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"Gracias a Internet, el lenguaje tiene un nuevo alfabeto"

Jaime Alejandro Rodríguez es escritor y experto en nuevas tecnologías. Es el autor de <i>Gabriela Infinita</i>, una novela digital que utiliza audio, video e hipertextos en su narración. Habló con SEMANA.COM sobre las nuevas posibilidades que Internet les ha abierto a la literatura y al lenguaje.

Maria Fernanda Moreno
17 de abril de 2005

SEMANA.COM: ¿Cuáles han sido los cambios que Internet les ha traído a la escritura y al uso de la palabra?

Jaime Alejandro Rodríguez: Han sido varios. Primero, se han superado los formatos lineales. Las narraciones ya no están hechas linealmente como en las novelas o historias tradicionales gracias al uso de hipertextos, que se han generalizado gracias a lo digital.

Segundo, se ha potenciado la interactividad. Uno con el papel interactúa rayándolo, por ejemplo. Pero con Internet el lector es ahora más activo. Un ejemplo de ello son los blogs, o los mismos hipertextos, con los que uno hace el recorrido que quiera por el texto.

Tercero, el lenguaje de lo digital tiene ahora un nuevo alfabeto compuesto por letras, por supuesto, pero también por sonidos e imágenes. El autor construye ahora su obra con más elementos. Cualquier cosa se puede digitalizar. Internet ha abierto esa posibilidad.

Cuarto, la palabra es un recurso más dentro del texto digital. En la literatura lo era todo. Por ejemplo, el problema que tiene Gabriela es que todavía tiene muchas palabras. Tiene que llegar el momento en el que ya no sea casi necesario escribir para transmitir el mensaje.

SEMANA.COM: ¿Cómo se puede lograr esto?

J.A.R.: A través del video, del sonido y de la otra cantidad de herramientas que nos brinda Internet.

SEMANA.COM: ¿Cómo afecta este nuevo tipo de literatura a la tradicional?

J.A.R.: La aparición de nuevas tecnologías no significa la muerte del libro. La literatura tradicional simplemente tiene que definir su propio esquema. La pregunta es: ¿qué puedo encontrar en un libro que definitivamente no encuentre en Internet?

SEMANA.COM: ¿Qué puedo encontrar en un libro que definitivamente no encuentre en Internet?

J.A.R.: Profundidad e intimidad. Yo puedo leer un libro, interiorizarlo. Por otra parte Internet es rapidez, superficialidad. La aparición de Internet, sin duda alguna, hace que la novela recupere su cauce. Eso está muy bien. En su momento Rayuela tuvo su función, pero ahora por cuenta de Internet no hay que hacer más Rayuelas, por ejemplo.