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El presidente saliente Néstor Kirchner y su esposa, la nueva mandataria Cristina Fernández, durante la toma de posesión, este lunes en Buenos Aires. FOTO: AP

POLÍTICA EXTERIOR

El intercambio humanitario, tema central de posesión de la presidenta de Argentina Cristina Fernández

Las gobernantes de Argentina y Chile les exigieron a las Farc la inmediata liberación de Íngrid Betancourt. “El secuestro es, tal vez, una de las formas más crueles de tortura”, expresó la mandataria socialista Michelle Bachelet.

AP / BUENOS AIRES
10 de diciembre de 2007

El presidente saliente Néstor Kirchner y su esposa, la nueva mandataria Cristina Fernández y la presidenta chilena Michelle Bachelet se manifestaron a favor de la pronta liberación de Íngrid Betancourt, secuestrada en Colombia por las Farc. Los mandatarios se sumaron a la petición de varios jefes de Estado hacia este grupo ilegal armado para que libere de inmediato a todos los secuestrados en su poder, especialmente a aquellos que están en “muy graves” condiciones de salud.
 
Por su parte, la presidenta Bachelet confirmó también este lunes que aceptó el ofrecimiento del mandatario francés Nicolas Sarkozy, para integrar un grupo de jefes de Estado que exigirá la liberación de rehenes en poder de las Farc, principalmente la ex candidata presidencial secuestrada en el Caguán.

Kirchner, durante una cena que brindaron a mandatarios y visitantes extranjeros el domingo en la noche, dijo sentirse “muy afectado por el pedido de una madre en favor de su hija secuestrada” y agradeció la presencia en la recepción de Yolanda Pulecio, madre de Íngrid, especialmente invitada por las autoridades argentinas.

“Hago votos por la liberación no solamente de la señora Betancourt sino de todos los secuestrados”, dijo Kirchner.

La nueva Presidenta, a su vez, dijo que “vamos a colaborar desde aquí, en todo lo que podamos por la liberación de Íngrid Betancourt, respondiendo al pedido que nos ha hecho el presidente francés Nicolas Sarkozy”.

Bachelet hizo el anuncio a la prensa este lunes luego de reunirse con el mandatario colombiano Álvaro Uribe en Buenos Aires, donde asisten a las ceremonias de asunción de Cristina Fernández.

“El secuestro es, tal vez, una de las formas más crueles de tortura”, dijo la mandataria. “Si bien nos parece que la liberación de todos es fundamental, la de ella (Betancourt) es de gran urgencia, porque se la ve en condiciones deplorables físicamente y tememos por su vida”, declaró Bachelet.

Uribe, según se informó, agradeció la decisión de la Presidenta y recordó que Chile conoce bien la diferencia entre democracia y dictadura, precisamente porque vivió una.

A su vez, el canciller chileno Alejandro Foxley declaró que “estamos contestando hoy día a la carta que Sarkozy le hizo llegar (a Bachelet). Estamos contestando positivamente, en el sentido de formar parte de un grupo de jefes de Estado que van a estar exigiendo que se produzca lo único humano que es posible, que es que esas personas que están sufriendo de esa manera sean liberadas, sin condiciones, en el más breve plazo posible”.

La señora Pulecio se entrevistó en la víspera con el canciller Jorge Taiana y luego declaró a la prensa que estaba agradecida por el compromiso del gobierno argentino con la causa de su hija. La madre de Íngrid también pidió que el presidente venezolano Hugo Chávez “debe seguir interviniendo en las negociaciones para liberar” a la cautiva.

La madre de Betancourt criticó al presidente Uribe que dio por concluida la gestión de Chávez y lo acusó de “poner una muralla y romper todo”, cada vez que se está cerca de un acuerdo con los guerrilleros de las Farc para un intercambio humanitario. “Yo creo que él ha sido muy desalmado con nosotros”, agregó al referirse a Uribe.