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Este es el momento del reencuentro entre Emmanuel y su madre, Clara Rojas.

PAZ

Clara Rojas y Emmanuel por fin volvieron a estar juntos después de tres años de separación

La noche del domingo será inolvidable para ambos. Después de tres años de separación y de padecer los rigores del secuestro a manos de las Farc, madre e hijo se reencontraron en un hogar de paso del ICBF.

14 de enero de 2008

Mucho tiempo pasará antes de que Clara Rojas y su familia se repongan por completo de las heridas sufridas por cuenta del secuestro del que ella fue víctima desde el 23 de febrero de 2002. Sin embargo, alegrías como la de la noche del domingo ayudarán mucho en ese proceso. Lo sabe la propia Clara, quien después de tres años pudo por fin reencontrarse con su hijo Emmanuel, el pequeño concebido y nacido durante su cautiverio a manos de las Farc.

El niño nació el 16 de abril de 2004, pero fue separado de la madre a los ocho meses de edad debido a “medidas de seguridad”, según las Farc. A esas alturas Clara llevaba ya dos años y medio privada de su libertad y el golpe de perder a su hijo contribuyó a hacer más dolorosa su tragedia. “Me dijeron que se lo llevaban para curarlo porque estaba enfermo. Yo creí que se iba a demorar unos ocho días, pero nunca volvió”, relató Rojas sobre el tema a la prensa internacional.

Tres años después, la madre fue dejada en libertad por las Farc y el niño hallado en un hogar del bienestar familiar, en Bogotá, hasta donde ella fue a buscarlo la noche del domingo, apenas horas después de llegar de Caracas, en donde se le volvió a ver libre después de seis años. Lo abrazó y lo besó como siempre soñó y se encontró con la sorpresa de que Emmanuel era muy receptivo hacia ella. La asistencia sicológica a la que fue sometido el pequeño durante los últimas días resultó eficaz y madre e hijo solo necesitaban ahora de tiempo a solas para reconocerse.

El ICBF ofreció agilizar el proceso legal para que el infante vuelva definitivamente a la familia de la que nunca debió separarse y con la que de todas formas ya está de manera temporal. Permanece con su madre en algún lugar de Bogotá en busca de la privacidad a la que tienen derecho. Como registro de su reencuentro, el ICBF divulgó tres fotografías y un video en los que se cuida de no revelar los rasgos faciales del niño.

Según Elvira Forero, directora del ICBF, Clara solicita que “no la presionen, porque quiere vivir estos momentos de intimidad con su pequeño". A partir de ahora comienza, como dice Clara, el renacer de sus vidas. Vidas que hasta ahora han sido marcadas por el sufrimiento y que durante los últimos días recibieron tal carga de emociones que ahora requieren un cuidado especial.

La preocupación de los especialistas es tanto por el niño como por su madre. Por los lados del infante los problemas de salud derivados de su cautiverio ya fueron superados. Fue tratado contra la enfermedad tropical del pito, recibió asistencia sicológica y está pendiente para tratamiento en uno de sus brazos, que le fue fracturado al momento del nacimiento.

En el caso de Clara está pendiente el trabajo sicológico de toda persona que ha sido sometida a un cautiverio. Además de la atención y el acompañamiento de los especialistas, lo más importante es que madre e hijo comiencen a reencontrarse en la convivencia diaria y ese proceso requiere de todo el respeto y la prudencia de los medios, el país y la familia misma.

Fuera de las angustias propias del cautiverio Rojas ha sido sometida durante la última semana a toda clase de tensiones. El jueves fue dejada en libertad por guerrilleros de las Farc en la selva del Guaviare y conducida a Venezuela para el reencuentro con su madre y hermano; Luego fue comunicada con personalidades de todas las latitudes que querían saludarla y saber su historia; Finalmente, el domingo fue devuelta a Colombia, en donde la recibieron el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, la primera dama, Lina Moreno y algún ex compañero de universidad.

Ya con su hijo junto a ella, solo quiere dedicarle todo el tiempo posible y comenzar a trabajar por el regreso a casa de todos los secuestrados, varios de los cuales fueron sus compañeros de tristezas en la época en que las Farc la separaron de su pequeño Emmanuel.

En poder de las Farc permanecen 44 personas incluidas en el listado de canjeables y, según reportes oficiales, hay también otras 750 que fueron secuestradas con fines económicos. Mientras el presidente Álvaro Uribe exige la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes, las Farc solicitan el despeje de los municipios de Pradera y Florida, Valle, argumentando que no creen en las condiciones de seguridad ofrecidas por el Ejecutivo.