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"La idea es dejar de usar el carro particular al máximo"

Lorenzo Castro, experto en movilidad y en urbanismo, habló con SEMANA.COM sobre las alternativas para reducir la contaminación en Bogotá.

Maria Fernanda Moreno
9 de mayo de 2005

SEMANA.COM: ¿Está de acuerdo con que la contaminación en la ciudad se puede reducir incentivando otras formas de movilidad? Lorenzo Castro: Yo creo que la idea es dejar de usar el carro particular al máximo. Primero, hay que generar una red de andenes para que la gente pueda caminar. Segundo, es importante reestructurar el sistema de transporte masivo, que tiene que ver con mejorar todo el tema de la norma para el uso de Transmilenio y otros sistemas. Y tercero, hay que hacer algo para controlar el uso de buses y carros contaminantes. Pero hay otras formas de bajar la contaminación. Por ejemplo, todo el esfuerzo de arborización urbana que se viene haciendo. Por ejemplo, en la NQS que están sembrando árboles. Los árboles ayudan a mantener el tema de la contaminación más controlado. Los parques también ayudan. SEMANA.COM: ¿Cree que el aporte de TransMilenio fue importante en ese sentido? L.C.: Su aporte es evidente en la Caracas, donde los niveles de contaminación bajaron sustancialmente. Pero todos los buses se subieron a la décima o la séptima, donde la contaminación aumentó. SEMANA.COM: La carrera séptima es una de las vías más importantes de la ciudad. Pero a diferencia de la 15 o la 19 no entró en el proceso de reestructuración y actualmente es una de las más contaminadas y congestionadas. L.C.: La séptima va en otra etapa. Va a pasar Transmilenio. Pero creo que hay que hacer un esfuerzo mayor por sacar los buses de allí, pues hay una sobreoferta. Habría que empezar ya a hacer algo, porque la séptima es en este momento la vía más representativa de esta ciudad y es una de las más contaminadas y congestionadas. Ya es hora de empezar a racionalizar el uso de buses y busetas. SEMANA.COM: ¿Está Bogotá preparada para el uso de la bicicleta? L.C.: Todavía falta. Pero ya se dio un paso gigantesco con todas las ciclorutas que se hicieron. Todavía falta establecer claramente la prioridad de la bicicleta sobre los carros. Actualmente el programa de ciclorutas está en manos de los ingenieros viales, quienes le ponen pares a los cruces entre las ciclorutas y las vías dándole prioridad a los carros, cuando debería ser al revés. Ese es el caso, por ejemplo, de la cicloruta de la 30. Lo que hay que entender es que el que va en bicicleta está contribuyendo a no contaminar y hace un esfuerzo por la ciudad. Eso hay que valorarlo dándole prioridad. Además esta persona es mucho más vulnerable que la que va en su carro. SEMANA.COM: ¿Cree que todo el proceso de las administraciones de Peñalosa y Mockus se detuvo en la de Lucho Garzón? L.C.: Me parece que actualmente falta concretar en el tema y volver a darle prioridad a los peatones y ciclistas, en lugar de a los conductores. SEMANA.COM: ¿Qué le falta a Bogotá? L.C.: Concretar la red de ciclorutas para que éstas se vuelvan una alternativa. Cada vez va a haber menos ciclistas mientras tengan que transitar por ciclorutas que no estén bien trazadas o incompletas. La idea es que un niño o una persona mayor las pueda usar sin ningún riesgo. Eso todavía no sucede. Los cruces son complejos. Además debería haber ciclopuentes para que los ciclistas puedan pasar sin bajarse de la bicicleta. Pensando un poco en la campaña contra la pobreza de Lucho Garzón, son los pobres los que más se benefician de este tipo de medidas. Cuando uno mira el costo de infraestructura de una cicloruta contra el costo de infraestructura de un carril vehicular, resulta que una ciloruta necesita 2.80 o 3 metros, mientras que un solo carril vehicular necesita los mismos 3 metros. Entonces si uno logra que el 100 por ciento de la población -porque a eso era lo que se le apuntaba- utilice bicicleta con un costo tan bajo en infraestructura y mantenimiento, se vuelve una alternativa más importante. SEMANA.COM: ¿Esa sería la solución para acabar con este caos? L.C.: No es la solución final, pero ayudaría muchísimo. Todo el mundo tiene que entender que si usa transporte público y bicicleta, la contaminación y la congestión van a reducirse y se va a lograr una ciudad con un nivel de vida mayor.