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Entrevista

"La integración de Latinoamérica le conviene a Estados Unidos"

En su reciente visita a Bogotá, Allan Wagner, secretario general de la CAN, habló con SEMANA.COM sobre la integración suramericana, el TLC con Estados Unidos y la crisis con Venezuela.

María Fernanda Moreno
30 de enero de 2005

La Comunidad Andina de Naciones (CAN) fue creada en 1969 con el objetivo de integrar a sus cinco países miembros (Colombia, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Perú. Pero hasta el momento ha servido para muy poco. Sin embargo, en los últimos meses la CAN firmó con Mercosur un acuerdo de libre comercio que entrará en vigencia este trimestre, y ya están curso las negociaciones para lograr un acuerdo similar con la Unión Europea.

Estos avances se han dado bajo la dirección del peruano Allan Wagner, quien se posesionó en enero de 2004 como secretario general con el propósito de lograr un subcontinente que actúe como bloque para ser más fuerte. Para que 'la unión haga la fuerza'. Por eso, ahora se habla con expectativa de la Comunidad Sudamericana de Naciones, un modelo de integración completa donde todos los países podrán compartir algo más que su comercio. Sobre este y otros temas, Wagner Tizón habló con María Fernanda Moreno, periodista de SEMANA.COM.

La Unión Europea y la CAN están estudiando la posibilidad de establecer un acuerdo de libre comercio.

Sí. En este momento estamos en la antesala de las negociaciones formales del acuerdo de libre comercio. Se ha hecho una hoja de ruta para completar este proceso de negociación, para lo cual se ha conformado un comité, se van a realizar tres reuniones de aquí a fines de año y al final de 2005 se hará otra reunión para evaluar los avances y así dar por concluido el proceso de valoración.

¿Cuáles son las expectativas?

Son muy buenas. Primero porque se trata de una política común de todos los países andinos. Eso fortalece la participación de los países andinos en un contexto de globalización y crea ventajas competitivas a nivel internacional.

¿Cómo está el comercio con la Unión Europea?, ¿qué lugar ocupan los países andinos dentro del comercio que recibe el bloque?

Bueno, allí hay que ver más bien qué lugar ocupa la Unión Europea en nuestro comercio, pues es nuestro segundo socio comercial más importante y en el caso de algunos países, es el inversionista más grande.

¿Y en la otra dirección?

Quiero referirme a una expresión del anterior comisionado de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, cuando dijo que los países andinos unidos estamos en el lugar 32 de los socios comerciales de la Unión Europea y que individualmente no aparecemos en el radar. Eso explica también por qué el interés de la Unión Europea de negociar en bloque, no individualmente con los países.

¿Qué otros resultados han dado sus acercamientos con la Unión Europea?

Hay otra noticia muy positiva que tiene que ver con la entrada en vigencia de un nuevo sistema general de preferencias que se llamará SGP plus, que conserva todas las ventajas del actual. Tan pronto sea aprobado por el concejo de ministros de la Unión Europea, se va a emitir una lista de países elegibles y los cinco países andinos estaremos en la lista. Eso es una buena noticia.

¿Esta relación comercial con Europa podría chocar con el TLC?

De ninguna forma, al contrario. El TLC significa un paso muy importante con miras a estas negociaciones, pues hay un conjunto de temas en los que tanto Estados Unidos como la Unión Europea están de acuerdo.

Pero hay que tener en cuenta que el TLC no se está negociando como bloque, sino que los países lo están haciendo individualmente.

Si bien la invitación de Estados Unidos a negociar se hizo país por país, los logros que se han dado en las negociaciones han sido conjuntos. Además, la normativa que se logrará será común. Lo que eventualmente podrá haber serán algunas pequeñas diferencias en términos de algunos productos que sean más sensibles para un país que para otro. Pero lo que esperamos es que haya un resultado común.

¿Con esa misma idea de integración se logró el CAN-Mercosur?

Sí, aunque todavía está en trámite, se estima que en el transcurso de este primer trimestre entre en vigencia. El acuerdo es muy importante como punto de inicio del proceso de integración económica suramericana que se dará gradualmente.

Y todo esto con el objetivo final del establecer la Comunidad Sudamericana de Naciones, donde los países del subcontinente no estarían unidos solo comercial sino políticamente.

