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Desarrollo Económico, Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología

Miércoles 14. A partir del ejemplo de India, Santiago Pinzón escribe sobre la importancia de invertir en innovación tecnológica.

Santiago Pinzón Galán*
11 de septiembre de 2005

La globalización de la economía, los avances en la tecnología de información y la rapidez con que se realizan los negocios han cambiado el mundo. Pasamos de un sistema de relaciones vertical a uno horizontal donde casi todo esta a un clic de distancia. Los derechos de propiedad intelectual (DPI) y la transferencia de tecnología (TT) han sido y serán beneficiarios y víctimas de este nuevo modelo de relaciones. Por lo anterior, y si el corazón del desarrollo es la innovación, las políticas que promuevan la investigación como aquellas que faciliten la TT y fortalezcan la protección de DPI son y serán fundamentales para elevar la competitividad e inserción de la economía colombiana con el mundo.

La prosperidad de nuestra economía dependerá en buena parte de la productiva utilización que se le dé a la creatividad y capacidad de invención de nuestros ciudadanos. La protección legal que ofrece los DPI y un adecuado sistema de TT en la aplicación de nuevas ideas es precisamente la razón principal por la cual los emprendedores establecen negocios y canalizan esta creatividad humana en una producción económica. La inversión nacional y extranjera aplican esta lógica. Pues, si bien la presencia de firmas multinacionales en nuestro país obedece a políticas diseñadas por la casa matriz con el propósito claro de aprovechar el mercado nacional, también es cierto que la capacidad institucional para promover y proteger los DPI, como el sistema de TT en cada país incide en que las firmas nacionales e internacionales inviertan o no en estos. El sistema de propiedad intelectual de cada país, es un factor determinante para incentivar la creatividad y capacidad de invención de sus individuos, como también para atraer la inversión extranjera y aumentar el desarrollo.

Para estimular la innovación "criolla" se requieren elementos claros: educación, incentivos legales y económicos, la integración real de la infraestructura física y de telecomunicaciones con nuestros vecinos y con el mundo, un efectivo imperio de la ley, la seguridad ciudadana y el manejo responsable y transparente de los recursos públicos.

Aprender de la India para hacer negocios con China

En su último libro, "The World is Flat", Thomas L. Friedman expone los beneficios de los DPI, la TT y la inversión en capital humano de la India. Gandhi deberá estar feliz por el éxito de sus compatriotas. La economía de su país pasó de crecer al 3% en 1991 al 7% en 1994 y el total de exportaciones de los Estados Unidos (EU) a la India aumentaron de 2.5 en 1990 a 5 billones de dólares en 2003. De acuerdo con Friedman, existen aproximadamente 245.000 hindúes trabajando en servicio a clientes del mundo en temas tan variados como tarjetas de crédito, pérdida de equipaje, servicio técnico de computadores y análisis médicos. Por si fuera poco, los hindúes tramitan la declaración de impuestos de algunos americanos. La cantidad de usuarios de este servicio pasó de 25.000 en 2003 a 100.000 en 2004, y se estima en 400.000 para el 2005. En promedio estos asesores virtuales inician con un salario de 200 dólares, el cual puede aumentar a 400 dólares en seis meses.

Adicionalmente, de acuerdo con la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) la India pasó de 6.566 solicitudes de patentes en 1995 a 78.522 en el 2001. Si bien la gran mayoría fueron presentadas por compañías extranjeras, también se aumentó el número de solicitudes de residentes, lo cual da un claro indicio positivo en el desarrollo del país y en la seguridad jurídica de los derechos de propiedad intelectual de éste.

