“Esta ley no invita a una paz real:” Jorge 40

“Estoy acá para contar mi historia de lo que fue mi participación en las autodefensas y mi desempeño como comandante del Bloque Norte; estoy acá, señora fiscal, por apostarle a la paz de Colombia”, dijo Jorge 40 a la fiscal Deicy Jaramillo cuando esta le preguntó si conocía los motivos por los cuales ha sido postulado a la ley de justicia paz.

En su primer día de versión libre, el pasado martes, ante la fiscal de Justicia y paz, Jorge 40 comenzó a precisar el volumen de militantes y combatientes del Bloque Norte que se desmovilizaron, las tierras y otros bienes con destino a la reparación que está dispuesto a entregar, informar cuántos se desmovilizaron, sobre los desaparecidos y las fosas comunes. Pero también expresó su inconformidad por el comportamiento del Gobierno en este proceso, pues dio a entender que ha sido irresponsable, se precipitó y no fue claro en la negociación que propuso a los comandantes de las Auc.

Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, llegó al Centro Cívico en Barranquilla a las 12:45 p.m. fuertemente escoltado. Vestía una camisa azul, se había recogido el cabello con una cola y había pulido su barba. Vestía una camisa azul y pantalón habano. Desde tempranas horas de la mañana aproximadamente unas trescientas personas, víctimas del accionar de los hombres del Bloque Norte, provenientes de Chivolo y Pivijay, Magdalena, se presentaron ante la fiscalía para escuchar la versión del jefe paramilitar cuyo bloque tenía frentes en el Cesar, Magdalena, Guajira y Atlántico.

La fiscal comenzó haciendo una presentación de los procesos que hay en contra del bloque norte en los departamentos de Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira, el número de víctimas, las investigaciones adelantadas, las solicitudes de extradición en su contra, el registro sobre homicidios múltiples, desplazamiento y desaparición forzada, secuestros, torturas, perturbaciones a la propiedad y delitos de género entre otros. El departamento donde se registraron el mayor número de homicidios fue el Cesar donde la fiscalía tiene documentados 3.647, homicidios múltiples 14, desplazamiento forzado 458, desaparición forzada 482 y otros delitos 69. Durante los años que el Bloque Norte incursionó en los 101 municipios de estos cuatro departamentos, doscientas cincuenta y siete mil personas fueron desplazadas de sus regiones.

Una muestra de esa aterradora cifra, fue la nutrida presencia ayer en la audiencia de habitantes del corregimiento de Pueblo Nuevo, Primavera, jurisdicción del municipio de Chivolo, Magdalena, habitada mayoritariamente por parceleros que habían adquirido sus tierras por titulación que les hiciera el Incora en el año 1991. Fueron cerca de 120 predios de más treinta hectáreas cada uno y todos los habitantes salieron del pueblo en diciembre del año 1996. Algunos viven en Barranquilla y Soledad y se hicieron presentes pues quieren recuperar sus tierras y rehacer el pueblo.

En las generales de ley Jorge 40 manifestó de manera reiterada su inconformidad por la manera cómo el gobierno procedió a hacer la desmovilización. Dijo que la desmovilización del Bloque Norte fue “irresponsable de parte de quienes estábamos comprometidos, porque, agregó, fue una desmovilización a la carrera, donde 24 horas antes de ir al escenario de la parada estábamos con gente en las montañas porque los plazos fueron muy cortos para la cantidad de zonas donde operábamos”. En la misma tónica de la declaración anterior, dijo que el día de la desmovilización había manifestado su preocupación porque “esta ley no invita a una paz real. Si así fuera, la desmovilización hubiera sido 10 veces más grande de lo que fue”. Estas afirmaciones sembraron dudas y se espera que en próximas audiencias precise lo que quiso decir, pues el número de hombres que conformaban el Bloque Norte era de aproximadamente 4.700 hombres.