Ese es evidentemente el impulso que tiene esta Comunidad Sudamericana. Hay una decisión política de ir a un proceso de integración completa con el Mercosur, un poco como lo tenemos en la Comunidad Andina. Nosotros tenemos órganos que establecen la cooperación política entre los países. Lo mismo va a ocurrir en el caso de la Comunidad Sudamericana. Pero yo no diría que la Comunidad Sudamericana es exclusivamente un proyecto que busca la unidad política, sino que se basa en tres pilares principales: el de la cooperación política y de desarrollo social, el de la integración económica y la infraestructura y el del desarrollo social. Eso hay que entenderlo como un proceso histórico que no se puede dar de la noche a la mañana.

¿Qué tan fácil será lograrlo?

Este proceso parte de dos realidades: la CAN y el Mercosur. Nosotros tenemos normativas comunes en ambos bloques y lo que se trata ahora es de suramericanizar esas normativas. La decisión de los países es que este proceso avance lo más rápido posible.

En ese caso es inevitable hablar de Estados Unidos y sus supuestos intentos por evitar que Sur América se una en un bloque.

Yo creo que Estados Unidos tiene una prioridad en sus relaciones con nuestros países que es el fortalecimiento de sus relaciones, de la seguridad y de la democracia. En ese sentido, el comercio con nuestros países es importante para contribuir en estos aspectos. En la medida en que se propicien inversiones, se genera empleo, se fortalece la cohesión social y la seguridad democrática. En ese sentido, nosotros pensamos que nuestras relaciones con Estados Unidos serán positivas.

Pero, por ejemplo, cuando comenzaron las negociaciones del TLC se dijo que Estados Unidos quería trabajar por separado con cada uno de los países para sacar ciertas ventajas.

En mi apreciación, fueron los países los que quisieron tener invitaciones separadas. Esto en buena cuenta, por un factor que causaba mucha preocupación en los países: el vencimiento del Atpdea. Creo que de alguna manera los países quisieron tener un marco de negociación conjunto pero flexible, de manera que, llegado el momento y ante el vencimiento del régimen, pudieran hacerse acuerdos individuales. Yo lo comprendo así y creo que el resultado finalmente va a ser un acuerdo conjunto. Y creo que los países se han esforzado mucho en trabajar juntos.

Dejando de lado lo económico, es inevitable hablar de la crisis con Venezuela. ¿Qué papel juega la CAN en la solución? Países como Brasil se han ofrecido como mediadores, pero el escenario natural para que esto se resuelva debe ser la CAN.

Yo creo que sí. La Comunidad Andina busca una integración económica, política, social y cultural. Y en ese camino lo necesario es que los países que están integrándose mantengan entre sí relaciones fraternas, de colaboración y solidaridad. Por eso, la reunión de los órganos del sistema andino de integración que se realizará esta semana será un espacio para que los cancilleres de Colombia y Venezuela puedan conversar.

Por otro lado, el Concejo presidencial andino que se reúne en junio puede llamar a reuniones extraordinarias para fortalecer las relaciones entre los países. Estos son simplemente espacios propicios para que esto se resuelva. Pero este es un tema de carácter bilateral que en este momento se reduce al nivel diplomático y esperamos que se mantenga y se solucione allí.

Pero la CAN también tiene que velar porque se cumplan los tratados y que el comercio no se vea afectado.

En lo que ya me corresponde como secretario general de la Comunidad Andina, mi primera obligación es velar por la aplicación de los acuerdos. En ese sentido, yo debo buscar que todos los compromisos que se han contraído a nivel andino, cualquiera que sea su naturaleza, se mantengan inalterados y no estén sujetos a los vaivenes que pueda haber por las relaciones diplomáticas entre los países. Por eso en seguida sucedió el incidente, yo desde Lima me puse en contacto con ambos cancilleres y busqué que el comercio no se viera afectado. En ese momento se registró una declaración del canciller de Venezuela en la que dijo que la ruptura de relaciones a las que se refería el presidente Chávez era a los acuerdos de cooperación como el gasoducto, pero no a los comerciales.

¿Hasta el final de la crisis el comercio se mantuvo?

Sí.