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Julio, el visionario

El mundo conmemora el centenario de la muerte de Julio Verne, el escritor que vaticinó el viaje a la Luna y las expediciones al fondo de la Tierra y el Mar.

14 de febrero de 2005

Imaginarnos un mundo sin cohetes espaciales, aviones, carros y computadores resulta difícil hoy día. Sin embargo un escritor francés del siglo XIX tuvo la osadía de soñar con un universo en donde todas estas cosas eran posibles a pesar de que en esa época no se contaba con los adelantos tecnológicos de ahora. Ese hombre fue Julio Verne (1828 -1905), un talentoso autor que vivió de cerca el despertar científico de Europa y Estados Unidos y logró transformar los proyectos y teorías de los investigadores y académicos en temas para sus novelas de aventuras.

Verne se anticipó un siglo y escribió sobre paseos en globo atravesando continentes, viajes a la Luna, la conquista de zonas inhóspitas como los polos y las selvas, recorridos por el fondo del mar, aventuras en el centro de la tierra, máquinas voladoras, ciudades de más de diez millones de habitantes, autopistas llenas de automóviles, computadores, helicópteros y submarinos.

"Somos de una época en la que todo ocurre; casi podríamos decir que todo ha ocurrido ya.", dijo una vez el autor para explicar las transformaciones que se estaban dando en Occidente debido al capitalismo, la revolución industrial, el desarrollo de los medios de transporte y la urbanización. El siglo XIX se caracterizó por una serie de adelantos tecnológicos (ferrocarril, estructuras de acero, telares mecánicos, barcos de vapor, el telégrafo, el teléfono, la iluminación eléctrica, la fotografía, el cine, etc.) y al mismo tiempo fue una época en la que Europa estaba atraída por las culturas exóticas (Asia, África y América) y había en el ambiente una fascinación por viajar, algo que en ese entonces era una actividad muy riesgosa.

Lo anterior explica porqué los libros de Julio Verne se convirtieron en un éxito pues sus historias combinaban el espíritu científico de la época con rasgos de fantasía propios de las novelas de aventuras. "Se irá a los planetas, se irá a las estrellas como hoy se va tranquilamente de Liverpool a Nueva York, con facilidad y rapidez, y el océano atmosférico será atravesado como los mares de la Luna. La distancia es sólo una palabra", aseguró en 1865.

Verne tuvo una vida bastante agitada y ese deseo por las aventuras lo acompañó desde pequeño. A los once años se escapó de su casa para ser grumete en un barco con tan mala suerte que su familia lo encontró y tuvo que regresar a su hogar. Su padre quería que fuera abogado y, aunque terminó la carrera, no quiso ejercerla y se dedicó a las letras. Después de escribir historias de poca recordación Verne logró que el editor P.J. Hetzel le publicara "Cinco semanas en globo", un relato acerca de un sobrevuelo por Africa que se convirtió en un éxito. Hetzel firmó un contrato a veinte años en el que Verne se comprometía a escribir dos novelas fantásticas por año a cambio de una gruesa suma de dinero. El hijo de Hetzel renovó el contrato lo que permitió que durante más de cuarenta años las historias de Verne, llamadas " Los Viajes Extraordinarios" aparecieran en capítulos mensuales en la Revista de Educación y Recreación.

A lo largo de su vida Julio Verne escribió más de 80 novelas y relatos entre los que se destacan 20.000 leguas de viaje submarino, Viaje al centro de la Tierra, La vuelta al mundo en 80 días y De la Tierra a la Luna. Esta última obra fue una de las primeras piezas literarias en ser llevada a la pantalla gigante. La adaptación la hizo uno de los pioneros del cine: Georges Melies

A pesar del triunfo y la fortuna, Verne tuvo serios problemas de salud y sufrió de ataques de parálisis. Era diabético y con el tiempo perdió la vista y el oído. Como si fuera poco en un enfrentamiento con un familiar recibió un tiro a quemarropa y quedó cojo.

Julio Verne falleció el 24 de marzo de 1905 y para conmemorar el primer centenario de su muerte sus seguidores preparan varios festivales y celebraciones en todo el mundo.

Palabreando

Osadía
: atrevimiento, audacia, determinación para hacer algo.

Inhóspita: se dice de una zona que es incómoda.

Capitalismo: régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza. .

Urbanización: acondicionar un terreno para que cumpla con las características de una ciudad.

Exóticas: algo extraño que proviene de un país lejano.

Grumete: Muchacho que aprende el oficio de marinero ayudando a la tripulación de un barco.

Quemarropa: disparar un arma de fuego a corta distancia.

Las visiones de Verne

Al estar en contacto con investigadores, exploradores y académicos Julio Verne tuvo información suficiente para dejar volar su imaginación y elaborar historias que, si bien es ese entonces parecían descabelladas, sólo pronosticaban lo que la ciencia era capaz de realizar en cuestión de décadas. Su gran aporte fue popularizar estos adelantos para que la gente del común viera lo que era posible hacer con la tecnología

Helicóptero : En Robur el conquistador, novela de 1866, el mástil de un buque tiene unas hélices que lo hacían volar.

Submarino: En 20.000 leguas de viaje submarino, novela de 1870, el capitán Nemo y sus hombres recorren el Océano Atlántico y el Pacífico y pasan por el polo Norte a bordo del Nautilus, un submarino que les permitía bajar a grandes profundidades. El capitán Nemo también se anticipa a su tiempo al utilizar la electricidad no sólo para alumbrar sino para producir energía mecánica y mover el submarino.

Escafandra: Los tripulantes del Nautilus la emplean para poder respirar bajo el agua.

Autos: En la novela París en el Siglo XX, escrita en 1863, describe un sistema de transporte vial elevado por el que viajan vehículos impulsados por gas. En su época lo común eran los carruajes tirados por caballos.

Viaje espacial: En su libros De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1867) narra como tres hombres parten de la Florida a bordo de una especie de cohete con el ánimo de llegar a la Luna y girar en su órbita. La rústica nave tarda 150 horas y en llegar al satélite y luego cae en el Pacífico. En 1968 el Apolo 8 salió de Cabo Cañaveral en la Florida con el ánimo de orbitar la Luna y lo curioso es que su viaje duró lo mismo que el de la novela de Verne y el cohete también cayó en el Pacífico.

Obras

Los hijos del capitán Grant

20.000 leguas de viaje submarino

Viaje al centro de la tierra

La vuelta al mundo en 80 días

La isla misteriosa

El soberbio Orinoco

Los ingleses en el Polo Norte

Cinco semanas en globo

Las tribulaciones de un chino en China

De la tierra a la luna

Miguel Strogoff

Un capitán de quince años

Dos años de vacaciones

Robur, el conquistador

Los quinientos millones de la Begum

La isla con hélice