Colombia no será condenada por la OEA, pero debe pedir perdón a Ecuador

Colombia no será sancionada por la Organización de Estados Americanos (OEA), pero reconocerá de manera escrita que violó la soberanía de Ecuador.

Además, ese organismo conformará una comisión encabezada por José Miguel Insulza, secretario General de la OEA y los embajadores de Panamá y Brasil. Este equipo viajará a Ecuador y Colombia para escuchar los argumentos que tienen distanciados a sus mandatarios. Sin embargo, no se trata de una comisión de verificación in situ de los hechos, como lo había pedido Ecuador, sino una de facilitación del diálogo entre ambos países.

Es probable que lo que Colombia explique a esta comisión de la OEA esté basado en sus ya conocidos argumentos: que el gobierno ecuatoriano mantuvo contactos y acuerdos con la guerrilla de las Farc y que permitió que el guerrillero ‘Raúl Reyes’ viviera en su territorio por largo tiempo. Algo similar sucederá con Ecuador. Sustentará por qué piensa que Colombia violó su soberanía en el operativo en que murió el llamdo “Canciller” de las Farc.

El 17 de marzo, aquella comisión se reunirá con los cancilleres de cada país para ver si a punta de diálogo pueden superar la crisis.

Ese es el acuerdo al que llegaron ambos países este miércoles en la OEA, después de haber debatido durante más de seis horas el martes buscando una salida. Como no hubo acuerdos en ese momento, la embajadora de Ecuador, María Isabel Salvador; el embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, y el de Panamá, Arístides Royo, se quedaron debatiendo hasta tarde. Lograron un acuerdo y redactaron un documento.

El mayor tropiezo de la discusión se dio porque Ecuador les pidió a los 34 miembros de la OEA que condenaran a Colombia por ingresar sin autorización tropas a su territorio, a lo que se opuso Ospina y reiteró que Colombia ha pedido perdón en varias ocasiones.

Las posiciones eran radicalmente opuestas. Sin embargo, para el medio día de este miércoles, se anunció el consenso y la OEA emitió una resolución en la que estableció qué debe seguir.

Mientras debatían, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, inició una gira por los países sudamericano, contándoles a los presidentes su malestar por la intromisión de tropas colombianas en su país y pidiendo apoyar la condena.

Los presidentes de Brasil y Perú, que se reunieron con él, lo apoyaron. Correa enfatizó en que para lograr el respeto a su soberanía era capaz de llegar “hasta las últimas consecuencias”. Públicamente pidió de parte de Uribe “excusas sin tapujos”, pues considera que las explicaciones recibidas hasta ahora sobre el operativo en que murió ‘Raúl Reyes’ han estado rodeadas de “mentiras y falacias”.

Ahora, Colombia debe responderle de nuevo con argumentos que en realidad expliquen las preguntas ecuatorianas. Primero, por qué si los bombarderos atacaron desde espacio colombiano en el norte, los rastros de los bombardeos muestran que los explosivos cayeron de sur a norte, es decir, desde Ecuador hacia la frontera. Segundo, por qué los colombianos dijeron que entraron a su territorio en una persecución, pero los cadáveres estaban en prendas menores, como si hubieran estado dormidos antes de morir y no en combate.

Otro de los interrogantes que ha quedado en el aire, es por qué apareció un soldado colombiano muerto en el campamento donde murió Reyes, si el ataque fue aéreo y desde Colombia.

Por ahora habrá que esperar a que la comisión consiga su objetivo y se de la reunión de cancilleres que trace unos acuerdos mínimos sobre cómo manejar la lucha contra la guerrilla en la región.