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Esta imagen fue captada por Juan Carlos Sierra, fotógrafo de SEMANA, al mediodía de este lunes 4 de febrero en la carrera Séptima con calle 72, en Bogotá. | Foto: Juan Carlos Sierra

MARCHAS MULTITUDINARIAS

En las calles del mundo entero millones de personas le gritaron a las Farc ‘No más secuestros, no más violencia’

En una movilización sin precedentes en la historia del país, la gente le exigió a las Farc parar de inmediato su barbarie. Las concentraciones fueron emotivas y pacificas. Hubo colombianos caminando en los cinco continentes.

4 de febrero de 2008

La política moderna está atada a los símbolos. Por ejemplo, un joven con un libro frente a un tanque de guerra en La Pplaza Tiananmen se convirtió en un símbolo más contundente que los miles de discursos para denunciar la represión del gobierno comunista chino. Es probable que en el futuro inmediato las Farc no vayan a cambiar sus posturas criminales, pero con el paso de los días, los símbolos dejados por la marcha de este lunes sí dejarán una huella profunda en su historia. Por primera vez, el país entero se volcó a las calles a decirles que no los quieren, que no aceptan más sus secuestros, que los rechazan profundamente.

Muchos analistas consideran que las Farc harán oídos sordos a las concentraciones. También es probable. Sin embargo, para un grupo que aspira a tomar el poder con las jornadas de este lunes sus opciones están prácticamente aniquiladas.
 
La protesta mostró de paso el extraordinario poder del Internet. Tras las dolorosas imágenes de los secuestrados –en particular las que mostraban a Ingrid Betancourt-, un grupo de jóvenes puso a rodar por el ciberespacio la idea de salir a la calle este 4 de marzo. Ningún político en la historia del país había obtenido en tan poco tiempo una aceptación tan positiva y mayoritaria. Esto refleja las dos caras de un país. De una lado, unos jóvenes que estudian y con las armas que les da la tecnología imponen sus ideas, de otro un grupo armado que desde las montañas impone su ley desde hace más de medio siglo.

Pero, ¿qué fue lo que pasó este lunes? En resumen el cuento es el siguiente. Millones de colombianos vestidos de blanco y con pancartas contra la guerrilla de las Farc marcharon este lunes en el país convocados por jóvenes a través de Internet bajo la consigna “No más secuestros. No más mentiras. No más muertes. No más FARC”.
La manifestación callejera contra las Farc, empezó a gestarse hace exactamente un mes desde la comunidad de Facebook, y se hizo extensiva a varias otras ciudades del mundo, como solidaridad con Colombia y en demanda de la liberación de secuestrados por la guerrilla.
 
Marchas en 165 ciudades

Los convocantes en Internet dijeron que miles de personas de 165 ciudades en los cinco continentes confirmaron su participación en la iniciativa.

De acuerdo con informes preliminares, en la jornada hubo marchas en Caracas, Buenos Aires, Lima y otras ciudades latinoamericanas, y en urbes europeas como Londres, Lisboa y Madrid.

Sin embargo, familiares de los secuestrados por las Farc en Bogotá se concentraron en iglesias, en lugar de participar en las marchas, aduciendo que preferían rezar por sus seres queridos y evitar que la guerrilla tomara represalias contra los secuestrados.

“No creo que odiando a los actores armados vamos a conseguir paz en el país”, dijo Aida Alzate, una estudiante de 21 años, cuyo tío Norbey Alzate, está secuestrado desde hace tres años en Urabá una región del noroeste colombiano.

“El país necesita paz, necesita diálogo y no necesita más polarización, ni más muertos”, señaló Alzate a los reporteros en una iglesia del centro de Bogotá donde se congregaron parientes de rehenes y más de un millar de personas.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, indicó a los periodistas en la céntrica Plaza de Bolívar que sólo en la capital estimaban que al menos medio millón de personas habrían respondido a la convocatoria a lo largo de la jornada.

Las Farc “tienden a hacerse las sordas y las ciegas...(pero) yo no descarto que algunos líderes de las Farc alcancen a sopesar, a raíz de esta marcha, un cambio muy fuerte de su actitud”, dijo Antanas Mockus, ex alcalde bogotano y un activista de la sociedad civil.
 
¡No más Farc, no más Farc!

Las principales avenidas de Bogotá se congestionaron con personas de camisetas blancas, globos y banderas de Colombia que gritaban “¡Libertad, libertad!” y “¡No más FARC, no más FARC!”.

Todos los noticieros de televisión mostraron las impresionantes imágenes con millones de personas en las calles.

Actos a favor de la paz y por el intercambio humanitario de rehenes por guerrilleros presos llegaron incluso a poblados que han sido bastiones de los insurgentes. En San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá y una de las zonas más golpeadas por esta guerrilla, unas 200 personas se congregaron temprano en la plaza del pueblo para pedir paz y el fin del secuestro, dijo telefónicamente el alcalde de la ciudad, Hernán Cortez.

La consigna de la marcha en el país, centrada en contra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, generó una controversia sinfín sobre si la protesta fue manipulada por el gobierno del presidente Álvaro Uribe, a favor de su política de mano dura contra los rebeldes, o si debió abarcar una condena a todos los grupos armados ilegales.

Muchos de los manifestantes dijeron que decidieron marchar contra todos los grupos armados. “Marcho porque no voy a dar ninguna razón para la guerra. Ninguna guerra tiene justificación”, dijo Ana Cecilia Ariza, un ama de casa de 56 años, quien junto a otro centenar de personas marchaba por el centro de la ciudad, pero con camisas negras en las que se leía en letras rojas “Ninguna guerra en mi nombre”. Sin embargo, eran sectores minoritarios porque la gran masa estaba vestida de blanca y coreando consignas en contra de las Farc.
 
La marcha quizá no “sirva para nada, pero prefiero estar aquí que en la casa, esperando a que ellos (los rebeldes) sigan matando y secuestrando”, aseguró Liliana Sánchez, una estudiante de medicina de 20 años enfundada en una camiseta con las consignas de la protesta, vendidas por toda la ciudad desde hace varios días por comerciantes ambulantes.
 
El mensaje de Consuelo

El mensaje de la marcha “es una notificación a las Farc y grupos insurgentes, no pueden seguir aplicando tanta violencia y mecanismos que nos hacen tanto daño, pero las familias hubiéramos preferido que todo el mundo marchara por el acuerdo humanitario”, dijo en una iglesia del centro capitalino, Consuelo González, quien fue liberada el pasado 10 de enero por las FARC tras casi seis años de cautiverio.

Incluso aquellos que criticaron el motivo principal de la marcha, contra las Farc, por considerarlo muy limitado, se presentaron en la jornada en la Plaza de Bolívar. El senador Carlos Gaviria, del izquierdista partido Polo Democrático, entre los más críticos del acto y del gobierno del presidente Uribe, indicó en la plaza que “en una sociedad pluralista cada uno puedo manifestarse como le parezca más pertinente”.

Sin embargo, una consecuencia colateral de la marcha fue la fractura del Polo Democrático Alternativo. Líderes como Lucho Garzón , Gustavo Petro, María Emma Mejía, Antonio Navarro marcharon en contra de las Farc. En cambio, la considerada línea dura encabezada por Gaviria y Wilson Borja enviaron confusos mensajes como el delirante de que la marcha era un acto violento contra las Farc. Con el tiempo se irán decantado las consecuencias que la jornada también produjo en este movimiento de izquierda.