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Alfredo Cuello Baute, presidente de la Cámara de Representantes.

ANÁLISIS

Con vocación de notario*

La analista Claudia López amplía su comentario sobre el anuncio del presidente de la Cámara, Alfredo Cuello Baute, de que hundirá el proyecto de ley que reconoce a las parejas homosexuales los mismos derechos patrimoniales y de seguridad social que tienen todas las demás parejas en Colombia.

18 de octubre de 2006

Ahora resulta que el conservador Alfredo Cuello Baute no sólo es presidente de la Cámara de Representantes sino también notario de vocación. Quizá es porque no se resigna a que hayan votado a su hermano Manuel Cuello de superintendente de Notariado y Registro, por haberla vuelto un foco de favores, repartijas y sobornos presuntamente para apoyar y financiar su campaña a la Cámara y la de Álvaro Uribe a la Presidencia. Alfredo prefiere seguir siendo notario, además de congresista, y en ejercicio de esas dos funciones ha anunciado que hundirá el proyecto de ley que reconoce a las parejas homosexuales los mismos derechos patrimoniales y de seguridad social que tienen todas las demás parejas en Colombia. Lo hundirá porque no soporta la “afrenta moral” que el proyecto supuestamente representa.

El congresista con vocación de notario Alfredo Cuello tiene además de una conciencia moral selectiva un rabo de paja que está que arde. Su hermano, Manuel Cuello habría sido nombrado en la Superintendencia de Notariado y Registro para pagar el voto a favor de la reelección del presidente Uribe. Pero como se necesitaban varios voticos también nombraron una cuotita de Yidis Medina, la celebre congresista que “convencieron” a última hora para hacer el milagrito de la reelección, al que también le prometieron que le darían palomita para ser superintendente.
 
Pero dado que los godos son más hábiles para quedarse con las cuotas burocráticas, nunca hubo palomita para el recomendado de Yidis. Ahí empezó la llamarada. La cuota de Yidis llegó hace un par de meses al Palacio de Nariño acompañado de su madrina con sendos documentos y grabaciones que demostraban la feria de chantajes, favores, nombramientos y pagos de Cuello Baute en la Superintendencia. Ante las evidencias el Presidente le pidió la renuncia, en vez de haberlo destituido que era lo que procedía ante la gravedad de las denuncias y la contundencia de las evidencias. Mientras botaban a su hermano, Alfredo siguió de notario moral prometiendo hundir el Proyecto de Ley de las parejas del mismo sexo, y como congresista en actos de bienvenida a criminales.

Una vez posesionado como presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo decidió ir a recoger en medio de agasajos, entregas de trofeos, voladores y conmovedores abrazos a ‘Jorge 40’. Semejante recibimiento lo hacía Alfredo mientras la Fiscalía daba cuenta de las masacres, las fosas comunes y los cientos de asesinatos ordenados por el señor ‘40’. Gajes del oficio, pensará Alfredo. Parecen ser tantos los favores que políticos costeños deben al amigo 40, que pensarán que lo menos que merece es un buen recibimiento. ¿Cierto Alfredo?

Es posible que Yidis y su protegido no hayan hecho las denuncias contra Manuel Cuello por amor a la patria ni razones de conciencia, sino por vendetta. Lo cierto es que gracias a ellos sabemos lo que los hermanitos Cuello Baute hicieron en la Superintendencia y por cuenta de los abrazos conmovedores, las presuntas relaciones con criminales como ‘Jorge 40’. Me pregunto: ¿por qué si Manuel perdió el puesto por las irregularidades a favor de su hermano y el redil uribista, su hermano Alfredo sigue conservando su curul? ¿No es acaso Alfredo el tercero beneficiado con las andanzas de su hermano?

Alfredo Cuello no sólo está impedido para presidir el debate de la Ley de Derechos patrimoniales y de seguridad social de las parejas del mismo sexo, por haber anunciado que lo hundiría a sabiendas de que en su condición de presidente de la Cámara debe ofrecer garantías para un debate imparcial. Sino que además, si se comprueba el festín en la Superintendencia, debería perder su curul, puesto que se habría beneficiado para su elección de maniobras y corruptelas usando la fe y recursos públicos que le habían encomendado a su hermano Manuel.

Dado que a pesar de todo lo dicho, el señor Cuello no se ha declarado impedido, en mi condición de ciudadana lo recuso ante la Comisión de Ética y Estatuto del Congresista de la Cámara de Representantes por estar impedido para garantizar la imparcialidad y garantías para el debate de un proyecto de ley, cuyo pecado es garantizar a unos colombianos los mismos derechos que tienen todos los demás.


Claudia López.
*Algunos apartes de este artículo fueron previamente publicados.