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La práctica del yoga es una disciplina que fortalece la mente y el cuerpo. En Colombia cada vez tiene más adeptos.

RELAJACIÓN

El yoga de la conciencia

La práctica del yoga gana cada vez más adeptos en el país. Una de las disciplinas es el kundalini yoga, una técnica con más de 5.000 años de antigüedad. Quienes la practican aseguran que es un método rápido y efectivo para tomar conciencia del cuerpo y la mente.

Carolina Vegas
25 de octubre de 2006

Respirar es un acto tan básico y elemental, que pocas veces se es consciente de cómo se hace y sobre todo para qué. Pero es precisamente ahí donde se encuentra la clave misma del existir humano. Cuando se deja de respirar se muere, por lo tanto el acto de inhalar y exhalar es lo que nos mantiene vivos.
 
Al mismo tiempo la manera como se haga, la cantidad de oxígeno que entra, el ritmo, y si se hace por la nariz o por la boca, influyen directamente en el estado mental y anímico, el ritmo cardíaco y la temperatura corporal. Y en gran medida es la respiración la clave del yoga, especialmente del kundalini yoga.
 
“El aliento, la respiración, es la fuerza de la vida”, dijo Bibiji Inderjit Kaur Khalsa el 3 de octubre durante una charla de dio a un grupo de alumnos de kundalini yoga en Bogotá. Ella es la viuda de Yogui Bhajan, el hombre que trajo esta práctica milenaria a Occidente a finales de los años 60.

Con ella también viajó el gran maestro, Gurubachan Singh Khalsa, discípulo de Yogui Bhajan, quien suele visitar el país por lo menos una vez al año desde hace algún tiempo. En su muy fluido español, este hombre alto y grande, dijo: “Siempre estamos pensando en el futuro y nada está en nuestro control. No dedicamos tiempo para nosotros mismos, para conocernos, para tener la riendas de nuestra propia mente”. Y es esa la intención principal de la práctica, aprender a conocer el cuerpo y la mente.

Desde hace unos cuantos años la fiebre por el yoga se ha tomado al mundo. Esta técnica india y ancestral cobró especial interés para millones de personas que lo practican actualmente. En gran medida la ‘moda’ creció gracias al boom de la Nueva Era y a que famosas estrellas como Madonna empezaron a elogiar los beneficios de la práctica.
 
Existen muchos tipos de yoga: el yoga nidra, que se basa en la relajación profunda. El hatha yoga o yoga de las posturas, mucho más activo y enfocado al cuerpo, al manejo de la energía y al perfeccionamiento de las posturas. Entre los yogas enérgicos están también el vinyasa yoga, el ashtanga yoga y el power yoga, entre otros. Por su parte, el kundalini yoga es denominado el yoga de la conciencia y es muy dinámico y potente.

El fin principal de todos los estilos de yoga es despertar la energía kundalini, que según las creencias antiguas es el gran poder que reside en la base de la columna vertebral, en lo que es conocido también como el primer chakra, y que es representado como una serpiente enroscada.
 
Los ejercicios y las posturas han de lograr que esta serpiente se desenrosque y la energía o prana suba por toda la espalda activando todos los chakras. Los chakras son los siete centros que manejan la energía del cuerpo y que están situados de la raíz de la columna a la coronilla.

Quienes siguen las enseñanzas del kundalini yoga aseguran que la gran diferencia con otros estilos de yoga es que los resultados se empiezan a sentir muy pronto. El beneficio principal de este tipo de práctica es la conciencia del cuerpo, de los pensamientos, de la energía que fluye y, ante todo, de la respiración.

Las enseñanzas de Yogui Bhajan tienen más de 5.000 años de antigüedad y son tan poderosas que siempre se deben hacer con las indicaciones de un profesor. Algunos detractores aseguran que puede llegar a enloquecer a las personas. “Nunca he conocido a una sola persona a la que le haya hecho mal la práctica”, dijo a SEMANA.COM Laura Álvarez, quien dirige el centro Happyyoga (www.happyyoga.com) en Colombia, hace kundalini yoga desde hace ocho años y es profesora hace cinco.
 
Lo que sí es cierto, asegura ella, es que este es un tipo de práctica devocional, es decir que conecta a las personas con lo sutil y lo espiritual, sin tener tintes religiosos, y por lo tanto puede cambiar la percepción de las personas.

Principalmente da herramientas para la vida diaria, es decir que las se aprenden posturas, respiraciones y meditaciones que pueden ser practicadas en momentos de tensión, enfermedad o cuando hay problemas para dormir. Lo que busca es el desbloqueo total y en una clase se puede pasar de la risa al llanto, porque el cuerpo está reorganizando químicos y hormonas que influyen directamente en el estado anímico. El kundalini yoga también fortalece el sistema nervioso central, regula el sistema endocrino y la digestión.

Una clase normal suele tener pranayamas (ejercicios de respiración), meditaciones, mantras (en donde por medio de las vibraciones de tonos y palabras se busca un cambio en la corriente energética del cuerpo) y una kriya.
 
La kriya es el punto central, un conjunto de ejercicios destinado a algo especifico que puede ser, por ejemplo, limpiar el hígado, mejorar la comunicación o liberarse de los miedos. Existen miles de kriyas con diferentes fines terapéuticos y en teoría una clase de kundalini yoga nunca debería ser igual a otra. Las clases suelen ser fuertes y el cuerpo es llevado más allá de los límites que cada quien se ha impuesto a través de los años.
 
La práctica comienza con el mantra Ong Namo Guru Dev Namo, que traduce: “me abro a la energía creativa primordial y a escuchar al maestro interior”; y al terminar se canta tres veces Sat Nam, que significa “el nombre de la verdad”. La verdad de cada uno es distinta y por eso cada quien se encontrará con obstáculos diferentes en su camino al desbloqueo.

El maestro Yogui Bhajan además de traer la práctica a Occidente la puso a disposición de todos. Hasta entonces esta técnica había estado reservada a reyes y sacerdotes de las castas más altas dentro de la sociedad india. Pero la enseñanza más grande que dejó fue que no quería estudiantes ni discípulos, sino maestros y profesores.
 
Por esto, el aprender a enseñar esta práctica es uno de los puntos fundamentales y quien así lo desee puede convertirse en profesor. “Si quieres aprender algo léelo, si quieres saber algo, escríbelo, si quieres dominar algo, enséñalo”, fueron sus propias palabras. Y a Colombia llegarán dos grandes maestros y docentes de este arte, Hargobind Singh Khalsa y Hari Dev Kaur, quienes dictaran el nivel I de Formación de Profesores de kundalini yoga en noviembre.

Para practicar este tipo de yoga no es necesario ser iniciado, cualquiera puede acceder a él. Además de brindar herramientas para el conocimiento de sí mismo, como explicó Laura Álvarez,“el kundalini yoga no aleja a la gente de la vida, al contrario, quiere personas que sean guerreros, presidentes, gerentes, que tengan las herramientas para dirigir su propia mente, su vida, su hogar”.