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ENTREVISTA

“El límite es lo legal”

Gonzalo Alonso, director de Google Latinoamérica, estuvo en Colombia en el evento ‘Efectividad Online: a un solo clic del consumidor’. Semana.com habló con él sobre el negocio de Google, el futuro de internet y de los medios online.

Maria Fernanda Moreno
6 de junio de 2007

Gonzalo Alonso es un mexicano que está en uno de los puestos más envidiados por los comunicadores latinoamericanos. Es director de Google Latinoamérica. Para serlo, tuvo que pasar un riguroso proceso de selección que hizo el mismo Eric Schmidt, director ejecutivo de Google. Hace honor al cliché sobre los que trabajan en las grandes ligas de internet: juventud, carisma, conocimiento y ganas. El martes pasado estuvo por primera vez en una conferencia en Colombia, en el evento ‘Efectividad Online: a un solo clic del consumidor’, organizado por Publicaciones Semana, Ariadna y Google. Allí habló del futuro de la publicidad online y de Google, por supuesto. Semana.com habló con él.

Semana.com: Google es una de las empresas mejor consolidadas de internet, con fortalezas grandísimas como You Tube, Gmail y Google Earth

Gonzalo Alonso: Tenemos estas ventajas porque nosotros no somos una compañía de medios. Somos una compañía de tecnología muy enfocada en la innovación y por ello tenemos esa proliferación de herramientas diferentes y muy poderosas en internet. Esto pasa porque nos visualizamos como una compañía de tecnología que está innovando constantemente.

Semana.com: Cada vez se diversifican más, ¿pero cómo se sostienen?

G.A.: El modelo de negocios de Google está basado solamente en publicidad. Más o menos el 90 por ciento de nuestros ingresos vienen de eso. Nuestra fortaleza es el modelo de Adword y Adsense que hemos creado para vender publicidad, distribuirla y fomentar la relación entre los creadores de publicidad y sus clientes potenciales.

Semana.com: ¿Qué viene para Google?

G.A.: Vienen unos desarrollos tecnológicos que todavía no terminamos de alcanzar. El buscador es bueno, pero nos gustaría que fuera mejor; el mail es bueno, pero nos gustaría que fuera mejor. Sentimos que todos los productos que tenemos son completamente mejorables. Todavía tenemos que trabajar para aterrizarlos y mejorarlos. La misión de Google es organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible. Cuando decimos organizar la información del mundo, no nos referimos sólo a lo que está en la red, sino a lo que está en todo el mundo, al acerbo cultural completo de la humanidad. Está claro que eso no se va a hacer en mi vida, eso va a ser en varias vidas, de varias personas. Entonces el reto es gigante. Estamos en un camino que apenas estamos empezando a caminar. Google es muy joven, así que vamos a ver qué pasa en algunos años.

Semana.com: ¿Y qué viene para internet? Tenemos en una orilla Wikipedia, una enciclopedia fortísima. Y por otro lado está YouTube, que ustedes acaban de comprar.

G.A.: En los dos ejemplos que me acabas de poner hay una constante: los usuarios juegan un rol predominante. Wikipedia es la primera enciclopedia hecha por usuarios para usuarios. Y Youtube es una herramienta que en su corazón está que usuarios suban contenido generado por usuarios para que otros usuarios lo puedan ver. Lo que te quiero decir es que yo, como Gonzalo Alonso, creo que el futuro está basado en esta tercera dimensión de las redes sociales, que van a jugar el próximo paso muy importante en internet. Van a tener éxito todas las plataformas de tecnologías que le ayuden al usuarios a hacer estas redes sociales, a comunicarse con ellas, a transmitir mensajes, contenido, etc.

Semana.com: Aquí entra entonces la pregunta sobre los medios, ¿qué pueden hacer para seguir vigentes?

