Estados Unidos escala guerra contra Farc

Estados Unidos anunció el miércoles una de las ofensivas legales más grandes contra las Farc. Cincuenta jefes guerrilleros fueron acusados por un jurado en la Corte del Distrito de Columbia de entrar cocaína a Estados Unidos y a otros países estimada en más de 25 billones de dólares, según información del Departamento de Justicia.

La acusación fue proferida el 1 de marzo de 2006 y fue divulgada hasta el 22 de marzo. Tres de los guerrilleros acusados están presos en Colombia y Estados Unidos está buscando su extradición. Se trata de Jorge Enrique Rodríguez Mendieta, alias ‘Iván Vargas’, miembro del Estado Mayor de las Farc y jefe del frente 24. Además de los cargos por narcotráfico, lo acusan de haber ordenado el asesinato de ocho campesinos, “incluyendo varios que habría descuartizado vivos y de haber conspirado para atacar a funcionarios de Estados Unidos que estaban adelantando la investigación que concluyó en los cargos mencionados”, dice el Departamento de Estado.

También fueron pedidos en extradición Erminso Cuevas Cabrera, alias Mincho, que según la denuncia, manejaba los laboratorios de cocaína del frente 14 de las Farc. Él es supuestamente el hermano de Fabián Ramírez, del Estado Mayor.

Y Juan José Martínez Vega, alias ‘Chiguiro’, acusado de proveer armas y munición a las Farc a cambio de miles de kilogramos de cocaína. Martínez Vega fue arrestado en Venezuela a principios del 2005 durante una operación de rescate de la mamá de un jugador de béisbol del equipo de los Tigres, de Estados Unidos. En el momento del rescate, según las autoridades de E.U., Martínez Vega poseía 700 kilos de cocaína.

El Departamento de Estado de E.U. también ofreció recompensas por más de 75 millones de dólares por información que conduzca a la captura de 24 de los líderes de las Farc acusados. Específicamente, está ofreciendo recompensas de 5 millones de dólares por información que sirva para capturar a los siete miembros del Secretariado y 2,5 millones de dólares por los otros 17, que son miembros del Estado Mayor.

“La acusación golpea directamente el corazón de la operación de narcotráfico de las Farc que ha inundado nuestras comunidades con cocaína”, dijo el Fiscal General Alberto R. Gonzales. Según la acusación, las Farc proveen actualmente más de la mitad de la cocaína mundial y más del 60 por ciento de la que entra a Estados Unidos.  “Esta es la acusación más grande por narcóticos en la historia de Estados Unidos y refuerza nuestra esperanza de reducir la narcoviolencia en Colombia y el flujo de drogas entrando nuestro país”

Esta sería la ofensiva legal más grande de Estados Unidos contra la guerrilla de ‘Tirofijo’. Coincide con el anuncio de las Farc de entregarle este sábado al candidato presidencial Álvaro Leyva Durán los dos policías secuestrados y con la propuesta del presidente Álvaro Uribe de permitir que guerrilleros presos se acojan a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz si logran que otros subversivos en el monte también se desmovilicen.

El embajador de Colombia en Estados Unidos, el ex presidente Andrés Pastrana, dijo en entrevista con El Tiempo, que es "una presión adicional para que las Farc para que entiendan que el mundo cambió". Y agregó: "Al estar incluidos en estos indictments (acusaciones), los organismos de inteligencia en el mundo van a ponerse a buscarlos...Se les cierra aún más las puertas a ellos y al que les ayude".
 
La iniciativa parte del supuesto que las Farc obrarán con la misma lógica de los paramilitares, que ante la Espada de Damócles de la extradición, se inclinaron por una negociación de paz. Sin embargo, varios analistas consideran que es un pensamiento iluso. Las Farc están desde el 2001en la lista de terroristas de Estados Unidos y eso no ha permitido su captura, tampoco que estén como Granda, en Venezuela o como Simón Trinidad, en Ecuador. La oferta de jugosas recompensas por sus cabezas tampoco ha contribuido a que como dice Pastrana, un campesino se levante una mañana y "en frente no vea al señor 'Tirofijo' sino cinco milllones de dólares y su futuro asegurado".
 
En cambio, este nuevo ingrediente sí podría entorpecer una eventual negociación de paz con la guerrilla. Estados Unidos -y la extradición- serían una vez más los ejes de una salida a la confrontación.