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A la izquierda, Ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos. A la derecha, su homólogo de Ecuador: Javier Ponce

RELACIONES CON ECUADOR

La distancia entre los dos es cada día más grande

Por cuenta de la divergencia de versiones entre los Ministros de Defensa de Ecuador y de Colombia sobre el ataque colombiano al campamento de las Farc en Ecuador, es cada vez más lejana la posibilidad de reabrir la relaciones diplomáticas entre los dos países.

9 de mayo de 2008

Como dice la famosa ranchera de Javier Solís, La Retirada, la distancia entre Colombia y Ecuador es cada día más grande. El último capítulo de esta disputa  entre los países hermanos y vecinos que ya completó dos meses fue protagonizado esta semana por los Ministros de Defensa. 
 
El ecuatoriano Javier Ponce, dijo este jueves, que la incursión militar de tropas colombianas el pasado 1 de marzo, que dio con la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes, tuvo la ayuda de un tercer gobierno. Y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, le contestó al día siguiente que el gobierno colombiano sí está facultado para hacer una operación de ese tipo y que ho hubo nada irregular, ni ayuda de terceros.

Ponce expresó dudas sobre la capacidad tecnológica que el Ejército colombiano tiene para efectuar una operación de este tipo cuando dijo: “Los aviones supersónicos de la fuerza aérea colombiana no están en capacidad de disparar bombas de GPS, ya que las mismas necesitan integración electrónica", y sugirió la posibilidad de que Estados Unidos hubiera podido prestar su ayuda.

"Si es que Colombia no demuestra lo contrario, la sospecha va a quedar", dijo Ponce cuando le preguntaron por las pruebas. Santos reviró:  "Tenemos aviones, precisión y entrenamiento. La operación fue impecable desde el punto de vista militar. El ministro está mal informado, porque la investigación que hizo no fue una buena, ya que esa operación fue hecha exclusivamente por Colombia sin intervención de ningún otro país, y lo podemos demostrar el día que quiera".

El funcionario colombiano dijo que las autoridades militares de Colombia están dispuestas a invitar a miembros de las fuerzas militares del vecino país para que constaten qué equipos tiene. También planteó la posibilidad de una acción conjunta entre los dos países cuando se vuelva a descubrir un campamento de las Farc e insistió en la necesidad de que los países vecinos cooperen para poder combatir al grupo guerrillero.
 
Santos mencionó el hecho de que Venezuela sabe que el miembro del secretariado de las Farc, Iván Márquez, se encuentra en su territorio.

"Él está en Venezuela. Muchas veces hemos entregado las coordenadas y la información, y no pasa nada", advirtió.

También esta semana, Ecuador había denunciado que las autopsias practicadas a cuatro de los 19 cadáveres recuperados por el Ejército de ese país revelaban la violación al derecho humanitario. Que se trató de una ejecución y no de un combate.

La Canciller ecuatoriana advirtió que Quito investigaría para determinar el momento en que se produjo cada muerte y que su gobierno pediría la información detallada, a través de la OEA, de cómo se realizó la incursión y los resultados de la autopsia practicada a Aisalla por los médicos forenses en Colombia.

Estas declaraciones las respondió el Canciller colombiano, Fernando Araújo, en trasmisión en directo por televisión cuando leyó una nota de protesta en la que rechazó las aseveraciones del gobierno ecuatoriano y las que calificó como falacias.

Araújo aseguró que las Fuerzas Armadas respetan el Derecho Internacional Humanitario y recusó el tiempo en el que el gobierno ecuatoriano hizo las pruebas forenses.

Desde la incursión militar, que fue rechazada por la comunidad internacional, los dos países tienen rotas sus relaciones diplomáticas. Los días posteriores a la incursión, la región vivió una crisis que terminó en la Cumbre de Río, cuando los dos países se comprometieron a arreglar la situación.

Sin embargo, los compromisos no surtieron efecto como lo indica cada nuevo capítulo de acusaciones y reacciones, pues mientras para Bogotá la muerte de Reyes significó un triunfo sobre la guerrilla, en Ecuador fue interpretada como una afrenta a su soberanía pues agentes militares colombianos violaron sus sus fronteras.