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En qué andan los desmovilizados

De los 41 mil desmovilizados de las AUC, la mitad está estudiando, el 10 por ciento trabajando, 536 están capturados, 236 han muerto y de 141 no se sabe nada.

Andrea Peña
7 de julio de 2006

Tres meses después de la última desmovilización de las AUC, el país conoció el primer informe sobre la situación de los 41.026 paramilitares reinsertados que entregaron sus armas durante los últimos dos años y medio.

A partir de las cifras de la oficina del Alto Comisionado para la Paz sobre los reinsertados de las AUC (30.944 desmovilizados colectivamente y 10.082 de manera individual) la Policía Nacional, encargada de monitorearlos y controlarlos, reveló este viernes que el 70 por ciento de ellos está ubicado en los departamentos de Antioquia, Córdoba, Cesar, Magdalena y Santander. El 30 por ciento restante está en departamentos como Meta, Atlántico, Cundinamarca y Valle.

“La idea es que los reinsertados no estén perdidos, que los estemos vigilando en donde estén para no permitir que vayan a tomar caminos desviados, que vayan a delinquir o que vayan a terminar nuevamente en manos del narcotráfico”, dijo el general Jorge Daniel Castro, director de la Policía Nacional.

Lo que están haciendo

La mayoría de los reinsertados, que son 19.964, están estudiando. De estos la mitad está haciendo la primaria. Otros están terminando la secundaria y capacitándose en el SENA. Noventa y tres están en la universidad. En labores de convivencia y seguridad ciudadana (o sea trabajando como auxiliares, guardaparques y en seguridad privada) hay 5.652 desmovilizados en todo Colombia.

Sólo el 10 por ciento tiene un empleo permanente. Hay 4.402 hombres y mujeres en ocupaciones como salvavías con el Fondo de Prevención Vial, en proyectos de agricultura, piscicultura, ganadería, industria y comercio, trabajando como erradicadores manuales en sus zonas (como Vicente Castaño y varios de sus hombres que están arrancando coca en Amalfi) y hasta en España, donde 30 desmovilizados están recogiendo fruta, gracias a un convenio de Colombia con el país ibérico.

El Ministerio del Interior asegura que desde el 2003 se han financiado 2.806 proyectos productivos individuales, principalmente en áreas como el comercio, la agroindustria, la vivienda y manufactura. Y aunque las cifras del Gobierno hablan de 5.318 beneficiarios de trabajo formal e informal, no hay discriminación de quiénes de estos están ubicados en el sector público y en el privado. Según dicen en el Ministerio del Interior, los empresarios prefieren no aparecer en público como ayudantes de la causa. Pero en todo caso son muy pocos según los resultados entregados hoy.

En consecuencia, 2.415 desmovilizados tienen trabajos temporales como, por ejemplo, en la logística del pasado Festival de la Leyenda Vallenata que se celebra en Valledupar, donde estuvieron 500 ex autodefensas. En espectáculos públicos como conciertos se han empleado 1.295; en eventos deportivos trabajaron 230; y en las terminales de transporte y turismo en la época de Semana Santa, hubo 200.

Sin embargo, Janeth Giha, de Fundación Ideas para la Paz, no cree que el balance sea tan positivo: “Aunque respecto a otros países se puede decir que somos los mejores, no hay punto de comparación porque Indonesia, El Congo, Angola y Mozambique no tienen condiciones como las nuestras. El gran problema colombiano es el enfoque porque aquí se piensa en emplearlos y no en hacerlos empleables. Tampoco hay un seguimiento y evaluación juicioso a cada desmovilizado, porque no tenemos el método", dice.

Saldo en rojo

En el balance también hay saldos en rojo: hoy no se tiene noticia de 141 desmovilizados que no han cobrado ayuda humanitaria, no se han presentado a los Centros de Referencia y Oportunidades (CRO), ni tampoco a las actividades establecidas del programa que para ellos tiene el Ministerio del Interior.

Además, durante los últimos tres años se capturaron 536 desmovilizados, la mayoría por delitos como fabricación y porte ilegal de armas, homicidio y lesiones personales. Doscientos treinta y seis murieron como consecuencia del consumo del licor, tráfico de estupefacientes, ajustes de cuentas, manipulación de artefactos explosivos y participación en atracos. Por riñas callejeras resultaron heridos 39.

Desde luego, el otro dolor de cabeza ha sido la nueva generación de paramilitares que ha brotado en algunas regiones del país como Nariño y Norte de Santander. “Todas esas bandas criminales están asentadas alrededor de cultivos ilícitos y el narcotráfico”, dijo el general Castro sobre los casi 2.400 desmovilizados que, al parecer, están involucrados en estos hechos. Dentro de estos últimos, obviamente se encuentran varios que están empleados o estudiando.

Para saber todo estos datos, la Policía visitó los lugares de trabajo, sus residencias, los institutos de capacitación, las entidades prestadoras de salud, las zonas de ubicación temporal y varias entidades crediticias donde los reinsertados cobran sus estipendios y en las reuniones periódicas.