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Contra el lugar común

En defensa de las gordas

Ivonne Wilches Mahecha propone la plataforma ideológica de un movimiento en defensa de las gordas, víctimas de uno de los prejuicios más arraigados en la sociedad

Ivonne Wilches Mahecha
17 de octubre de 2004

PLATAFORMA IDEOLÓGICA

Ante la creciente popularidad de los gimnasios y la avalancha diet y light, no sólo de productos de consumo que intentan reducir y culpabilizar los placeres orales, sino de todas esas ideas que quieren imponer pensamientos también dietéticos, para adelgazar nuestra imaginación, creatividad y reflexión, apuntando a la estrechez de la confrontación y la crítica, un grupo de asertivas mujeres gordas, en uso de nuestros derechos y basándonos en un fuerte sentido de plenitud, hemos decidido expresarnos.

Queremos rescatar y defender el placer de la redondez, la magnificencia de la abundancia, la generosidad de un terreno blando donde rebotar. No hay nada mejor que la tibieza de un cuerpo abollonado que se acomoda a otras formas para acogerlas. (¿Han pensado cómo les enterrará Madona los huesos a sus intrépidos amantes?) La ternura nos pertenece, o ¿han visto algo tierno que no sea redondo?

Expresamos nuestro rechazo a la discriminación de que somos víctimas y estamos seguras de obtener apoyo de más compañeras.

¡POR EL DERECHO A COMER SIN CULPAS, ¡UNÁMOSNOS!... Aunque quedemos un poco estrechas...

Asociación en Defensa de las Gordas 'Redondez'

REQUISITOS PARA INGRESO: Es muy fácil ingresar a Redondez, sólo basta con llenar (qué palabra tan deliciosa...) algunos simples requisitos que exponemos a continuación. Además, nuestro ancho siempre permitirá que parezcamos más de las que somos...

1- SER GORDA: No sirve 'sentirse gorda', pues de ser así tendríamos que soportar en nuestras filas a esas ridículas flacuchentas que simplemente habitan un cuerpo vergonzante. Tener algún gordito por ahí, las tetas caídas o el trasero ancho no es requisito suficiente para pertenecer a la asociación. Hay que 'ser gorda', sin lugar a dudas.

2- SER MUJER: Aunque aceptamos la solidaridad de los compañeros gordos, la presión social y cultural que padecemos las mujeres en relación con la figura es mucho mayor la de los hombres. Por otra parte, como somos quienes con mayor frecuencia hacemos el mercado, cocinamos y damos de comer, tenemos que reivindicar el derecho a comernos lo que compramos, cocinamos, etc.

3- ESTAR ORGULLOSA DE SERLO: Nos referimos a sentirnos orgullosas de ser mujeres plenas, rebosantes, que no podemos pasar inadvertidas. Tan sólo pensar en iniciar una dieta, asistir a un gimnasio o envidiar el cuerpito de Margarita Rosa de Francisco puede ser motivo para la expulsión de la asociación.

No hay cuota de afiliación, basta con devorarse, sin sentimientos de culpa, un ponqué, un helado de vainilla con crema, patacones, torrejas, yuca frita, puré de papas, pan con mantequilla y mermelada, dulces, muchos chocolates, más chocolates, tamales... todo lo que no sea dietético, bajo en calorías, sano o sin químicos.

Un abrazo más grande que esos abracitos delgados, y ¡buen provecho!

Asociación en Defensa de las Gordas 'Redondez'

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