G.A.: Lo que sucede con los medios es que tradicionalmente han tenido un filtro entre el que quiere mostrar algo y el que lo quiere ver. El filtro viene en muchas formas y dispositivos. Por ejemplo, para la prensa, el filtro es el editor, que dice “tu no puedes publicar esto, o, tu puedes publicar esto, pero lo publicas así”. Eso determina en gran parte lo que la audiencia puede o no ver. Lo que está sucediendo en internet con herramientas como Blogger o YouTube, es que el editor es el mismo que hace, sube y distribuye el contenido. De modo que este filtro ya no existe. Y todo parece indicar que lo que le está encantado a los usuarios es sentir que este filtro desapareció y que están recibiendo la información y el contenido tal cual fue hecho, en una forma completamente natural. Esto es muy visible en Youtube, donde los videos que más éxito tienen fueron cien por ciento generados por un usuario común y corriente, como los chinos que cantan las canciones de los Back Street Boys o el video de los que hacen la ola y surfean en Copenhague.

Entonces, desde mi punto de vista lo que tendrían que hacer los medios “tradicionales” es unirse a esta ola donde le estamos dando a la gente lo que pide. Para eso hay que escucharlos y conectarse con ellos. Y hay que dejar de verlos como esta “masa de lectores”, ¿cuál masa de lectores? Cada lector es una persona que tiene una necesidad muy específica. Hay muchas formas de hacerlo. Ahora, yo no creo que vayan a desaparecer los medios. Creo que todos los medios van a prevalecer. Yo leo el periódico todas las mañanas, me encanta el papel. Igual me pasa con los libros. Me encanta leer en mi computadora cosas, pero ahora que tengo que estar en un avión por diez horas, llevo mi libro y lo voy a leer. De modo que no estamos proponiendo la desaparición de los medios. Lo que creemos es que sí va a haber una evolución y van a haber ajustes. Todos los medios se van a tener que ajustar a esto.

Semana.com: Ahora hay todo un debate sobre los usuarios agresivos en internet, que a través de los comentarios insultan a los autores o a los protagonistas de las historias, ¿qué hacer?

G.A.: ¿Y qué tiene eso de malo?, ¿se ofende el autor o qué pasa? Yo te diría que el límite es lo legal. Si se transgrede el marco legal, tiene que haber de inmediato una respuesta. Yo dejaría que mis usuarios publicaran lo que quisieran hasta que el autor decidiera demandar a alguien por difamación.

Semana.com: Pero los medios les dan el espacio a estos usuarios para que calumnien e insulten

G.A.: Lo que tu me estás proponiendo es censura, establecer uno de esos filtros de los que yo estaba hablando, que están entre el contenido que la gente quiere poner arriba, y lo que la otra gente quiere leer. Y desde mi perspectiva, esos son los filtros que hay que tirar para que los usuarios retomen el poder que estamos viendo que la red tiene.

Semana.com: ¿Entonces qué se puede hacer?

G.A.: Lo que nosotros hemos observado a través de YouTube y Orchid en Brasil, es que cuando quitas estos filtros y permites que la gente sea el protagonista de la generación de contenido, sucede algo muy curioso: la comunidad va regulando. En YouTube tu puedes decir “este video está infringiendo alguna de las reglas que yo considero que nos son correctas, como que sea muy violento, o tenga contenido pornográfico”. Y cuando la comunidad decide ponerle banderitas a estos videos, nosotros ponemos una pantalla que dice: “el video que usted va a ver lo han identificado miembros de la comunidad como un video que contiene violencia o pornografía”. Si el usuario quiere ver el video, lo hace, pero ya está avisado. Es una forma muy efectiva para que la comunidad ponga sus propios límites y le avise a la gente lo que va a ver. Ya no es un filtro, ya no hay una edición, lo que estoy haciendo es volver a la comunidad responsable por lo que va a hacer. Pero si la ley dice que debemos bajar un video porque está rompiendo una ley, entonces se baja. Pero hasta que no se llega ahí, todo lo demás es censura.

Semana.com: ¿Desde Google qué han identificado qué le gusta al usuario hispanoamericano?

G.A.: Creemos que ya no existen los demográficos tal y como los concibe la mercadotecnia. Aquí no hay tal cosa como lo que le gusta hacer a los latinoamericanos.

Semana.com: ¿No hay un sesgo?

G.A.: No. Aquí hay tal cosa como lo que le gusta hacer al internauta. Y dentro de ese grupo hay internautas que les gusta ver videos en Youtube o chatear. Pero no podemos decir que a los colombianos les gusta hacer algo diferente a los mexicanos.