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Hoy fueron las exequias de los niños muertos en accidente aéreo

Mientras se reabre el debate sobre la conveniencia de tener un aeropuerto en pleno corazón de Medellín, fueron enterrados David Alejandro y Juan Manuel en medio del dolor de familiares, amigos y profesores.

Mauricio Builes
30 de marzo de 2006

En medio del dolor de sus compañeros, profesores y amigos, fueron enterrados hoy jueves 30 de marzo a las 12:00 m. los estudiantes David Alejandro Álvarez Hincapié y Juan Manuel Arango Durán, muertos ayer al caer en su colegio una avioneta accidentada. 

Los niños murieron a las 8 y 10 de la mañana del miércoles, cuando una aeronave tipo Cessna afiliada la empresa Nativa se precipitó a tierra en la cancha del colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. El accidente, que ocurrió por causas aún desconocidas, ocasionó además la muerte de José Ivelio Sierra Ospina (piloto); el sargento viceprimero Isaías Moreno Rojas; el soldado profesional Juan Carlos Barajas Maldonado; y los civiles Juan Carlos Valderrama y Hugo Armando Andrade.

La Aeronáutica Civil informó que la avioneta monomotor cubría la ruta Medellín- Ituango, y que minutos después de decolar del aeropuerto Olaya Herrera ocurrió el accidente. “Todos los permisos del piloto y de la avioneta estaban en regla y, según informaron en el aeropuerto, el piloto no reportó ninguna falla cuando despegó”, aseguró Fernando Sanclemente, director de la Aerocivil.
 
Francisco Saldarriaga, un piloto jubilado de la Fuerza Aérea Colombiana, al detectar las fallas de la aeronave, intentó aterrizar en las canchas de la institución pero se estrelló con las mallas que rodean el escenario deportivo.

Juan Felipe Grisales, un estudiante de primero de bachillerato quien presenció el accidente, le contó a Semana.com que 15 minutos antes, más de 40 estudiantes habían abandonado las canchas al finalizar su clase de Educación Física y sólo cuando estaban en sus respectivas aulas, fue que escucharon la explosión: “La avioneta no hizo ningún ruido extraño. Sólo nos dimos cuenta de que se había caído cuando explotó en la cancha”.

Tan pronto se supo la noticia, los alrededores de la UPB se colmaron de padres desesperados preguntando por sus hijos. Las directivas del Colegio, con 3.100 estudiantes y  ubicado en el barrio Laueres en el occidente de la capital antioqueña, decidieron suspender las clases y a esta hora regresan a sus casas.

Con respecto a los niños heridos, según el último reporte del hospital San Vicente de Paul, los estudiantes Santiago Escobar Toro y David Pineda Moncada, se encuentran estables y permanecerán dos semanas más en el Hospital hasta que estén completamente restablecidos. De otro lado, los estudiantes Brayan Arroyave Tabares, Andrés Arboleda Mejía y Juan David Bustamante Peláez, quienes también presentaron heridas de menor gravedad fueron dados de alta ayer en la tarde.

El debate

Con esta tragedia se abre nuevamente el debate sobre los riesgos de tener operaciones aéreas en el casco urbano de la ciudad. Desde 2004 se han presentado cinco accidentes de aeronaves que salieron del Aeropuerto Olaya Herrera de Medellín.

La Alcaldía, las directivas del Olaya y la Aerocivil insisten en que son muchas las ciudades del mundo que tienen aeropuertos en el centro. Ponen como ejemplo a Buenos Aires, Caracas o Nueva York, y que todos los percances ocurridos hasta ahora están dentro de las probabilidades y los estándares de accidentalidad.

Por su parte, la Personería de Medellín y algunos miembros de la comunidad educativa proponen pasar toda la operación comercial del Olaya para el Aeropuerto José María Córdoba en Rionegro. Si bien no desconocen la importancia del Olaya, desde donde se cubren 37 destinos regionales y nacionales, consideran que los derechos a la seguridad y a la vida de los habitantes de la ciudad son más importantes.

Y mientras todo este debate se extiende y la Aeronautica Civil investiga las causas del accidente, la ciudad de Medellín se enlutó al despedir, este medio día, a David Alejandro y a Juan Manuel, ambos de 12 años.