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Barranquilla

Jurados de último minuto

Los cálculos preliminares señalan que no participó ni siquiera el 5% de la gente apta para hacerlo.

Tadeo Martínez
8 de julio de 2007

Una pertinaz lluvia desde las nueve hasta las once de la mañana influyó en los dos hechos que marcaron la jornada electoral del domingo en Barranquilla. El primero fue la baja participación en la consulta donde se busca escoger candidatos a gobernación y alcaldía por el Partido Conservador y el Polo Democrático. El segundo fue la ausencia de jurados en muchos puestos de votación.

Este último impasse fue resuelto en la marcha por la delegación departamental de la Registraduría, que reasignó en otras mesas a los jurados asistentes hasta completar el mínimo de dos personas por cada puesto. En el Colegio de Varones de Barranquilla, con 16 puestos de votación, las mesas 12 y 15 no se pudieron abrir a los electores porque no llegaron los jurados. Las personas a las que les correspondía votar en esos dos puestos no pudieron hacerlo.

En la Universidad Libre la inasistencia de jurados la resolvieron solicitando a cuatro votantes que asumieran las funciones de los ausentes. Pasadas las doce del día llegó un funcionario de la Registraduría para darles instrucciones sobre cómo proceder a la hora de llenar cada formulario, qué hacer con los tarjetones sobrantes, cómo contar cada voto y cómo saber si una papeleta había sido correctamente diligenciada o si se había convertido en un voto nulo.

Aún sin tener resultados oficiales hay situaciones desalentadoras sobre la baja participación. Por ejemplo en la Universidad Libre, un sector central tradicionalmente activo en las elecciones. Ese puesto de votación registraba al medio día 291 votos, teniendo un potencial de 16 mil personas habilitadas.

Más baja todavía resultaba en Indeportes, con 36 mesas de votación y un potencial de 36 mil electores. A la una y treinta de la tarde habían votado un promedio de cinco personas por mesa, para un total de 180 personas en más de cinco horas.

En el Colegio Don Bosco, zona de influencia del ex sacerdote Bernardo Hoyos, al cierre de la jornada no habían votado mil personas, de un potencial de 18.000.

Hubo también quejas por parte de ciudadanos que no pudieron participar porque la organización electoral no les notificó a tiempo que la inscripción electrónica realizada hace dos meses aún no ha sido incorporada al censo. En consecuencia, deberían haberse presentado al sitio en donde votaron en las elecciones presidenciales de 2006 y no al de su nueva inscripción.