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| Foto: Guillermo Torres

Elecciones

“La historia juzgará si se dijo la verdad o no”, Peñalosa

Enrique Peñalosa saludó a sus seguidores e invitó bogotanos a las urnas.

28 de octubre de 2007

Desde las 8 de la mañana, hora en que se dio inicio a la jornada electoral, comenzaron a llegar los votantes. Muchos no sabían que en el Puesto Pontevedra, en la calle 116 con 70, frente en el parqueadero Carulla, votaría el candidato a la Alcaldía de Bogotá Enrique Peñalosa. Sin embargo, con la presencia de reporteros de todos los medios los votantes que madrugaron decidieron esperar a ver qué personalidad sería la que llegaría al puesto de votación.

A las 10: y 5 minutos de la mañana arribó la escolta de Enrique Peñalosa, quien decidió entrar por un costado a la zona donde se encontraban las 29 mesas de votación. El candidato acudió con su esposa Liliana Sánchez y con sus hijos Martín de 11 y Renata de 21 años y su equipo de campaña.

Varios votantes lo rodearon para felicitarlo por su gestión cuando fue Alcalde de la ciudad, en 1998-2000. Hubo manifestaciones de afecto de gente de todas la edades. Una niña que acompañaba a su mamá en los comicios esperó con papel y lapicero en mano con el deseo de que Peñalosa le regalara un autógrafo: “lo admiro mucho”, fue lo que dijo cuando le preguntaron por qué deseaba un autógrafo del candidato.

Peñalosa caminó por un espacio de 20 minutos desde que se bajó de su carro hasta la “mesa 6” donde tenía que votar. Con paciencia caminó entre la multitud que lo seguía y cada cinco minutos paró para tomarse una foto, contestar una pregunta o dar una declaración. Una de las comunicadoras de su gestión le dijo que debía votar rápido. Sin embargó Peñalosa le dijo en tono de reproche: “usted si es mandona”, como dejando ver su intención de querer tomarse el tiempo con sus seguidores.

Un reportero le preguntó si consideraba que la campaña estuvo signada por la “guerra sucia”. “Dejemos atrás todo eso. Yo creo que los bogotanos y la historia juzgarán si se dijo la verdad o no”, respondió Peñalosa.

El candidato aprovechó para hacer algunas recomendaciones a los votantes, tales como que fueran a votar rápido porque había amenaza de lluvia, que votaran masivamente como un ejercicio de la democracia, “sin importar por quien votan”, y aplaudió el hecho de que la gente asistiera a las urnas: “Nosotros tenemos que tomar en nuestras manos nuestro destino, tenemos que soñar, ser ambiciosos y trabajar duro. Porque sólo a través de la democracia podemos construir esa Bogotá y esa Colombia que queremos”, dijo.

Al cubículo, estampado con la bandera tricolor, entró con su hijo Martín. Era la segunda vez que el pequeño lo acompañaba en el momento donde se debe marcar con la “x” por los candidatos de preferencia. Cuando tuvo que introducir el dedo índice en la tinta roja mencionó que tenía el dedo de la mano derecha “mocho” e hizo reír a los acompañantes. Luego calificó el acompañamiento que le dieron: “Esto es una fiesta, una reunión de ‘vecinos’.

Al momento de retirarse Peñalosa expresó el agradecimiento con la gente que lo apoyó y aseguró que continuaría trabajando por la gente independientemente de los resultados: “No importa qué pase, seguiré haciendo todo lo que esté a mi alcance por nuestra ciudad y nuestro país siempre”. Martín a su vez argumentó las razones por las que, según él los bogotanos deberían votar por su papá. Y su esposa manifestó el sentimiento que la sobrecogía en esos instantes: “Tengo expectativa y esperanza de que los bogotanos votarán a conciencia. Porque el problema no es de candidatos. Lo que está en juego es Bogotá”.

La familia Peñalosa y el equipo de trabajo, luego se dirigieron a el Puesto de Unicentro, donde votó Liliana Sánchez y luego fueron a visitar algunos puestos de votación del sur de la ciudad.