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El 25 de julio de 2003, se conocieron pruebas de superviviencia de Keith Stansell, izquierda, Marc Gonsalves, cento, y Tom Howes. Hoy los tres están libres. | Foto: Jorge Enrique Botero

Los tres estadounidenses liberados

Independence Day

Seguramente este 4 de julio (día de la independencia en Estados Unidos) tendrá para Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves un significado más especial que para el resto de sus compatriotas.

4 de julio de 2008

Hace apenas 48 horas estos tres contratistas norteamericanos de la empresa Northrop Grumman Corporation aún estaban en garras de las Farc, en algún paraje de las selvas colombianas, casi setenta meses después de que el pequeño avión en que viajaban fuera derribado en el sur del país.
 
Al igual que para Íngrid Betancourt y los otros 11 colombianos liberados en esa espectacular operación realizada por el Ejército Nacional, la vida de estos tres hombres prácticamente volvió a empezar hace dos días, cuando a bordo de un helicóptero militar recibieron la buena nueva de su liberación.

Horas después llegaron a Bogotá en el mismo avión que transportaba a los demás liberados y luego de saludar a algunos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, y lejos de las cámaras y de los periodistas, prosiguieron el regreso a su país, en un avión de carga del ejército norteamericano.
 
Al filo de la medianoche, los contratistas tocaron suelo americano en la base aérea de Lackland, en San Antonio, Texas, donde desembarcaron “con poca fanfarria”, como lo describió Rich Matthews, reportero de la Associated Press.

De allí, en un helicóptero que los esperaba en la pista, los tres fueron trasladados al Brook Army Medical Center, en cuya sala de urgencias fueron recibidos para practicárseles los exámenes médicos de rigor. En ese mismo sitio se han reunido en privado con sus familiares, provenientes de los estados de Massachussets, Connecticut y Florida, todos en la costa este norteamericana.

En declaraciones a Semana.com, Erick Atkisson, un vocero del Ejército de Estados Unidos en la zona, dijo que “estos hombres podrían acogerse a un plan de readaptación que el Ejército tiene previsto para estos casos”. Sin embargo, en vista de que se trata de civiles, esta es una decisión voluntaria, explicó Atkisson.
 
Por su parte, el coronel Jackie Hayes, en una conferencia de prensa ofrecida el jueves en la tarde despejó la mayor parte de dudas acerca de la salud física de Gonsalves, Howes y Stansell. “La mayor preocupación estaba relacionada con infecciones o heridas, o [el contagio de] tubercolosis, malaria o leshmaniasis… Sin embargo, hasta ahora todas las pruebas ha resultado negativas”, afirmó. Su estado psicológico, al parecer, también es satisfactorio, han dicho fuentes militares del ejército americano.
 
Hasta ahora, ninguno de los tres ex secuestrados ha hecho apariciones públicas ni han entregado comunicados ni declaraciones a la prensa.
 
George Gonsalves, padre de Marc Gonsalves, con calma pero visiblemente conmovido, manifestó por televisión: “Esto es algo maravilloso; es lo mejor. Estoy muy emocionado… ¡Qué manera de celebrar el día de la independencia…!”.

Y razón no le falta, pues hasta el pasado miércoles estos tres hombres eran los rehenes más antiguos de Estados Undios.