En su versión libre ante la Fiscalía, el paramilitar ‘Ernesto Báez’ niega haber participado en asesinatos

“En Colombia no hay historia patria sino clínica”, decía 'Báez' en su segunda audiencia de versión libre. Leyendo apartes de su próximo libro, hizo alarde de su acostumbrada retórica. Contó los sucesos que había visto u oído, con dos aspectos constantes; los protagonistas de sus relatos están muertos y en ninguno de estos hechos resulta él como actor material, ni siquiera intelectual.

El pasado jueves 19 de abril, el ex jefe paramilitar tampoco aceptó haber participado en asesinatos, por el contrario, narró cómo fue que los narcotraficantes José Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el ‘Mexicano’, y Pablo Emilio Escobar Gaviria planearon, en la isla La Fantasía, el magnicidio del dirigente liberal y virtual presidente de Colombia, según las encuestas de ese momento, Luis Carlos Galán. El inmolado político era en su momento uno de los más feroces críticos de la mafia.

‘Báez’ contó cómo tiempo después, a la mesa de negociaciones para la desmovilización de las autodefensas de Puerto Boyacá, comandadas por Ariel Otero, concurrieron miembros del gobierno del entonces presidente, César Gaviria, Otty Patiño, Álvaro Jiménez y Jaime Rueda Rocha, a quien señala como el actor material del magnicidio de Luis Carlos Galán. ‘Báez’, haciendo eco de un comentario de Rueda Rocha, sostiene que los hombres al mando de éste portaban carnés del B2, expedidos por medio de la Brigada número 13, y tenían contacto con Jacobo Torregrosa, quien fuera jefe de escoltas de Galán. En esa desmovilización se entregó la mitad de las armas, pero para esa entrega fue fundamental la ayuda del M-19, de Ricardo Santamaría y Andrés Peñate, delegado del gobierno de Gaviria, no el actual, éste es más joven.

El ex jefe paramilitar aseguró que cómo Henry López, también jefe de las autodefensas, se comprometió a colaborar con el DAS, en cabeza del general Miguel Alfredo Maza Márquez, para entregar a Pablo Escobar en lo que se denominó la operación Apocalipsis 2. Al general Maza Márquez no le importaba la fuga de Rueda Rocha ni encubrirlo en Puerto Boyacá, sólo le interesaba su lucha contra Escobar.

Ante semejantes vinculaciones, el general Maza Márquez rechazó con vehemencia cualquier nexo con los delincuentes. “Mi vida es un libro abierto. No se le puede dar crédito a semejante señor”, reaccionó Maza.
La vinculación de Maza con la muerte de Galán fue calificada por el ex director del DAS como producto de un “hombre perturbado mental”

La presencia de las víctimas en estas audiencias ha sido mínima y apenas el jueves 19 de abril, día de la segunda versión libre de ‘Báez’, una víctima, Teresita Gaviria, presidenta de la asociación Caminos de esperanza madres de La candelaria, pudo preguntar por su hijo desaparecido desde hace nueve años. ‘Báez’ se acercó al grupo de Las madres cuando Teresita, intentando investigarle por su hijo, rompió a llorar; él, extendiendo su brazo sobre ella, dijo no saber nada y prometió indagar al respecto.

En su primera versión libre ante el fiscal 14 de Justicia y Paz, el pasado miércoles 18 de abril, ‘Báez’ habló del asesinato del periodista Jaime Garzón, a manos de alias ‘Candado’, de la banda La Terraza, También mencionó que la muerte de Elkin Sánchez Mena, alias el ‘Negro’, se dio por orden de Carlos Castaño, según él asesinado por alias ‘Monoleche’, y el secuestro de la senadora Piedad Córdoba, en 1999, también fue planeado por Castaño, luego que éste conoció conversaciones telefónicas entre la congresista y Francisco Galán, jefe guerrillero del ELN, en ese entonces recluso en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí.

La Fiscalía tiene 14 procesos en contra de ‘Báez’, entre ellos 22 homicidios, pero este artillero de la palabra, como se ha autodenominado, no acepta más cargos en su contra que el de concierto para delinquir; niega su participación en la masacre de la Rochela, los homicidios de Alma Rosa Jaramillo Lafaurie y el del periodista José Emeterio Rivas. En sus relatos, el responsable de los homicidios es Carlos Castaño, mas él nunca ha empuñado un arma para matar a nadie y gracias a la Divina Providencia ninguno de mis familiares, ni siquiera el más lejano, ha sido víctima de la violencia. “Me siento identificado con el senador Gustavo Petro cuando dice que fue guerrillero por muchos años, pero nunca mató a nadie. La diferencia radica en que Petro está libre, y yo, en la cárcel”.