La fiscal le preguntó si el bloque se desmovilizó o desmanteló en su totalidad, a lo cual respondió que su orden era que todas las estructuras armadas y de milicias debían acudir a la desmovilización como un gesto de paz con la gente de los territorios que defendieron, pero, dijo: “Si usted me pregunta si todos llegaron a la desmovilización, eso no podría contestárselo”.

Una pregunta que le molestó obedeció a una afirmación del gobierno contenida en un informe entregado a la fiscalía según el cual el Bloque Norte entregó una relación informal de bienes. Jorge 40 dijo que el único informal ha sido el Gobierno pues él, el día de la desmovilización, entregó un listado de bienes y los funcionarios, dijo “nunca recibieron esas tierras que estábamos devolviendo para que el gobierno buscara a sus verdaderos dueños”. Algunos de los dueños se encontraban en la sala acondicionada para las víctimas. Jorge 40 dijo que a esas tierras de Chivolo, la Jagua y Villa Germania había llegado la guerrilla dando de baja a sus propietarios y la habían repartido entre sus milicias. Pero muchas de las víctimas que escucharon la versión consultadas por Semana.com, dijeron que eso es falso. En el caso de las tierras de Chivolo el Incora había repartido 3.000 hectáreas entre campesinos que mostraron los títulos de propiedad de una finca conocida como La Pola. Esas tierras hoy están abandonadas. Un grupo de antiguos parceleros estuvo hace quince días y no encontraban sus casas, fueron derribadas e incluso al cementerio le pasaron la cuchilla del bulldozer y desaparecieron las tumbas.

Jorge 40 dijo que su primer combate había sido en el año 1996, precisamente en Chivolo, pues en La Pola, una firnca de 3.000 hectáreas, había un campamento del Frente Domingo Barrios de las FARC. “Eso es falso”, dicen algunos campesinos propietarios de parcelas de 30 hectáreas

Los campesinos desplazados cuentan que lo que ocurrió fue que cuando llegaron las Autodefensas en diciembre del año 1996, el Eln se fue y que no es cierto que allá operaran las Farc. Las Auc lo que hicieron fue asesinar civiles inocentes señalándoles de guerrilleros, creando miedo y provocando así el desplazamiento y el abandono de la tierra; parcelas que englobaban, tumbaban las casas y establecían campamentos o entregaban las fincas a los militantes de las Auc, algunos de los cuales serían los que hoy figuran como propietarios. Los traspasos los habrían realizado de manera fraudulenta con el concurso de notarios que actuaban bajo presión o en complicidad con ellos.

Finalmente, ante un informe de fiscalía sobre reclutamiento de menores, dijo que la orden dada por él era no incorporar a las filas a menores de edad, pues, dijo, estratégicamente es inconveniente pues los niños inicialmente creen que la guerra es un juego y a la hora del combate se asustan y evaden la lucha. Rechazó las acusaciones sobre participación en secuestros y dijo que ellos habían liberado secuestrados. Sobre desaparecidos y fosas comunes, dijo que puede colaborar pero para hacerlo necesita ser reubicado con sus hombres, en especial con los que hoy son calificados como “presos políticos”, porque él como comandante no estaba presente en esas acciones. Pidió a la fiscal que le colabore a recuperar los cuerpos de 65 combatientes de las Auc caídos en un combate entre las Auc y los frentes 59 de las FARC y Gustavo Palmesano del Eln. Dijo que se había tratado de un combate tan fuerte que dejó tirados en el campo a sus hombres.

Jorge 40 continuará hoy martes a las 8:00 a.m. su versión libre, la cual se prolongará hasta el día 13 de julio. Durante estos nueve días se espera que haga claridad sobre la estructura del bloque, cuántos frentes existían, fuentes de financiación, relaciones y apoyo a los candidatos a congreso, gobernaciones y alcaldías, asesinatos, control de entidades públicas y contratación. Prometió para ello a la fiscal colaborar en todo lo que sabe, que no es otra cosa que su historia en las autodefensas durante más de una década.