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La Canciller de Ecuador, María Isabel Salvador, expone sus argumentos ante la OEA, tras la incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo.

DIPLOMACIA

El enésimo round

Un nuevo capítulo vivieron las malogradas relaciones entre los gobiernos de Ecuador y Colombia. A casi dos meses de su rompimiento no hay asomo de mejoría.

24 de abril de 2008

Esta vez la querella tiene su origen en una entrevista que Correa dio a la cadena Venezolana de Televisión (VTV) en la que además de arremeter contra el presidente Uribe, dijo que estaría dispuesto a conceder estatus de beligerancia a las Farc si estas se apartan de los secuestros, bombas y atentados terroristas.

La cancillería colombiana rechazó de manera tajante que el gobierno ecuatoriano se mostrara dispuesto a conceder la condición de beligerancia a la guerrilla, lo que obligó a la cancillería ecuatoriana a enviar una nota aclaratoria que argumenta que las declaraciones de Correa fueron distorsionadas. Aquí está el recuento del nuevo capítulo de agravios:

Este miércoles el mandatario venezolano en entrevista con VTV dijo que la incursión militar del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano no fue un acto de seguridad nacional de Colombia, “sino un acto político, para tratar de involucrar a Ecuador en un conflicto o para tratar de desestabilizar a un gobierno progresista, soberano que no tiene titiriteros” y reiteró que la falta de control del gobierno colombiano sobre el territorio es la razón por la cual en la selva amazónica hay campamentos guerrilleros.

El mandatario anunció que viajaría a Europa para “derrumbar las mentiras de Uribe” refiriéndose a la información extraída por la Policía colombiana de las computadoras que se encontraron en el campamento de las Farc, que supuestamente relacionan a miembros del gobierno ecuatoriano con el grupo guerrillero.

También explicó que la reciente inversión militar de su gobierno no tenía interés en la guerra sino en la defensa.

Correa expresó que su país podría reconocer a las Farc como fuerza beligerante, pero que primero "tendrían que renunciar a esas prácticas que van contra los códigos de guerra, como secuestros, atentados que se pueden calificar de terroristas, bombazos, etc.”.

La reacción del gobierno colombiano no se hizo esperar. Este jueves el Canciller Fernando Araújo dijo a los medios que "un gobierno democrático no puede aparecer ahora interesado en dar condición de beligerante a un grupo terrorista”. Araújo argumentó que la condición de beligerancia no era posible para un grupo guerrillero que ha cometido secuestros, masacres y atentados terroristas.

Araújo trajo a colación que tras la cumbre de Río y después de la reunión de Cancilleres de la OEA los dos gobiernos convinieron un acercamiento y se comprometieron a evitar declaraciones negativas. También anunció que la Cancillería respondería a través de una diplomática de protesta que la haría llegar a la OEA para que conociera del incumplimiento de los acuerdos.

La Cancillería de Ecuador, en un comunicado, dijo que la prensa internacional había tergiversado las declaraciones de la entrevista. Y explicó:

“Para poder alcanzar ese estatus (de beligerante), lo dijimos, tendría (las Farc) que renunciar a esas prácticas que van contra los códigos de guerra -una guerra legítima-: secuestros, atentados que se pueden calificar de terroristas, bombazos, etc. Si las Farc deja esas prácticas y cumple con las condiciones para ser tratada como una fuerza beligerante, es decir que controle un territorio, que tenga una fuerza armada organizada, que respete los códigos de guerra, los tratados de Ginebra, etc., por supuesto que tendríamos que reconocerla como fuerza beligerante y, ahí, convertirla en un interlocutor válido para, vía diplomática, vía política, tratar de alcanzar la paz.”

Además, la Cancillería del vecino país volvió a rechazar la presencia de las Farc en su territorio: "las expresiones del Presidente Rafael Correa reiteran la política del Ecuador de rechazar la presencia de dicho grupo irregular en territorio ecuatoriano y de censurar las prácticas atentatorias contra el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario así como conductas ilegales de apoyo al narcotráfico".

El comunicado termina diciendo que "el Gobierno del Ecuador pide una vez más al grupo irregular Farc que libere de inmediato y sin condiciones a la señora Ingrid Betancourt y a los demás colombianos y extranjeros ilegalmente retenidos bajo su control. La incondicional y pronta liberación de los secuestrados constituiría una manifestación de respeto a la dignidad e integridad personal de los retenidos, de acatamiento a normas humanitarias de vigencia universal, y un avance hacia la pacificación de Colombia”.