Detrás de este crecimiento económico de la India existe una combinación de factores políticos, económicos y sociales. En primer lugar, desde 1951 India ha implementado una política educativa enfocada a preparar a sus ciudadanos principalmente en ciencias, matemáticas, administración, ingeniería y medicina. Esta política obligó a la creación de Institutos de Tecnología y Administración por el sector público y recientemente por el sector privado, similares al famoso MIT de Boston en EU. La apertura de la economía en 1991, el famoso miedo al Y2K, la ola de outsourcing, offshoring y el dominio del idioma inglés han sido otras razones que se complementaron mutuamente para impulsar el fenómeno de la India. Lo anterior comprueba la necesidad de tener al sector público y privado como socios efectivos para atraer inversión extranjera e impulsar el crecimiento de la economía de un país. Si la India es un ejemplo, preparémonos para lo que traerá China en menos de una década.

Invertir para el futuro

La transferencia de tecnología (TT) es un sistema de relaciones interdependientes en la que diferentes actores requieren de distintos incentivos para participar en éste. Los derechos de propiedad intelectual (DPI) ofrece la seguridad jurídica para estimular la TT. Los potenciales negocios que ofrece el TLC exigen que Colciencias, universidades, centros de desarrollo tecnológico y el sector privado cuenten con efectivos incentivos comerciales, legales, fiscales, financieros, tecnológicos y de promoción para impulsar proyectos innovadores.

Si bien hemos avanzado significativamente respecto a cobertura y calidad del sistema educativo, en especial gracias al liderazgo de la ministra de Educación, Cecilia María Vélez, aun hace falta un mayor acompañamiento del Congreso y el sector privado para financiar y especializar a la futura generación de colombianos con la preparación académica adecuada que el mundo globalizado demanda. Colombia tiene que fomentar al igual que hizo la India una educación en tecnología, matemáticas, ciencias y en dominio del idioma inglés (en China desde el tercer grado es obligatorio aprender inglés) pues la posición geopolítica de nuestro país no es suficiente si no se complementa con un recurso humano calificado y más económico en comparación al de los vecinos.

India no cuenta con los recursos naturales de Colombia pero su recurso humano calificado le da una mejor posición en la globalización. El estatus de país abierto al mundo de Colombia no se refleja con la educación técnica y menos con la capacidad de las entidades públicas encargadas de administrar y proteger los derechos de propiedad intelectual. Sin una adecuada educación y sin una efectiva protección de los derechos de propiedad intelectual no existen incentivos para invertir e innovar. Sin innovación no existe desarrollo, sin desarrollo la economía no crece y si la economía no crece la tasa de empleo y la calidad de vida tampoco mejoran.

En Colombia, las entidades encargadas de administrar los derechos de propiedad intelectual son la Superintendencia Industria y Comercio (SIC), el Instituto Nacional de Vigilancia y Medicamentos y Alimentos (INVIMA), el Instituto Colombiano agropecuario (ICA) y la Dirección Nacional de Derechos de Autor. Esta dispersión institucional dificulta una política pública coherente. Cada entidad tiene un pedazo del tema y cada organización por obvias razones compite por recursos y poder. Sería ideal unificar los diferentes esfuerzos en una estructura administrativa que integre y permita implementar UNA política pública materia de propiedad intelectual. Ojalá el Congreso y el gobierno construyan un liderazgo efectivo en este tema tan importante para la agenda económica del país.

El gobierno y el Congreso tendrán que invertir recursos económicos y humanos para atender la "ola" de patentes que traerá el TLC, discutir una reforma administrativa que integre las autoridades encargadas de los derechos de propiedad intelectual, evaluar y modernizar el sistema de transferencia de tecnología y liderar una cooperación regional en materia de patentes, similar a la Oficina de Patentes de Europa.

El desafío será pasar de la discusión a la macro y micro implementación de las políticas públicas que ofrezcan sólidas instituciones de propiedad intelectual y una efectiva alianza entre sector público y privado para fortalecer la transferencia de tecnología. Así como se afirma que no existe "almuerzo gratis", también se puede afirmar que la "Marca" y desarrollo de Colombia no se darán gratis. La propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología son y serán fundamentales para el desarrollo de nuestro país.

* Program Attorney - Latin America and the Caribbean. International Intellectual Property Institute (IIPI)