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“Hay que perder el complejo de ser mujeres”

¿Qué tan lejos pueden llegar las mujeres en la política? ¿Defienden los temas que más afectan a las mujeres? Conversación entre las congresistas en un foro organizado por la Primera Mujer de Medellín, Lucrecia Ramírez.

Juanita León
2 de mayo de 2006

Los datos fríos son así: mientras un poco más de la mitad de los inscritos para votar son mujeres, los elegidos son abrumadoramente hombres. De 321 aspirantes al Senado, solo 32 eran mujeres. De 906 aspirantes a la Cámara, 781 eran hombres. Con la mayoría de partidos con solo un 10 por ciento de representación femenina en sus listas, no es de extrañar que solo 27 de las 268 curules del Congreso serán ocupadas por colombianas.
A nivel local, es aún más grave. Solo 83 de los 1098 municipios son dirigidos por alcaldesas y solo hay tres gobernadoras. En 11 departamentos no hay mujeres diputadas, y por cada 10 concejales hay en promedio una mujer, la mayoría de ellas en el altiplano cundiboyancense.
¿Por qué es tan difícil para las mujeres llegar a los puestos de poder? Y una vez que los alcanzan, ¿Tienen igual o menos influencia que los hombres? Más allá del valor simbólico que tiene para las niñas ver en la pantalla del televisor una ministra o una senadora, ¿le conviene más a las mujeres ser representadas por personas de su mismo género?
Esas son las preguntas que conforman la Agenda Oculta de las Mujeres, aquellos temas de los que no se habla pero determinan la vida de millones de colombianas. Lucrecia Ramírez, la Primera Mujer de Medellín, invitó a las poquísimas mujeres que llegaron al Congreso en marzo para que discutieran estos asuntos. Las senadoras Gina Parody, Marta Lucía Ramírez, Alexandra Moreno y Sandra Ceballos y las representantes antioqueñas Liliana Rendón, Adriana Gutiérrez y Rosemary Martínez aceptaron participar en esta conversación entre mujeres. Algunas periodistas de Bogotá y Medellín formularon las preguntas que animaron la discusión.

Las estrategias para llegar al poder
Mientras las mujeres no ocupen los espacios de poder, es muy poco lo que podrán hacer las que ya están allí. ¿Qué estrategias proponen para que las mujeres lleguen al poder? ¿Es suficiente la Ley de Cuotas?

Sandra Ceballos: La Corte Constitucional dijo que la ley de cuotas se aplica al sector público pero no a los cargos de elección popular. Pero cómo va a votar la gente si no llegamos ni al 15 por ciento de cada lista. Para las mujeres es aún más difícil conseguir financiación. Por eso, las mujeres esperamos estar aliadas para devolver la terna de la Corte Suprema de Justicia, hasta que metan a una mujer.

Liliana Rendón: a las mujeres nos suelen meter en las listas de relleno. Yo si dije, no voy a adornar esta lista. Uno puede que entre así, de relleno, pero con capacidad, tesón y entrega uno se abre el espacio propio. El problema es que poco creemos en nosotras mismas y a la hora de votar no votamos por mujeres. Los peores ataques que he tenido no han venido de los hombres.

Adriana Gutiérrez: la ley de cuotas existe, pero no se cumple. Esto es de ganárselo uno y de participar. Para una mujer participar en política exige sacrificio.

Marta Lucía Ramírez: cuando propusimos en el Partido de la U crear un centro para estudiar la problemática de la mujer, tuvo una acogida bastante pobre. Hay que perder el complejo de ser mujeres. Se acomplejan de que las van a llamar feministas. Confieso que nunca he sido feminista. Pero soy una convencida de que hay que promover la identificación de mujeres sobresalientes. Yo siempre quise ver una mujer General.

Alexandra Moreno: la solución no es la ley de cuotas. El problema de la participación de la mujer se soluciona en las urnas. El 52 por ciento de los que votan son mujeres, las mujeres deberíamos decir: no salimos a votar si los candidatos no se comprometen con nosotras en ciertas cosas, como que la mujer se logre pensionar, que el trabajo doméstico se contemple para la cotización, etc.

La agenda de las mujeres

¿ Por qué no defienden una agenda que incluya temas que afectan principalmente a las mujeres, como los embarazos precoces, la violencia intrafamiliar? ¿Tiene que ver con ese complejo de defender temas de ‘mujer’ del que habla Marta Lucía?

Gina Parody: es más por ignorancia que por pena que no incluimos ese tipo de temas. Es un asunto de ganar conciencia sobre la importancia de estos temas. El delito de violencia intrafamiliar se volvió querellable en el 2000 porque había mucha congestión. También porque muchas mujeres ponían las denuncias y luego las quitaban cuando se arreglaba con el marido. Tiene que volver a ser un delito de oficio, porque hay que enviar el mensaje de que es un tema muy grave.

Gutiérrez: 570 mil niños son concebidos sin ser deseados. Desde el embarazo indeseado se origina la violencia intrafamiliar. Este tema será prioridad en mi gestión. La planificación tiene un componente educativo y de salud. La educación sexual hoy en día es transversal y no funciona. Toca hacer una reforma para que haya cátedra obligatoria de salud sexual. El Sisben no cubre los problemas de planificación. Si no hay con qué comprar la panela, menos para una pastilla.

Ramírez: Tenemos que lograr una actitud de cero tolerancia frente al que ejerce violencia. No hay control social. No sólo se necesitan acciones legislativas, sino sobre todo sociales.

Rendón: La violencia ha estado demasiado arraigada al componente machista. En eso, tenemos un grado de responsabilidad las mujeres.

Rosemary Martínez: Hay que ser muy agresivas en el tema de las leyes para castigar la violencia intrafamiliar. Las penas son mínimas o ninguna. Todos los días hay abuso contra los niños y no hay una sola política pública en el tema.

Moreno: la problemática de los embarazos precoces y de la violencia en la familia es grandísima. La violencia intrafamiliar tiene un peso grandísimo en el PIB nacional.

Su verdadera influencia

¿Tienen alguna posibilidad de poner la agenda en sus partidos o de formar un bloque en el Congreso de sólo mujeres?

Ceballos: tenemos las leyes, pero necesitamos la veeduría de mujeres. Hace poco pedí la palabra durante una reunión del partido para proponer un tema de salud, y no me dieron la palabra, que dizque porque era la que mayor acceso tenía al Presidente. Qué le hagan eso a un hombre para ver si se lo aguanta.

Ramírez: en la U tiene que haber el espacio para que pongamos parte de la agenda. A cualquier partido le dolería que nos fuéramos con las altas votaciones que tuvimos si decimos que nos vamos porque nuestra voz no es escuchada.

Gina: Yo creo que las mujeres sí somos capaces de meter temas en la agenda pública, pero se requiere mucha disciplina. La Ley de Infancia la firmamos todas las mujeres pero tocó hacer el trabajo con cada una. Después de 15 años, la ley va a salir. Lo mismo para la terna de la Corte Constitucional, que vamos a devolver por no incluir mujeres.

Martínez: Las mujeres debemos optar por un pacto de compromiso por los temas de las mujeres. Hay que trabajar más unidas para poner los temas en la agenda.

Rendón: queremos hacer parte de ese bloque de mujeres que las represente.

El lenguaje incluyente

Las feministas han dicho que el lenguaje es muy importante. ¿Piensan apostarle a una reflexión sobre el lenguaje desde sus cargos?

Ceballos: en un mundo de hombres como es el Congreso, dicen los como si fuera el género humano. En mis comunicados, decimos los y las. A las mujeres se les enseña a ser invisibles. Es parte del lenguaje.