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El presidente Álvaro Uribe aprovechó su intervención en Cartagena para pronunciarse sobre las acusaciones de supuestos apoyos paramilitares a su primera campaña presidencial. Foto: Presidencia de la República.

Nación

De infames califica Uribe las acusaciones del narco Fabio Ochoa Vasco

El gobierno le resta importancia a las acusaciones de Fabio Ochoa Vasco por tratarse de un delincuente prófugo. Sin embargo, el propio Presidente, sus ministros y consejeros se han pronunciado hoy desmintiendo la acusación, según la cual los paras habrían apoyado la campaña presidencial.

20 de junio de 2007

“¡A mis campañas nunca les ha faltado dinero. Los colombianos de bien han sido generosos al financiarlas!". Ésta fue una de las categóricas frases que lanzó hoy el presidente Álvaro Uribe, evidentemente alterado, en respuesta a las acusaciones del narcotraficante Fabio Ochoa Vasco, quien en diálogo con Semana aseguró que en 2002 la campaña presidencial de Uribe fue beneficiada con dineros y auxilios de los paramilitares.

La vehemente reacción de Uribe se produjo al final de la mañana en Cartagena durante un acto oficial del Sena, luego de que varias altas personalidades del gobierno habían salido en defensa del gobierno y un día después de que la Casa de Nariño emitiera un comunicado de cuatro puntos desmintiendo los señalamientos de Ochoa.

El presidente calificó de “infamia” la grave acusación y explicó que decidió pronunciarse personalmente sobre el tema porque teme que la imagen del país se vea afectada. “No he sido un aprovechado del poder. Nunca hubiera buscado la Presidencia de la República con dineros ilícitos, ni hubiera permanecido en la Presidencia de la República con dineros ilícitos", dijo Uribe. En su intervención el mandatario volvió a emplear una frase que el país ya le ha escuchado en varias oportunidades y que tanta ampolla desata en el país: si hubiera optado por ser paramilitar habría sido un paramilitar de “uniforme y fusil al hombro” y no uno de escritorio.

Uribe aseguró que según información policial Fabio Ochoa Vasco es uno de los 12 narcotraficantes más buscados en el mundo y que desde hace algún tiempo este capo estaría escondido en México. El Presidente cuestionó que las autoridades de ese país no lo hayan detenido. “Cómo es posible que no haya sido capturado y que medios de comunicación sí lleguen hasta donde él” se preguntó.

"He hablado con quienes dirigieron la campaña mía en Medellín, hubo una votación espontánea, es una infamia que el voto generoso y espontánea de mis paisanos, sean ahora capitalizados por una persona fugitiva", continuó Uribe. Las dos campañas presidenciales de Uribe fueron gerenciadas por Fabio Echeverry, ex director de la Andi y quien en la primera administración Uribe se desempeñara como consejero presidencial.

Un par de horas antes en comunicación con la W radio Echeverry había restado importancia a las declaraciones de Ochoa Vasco calificándolas como una pelea de delincuentes en la que las personas de bien como el Presidente y su grupo de colaboradores preferían no intervenir. Contrariando el planteamiento del narcotraficante, según el cual Mancuso habría aportado 2 millones de dólares para la campaña presidencial en Montería, el ex gerente de la campaña recordó que existió solo una cuenta por la cual se canalizaron todos los aportes y que nadie sin autorización podría consignar fondos ni solicitar dinero en nombre de la campaña.

En igual sentido se pronunciaron este martes el ministro del Interior Carlos Holguín Sardi y el asesor José Obdulio Gaviria. El lunes el secretario jurídico de la presidencia, Mauricio González, le solicitó al Fiscal General, Mario Iguarán, que investigue las declaraciones de Ochoa.

La tormenta política que desató la entrevista de Fabio Ochoa Vasco tuvo como uno de sus blancos principales al ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso. Este también salió al paso de las acusaciones. Desde muy temprano Mancuso hizo una ronda de entrevistas por distintos medios radiales, allí confirmó que el narcotraficante Fabio Ochoa estuvo en la zona de encuentro de Santafé de Ralito tal como este lo aseguró. “Tenía que venir donde nosotros, primero a cuadrar las cuentas, a traer los dineros, estuvo también porque lo llamamos para que habláramos con él y con varios narcotraficantes para que iniciaran un proceso de negociación, sí estuvo en Ralito, claro que estuvo”.

Mancuso desmintió haber hecho algún aporte expreso a la campaña de Álvaro Uribe. El ex jefe paramilitar, hoy recluido en Itagüí, dijo que en las zonas donde tenían influencia sus ejércitos privados movilizaron gente y sugirieron a la población votar por los candidatos a quienes las autodefensas consideraban amigos “Éramos una organización política y por eso hoy muchos amigos políticos están presos”, puntualizó.

Sobre este episodio puntual el Presidente dijo que desde La Habana el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, le aseguró que Ochoa nunca hizo parte de la mesa de negociación en la que tenían puesto los principales jefes paras que dialogaban con el gobierno.

Tal como lo dijo SEMANA en su versión impresa, la afirmación de Fabio Ochoa sobre filtración paramilitar en la campaña presidencial no significa que Uribe, ni su campaña, hayan buscado, pactado o conocido de esos apoyos electorales. Sin embargo, el del capo no es el único señalamiento en ese sentido. Hace apenas unos días el diario Nuevo Herald de Miami publicó un video en el que se registra al ‘para’ Fremio Sánchez Carreño asistiendo a una reunión con el entonces candidato presidencial Álvaro Uribe.

El documento es producto de una reunión política sostenida el 31 de octubre en Puerto Berrío, Antioquia. Sobre este último caso el gobierno señaló, a la par con el DAS, que en ese entonces era imposible saber que Sánchez tenía nexos con paramilitares y que ya ofreció una recompensa de diez millones de pesos por información que conduzca a su captura, pues un juez le concedió la libertad en 2005, momento desde el cual reincidió en sus conductas delictivas.