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La crisis andina se debate en la Cumbre de Río

Los presidentes de Colombia y Venezuela intentarán ganar adeptos a su posición en la cumbre de mandatarios que se inicia hoy en República Dominicana.

7 de marzo de 2008

Cuando el presidente Álvaro Uribe llegó a Santo Domingo, sede de la Cumbre de Río que tiene lugar hoy, no quiso hacer más comentarios que el de sostener que ya le había pedido excusas a Ecuador y que no creía que sus vecinos podían hacer más para evitar que los guerrilleros se resguarden en sus territorios.

Uribe ya tiene listo su discurso para la plenaria de la reunión en el que sacará fotografías, grabaciones y otras evidencias para tratar de demostrar que la acción militar que llevó a cabo Colombia el pasado 1 de marzo, cuando incursionó en territorio ecuatoriano para dar de baja a un miembro del secretariado de las Farc, Raúl Reyes, tiene una justificación.
Según el gobierno colombiano, Ecuador estaba permitiendo que guerrilleros de las Farc usaran a Ecuador como santuario y además estaba colaborando con esas guerrillas, que desde allí planeaban ataques violentos en Colombia, se apertrechaban de municiones y conducían sus negocios libremente. Ese será el discurso de Uribe, quien de paso también justificará su anunciada demanda al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional como “patrocinador de terroristas”, mostrando pruebas de su colaboración activa con las guerrillas colombianas.

La gestión colombiana no sólo se centrará en el discurso. Uribe tiene concertadas varias reuniones con los presidentes de Guatemala, el empresario Álvaro Colom y con el de México, Felipe Calderón, ambos de una línea política de centroderecha más afin a la del presidente Uribe. Buscará su respaldo, frente a la creciente hostilidad del presidente Chávez quién no sólo movilizó 10 mil soldados a la frontera con Colombia, sino que ayer anunció la posibilidad de nacionalizar empresas colombianas con inversiones considerables en su país.

Además, el mandatario colombiano tiene que neutralizar a Daniel Ortega, que rompió ayer relaciones diplomáticas con Colombia. La ruptura de Nicaragua es especialmente delicada debido a que los dos países tienen en curso un pleito por la soberanía sobre San Andrés y Providencia. De ahora en adelante cualquier incidente en altamar que a juicio de Nicaragua constituya una violación a su soberanía puede despertar una reacción militar. Con los canales diplomáticos rotos será más difícil buscar una salida razonable incluso a un roce menor.

Uribe ya anunció que no se reunirá ni con Correa ni con Chávez. Algunos observadores, como Eduardo Posada Carbó, han considerado que es equivocado tratar los casos de Venezuela y Ecuador de igual manera, pues los móviles de las protestas contra Colombia son muy diferentes.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quién ya se le adelantó al colombiano, en buscar apoyos a su posición con un periplo por la región, también aprovechará la Cumbre para lograr su propósito: que Colombia le pida excusas por la violación a su soberanía sin condiciones y que retire los cargos que le están haciendo constantemente los funcionarios colombianos de su supuesta complicidad con las Farc.

Para llegar no sólo con palabras sino con hechos en la mano que demuestren que no es amigo de las guerrillas, Ecuador anunció ayer la captura de cinco presuntos guerrilleros en su territorio. El ministro de Defensa, Gustavo Larrea, dijo que los sospechosos fueron detenidos dentro de la operación de búsqueda que está haciendo el Ejército en la frontera con Colombia.

Chávez tampoco se quedará quieto en la Cumbre. Convencido de que la operación colombiana en Ecuador fue el primer paso de una ofensiva estadounidense contra los gobiernos de izquierda en América Latina. A la vez, como enfrenta en su propia casa graves problemas por el desabastecimiento y la oposición creciente, está apelando a toda la solidaridad posible en el continente a gobiernos que no sólo tienen una línea política similar a la suya, sino también con los que ha sido particularmente generoso con su potente billetera petrolera. Es la hora de pagar favores. De ahí la presta solidaridad de Nicaragua a cerrar filas contra Colombia.

La Cumbre que arranca su plenaria esta mañana será entonces el telón de fondo de una crisis, cuyo desenlace aún es incierto.