Orden público
Delincuentes atentan nuevamente contra Bogotá
Las autoridades buscan a los autores que dejaron bombas incendiarias en cuatro buses de servicio público en el norte y occidente de la ciudad. Según la Policía no se reportaron víctimas.
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Dos días después de que en el centro de Bogotá estallaran petardos de bajo poder, en cuatro buses de servicio público de la ciudad fueron dejadas bombas incendiarias que por fortuna solo dejaron pérdidas materiales.
El director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Rodolfo Palomino, aseguró que un bus se quemó casi en su totalidad en la carrera séptima cerca de la calle 170. Y que en otros tres vehículos, donde también fueron dejados artefactos explosivos, las llamas fueron contraladas en Usaquén, en la carrera 15 con calle 125 y en la localidad de Engativá.
Los buses estaban por terminar su recorrido cuando el humo y las llamas comenzaron a alertar a los conductores y pasajeros que de inmediato abandonaron el vehículo.
Según el reporte policial, en ninguno de los incidentes se presentaron heridos.
Los transportes pertenecían a la empresa que el pasado julio también sufrió ataques incendiarios en otros seis vehículos.
Las autoridades no reportaron víctimas y todavía no se atreven a señalar a los autores del atentado.