareciera presagiar la profundización de la crisis. En referencia a la presencia de los aviones caza estratégicos rusos que llegaron a Venezuela la víspera, Chávez aseguró que "es un mensaje para EE.UU.: que sepan que Venezuela está fortalecida".

El mandatario venezolano aseguró que la profundización de la alianza militar con Rusia y las eventuales maniobras navales conjuntas que se planifican servirán para tener "a la fulana Cuarta Flota guillaíta (vigilada)".

En ese sentido, el ex vicecanciller Taylardat aseguró a BBC Mundo que se trata de un supuesto plan gubernamental para distraer la atención de las venideras elecciones regionales, en las que la oposición podría recuperar terreno, según las encuestas, y los escándalos por el juicio que se realiza en Miami, EE.UU., por el caso del maletín con US$800.000 incautados a un empresario venezolano en Argentina el año pasado.

"Chávez quisiera que EE.UU. interviniera en Venezuela. Tenemos diez años escuchando el cuento de la 'inminente' invasión estadounidense a Venezuela que yo creo que ni él mismo se lo cree".