El acusado
Ernesto Samper
Quizá el presidente colombiano más cuestionado durante el ejercicio de su cargo. Poco después de su triunfo en las urnas ante el conservador Andrés Pastrana fue salpicado por los ‘narcocasetes’ que desataron el escándalo por la infiltración de dinero del cartel de Cali a la campaña que lo llevó al poder
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.Su administración tuvo que soportar la zozobra del naufragio ante la presión de Estados Unidos y algunas denuncias sobre conspiración. Sin embargo logró mantenerse en el cargo gracias a una investigación política que le hizo el Congreso de la época. La comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes, juez natural del primer mandatario, lo absolvió de los cargos. El daño que esta crisis le causó al país fue enorme: En el contexto internacional Colombia quedó marcada como un narco-estado. Para sacudirse de esta mala racha, Samper buscó protagonismo internacional en foros distintos a los del hemisferio norte, vendió la tesis de la corresponsabilidad de los países consumidores en el problema de las drogas, le declaró la guerra a los carteles y realizó obras sociales que le granjearon el respaldo de las bases populares del país.