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La isla de Michael Bay

Martín Franco, periodista de Plan B, habló con el director, los productores y algunos actores de 'La Isla'. Explica por qué no se la puede perder.

Martín Franco Londoño
26 de agosto de 2005

La última producción de Dreamworks, en asocio con Warner Bros, está en cartelera en el país. Se trata de La isla, una película de ciencia ficción y mucha acción que costó 120 millones de dólares y que toca el tema de la clonación humana.

Antes de su estreno, el director Michael Bay y los actores atendieron a la prensa local y mundial en una rueda de prensa en Los Ángeles. Con una serenidad envidiable justificada por las impresionantes taquillas de sus pasadas películas, US $1.750 millones en Armaggedon, La roca, Pearl Harbor y Bad Boys, Michael Bay no se inmutó cuando le preguntaron por la dura competencia que enfrentará su nueva película en esta temporada: "Oigo esa cita cada vez que hago una película. Siempre será un verano competitivo. Si bien nuestra película ha estado oculta en términos de prensa estamos ofreciendo un concepto totalmente original".

La isla se desarrolla en 2019 donde se muestran grandes adelantos tecnológicos y científicos, entre ellos la clonación de adultos. Sobre el tema Bay guarda distancia y sostiene que: "la película muestra a la clonación en un punto oscuro y desatado, estamos clonando adultos y eso sólo ocurre en la ciencia ficción. Por eso no entramos a discutir sobre esos temas, aquí lo que pretendemos es entretener".

Bay, de 40 años, sabe que es presa fácil de los críticos, quienes no soportan sus escenas de persecución, los bruscos movimientos de cámara y rápidos cortes de planos, y sobre todo, las explosiones colosales. Ya está preparado para ser sacudido por ellos pero aclara que La isla, "no es como otras películas de ciencia ficción basadas en simplezas sino que ésta tiene en lo profundo una  historia humana bien aferrada: todos queremos vivir por más tiempo".

Desde el primer segundo La isla posee elementos del estilo Bay. La primera escena se asemeja a los comerciales que hacía para Calvin Klein, en donde presenta encuadres estilizados en un ambiente fresco y con los personajes vestidos de blanco. De repente rompe con el ritmo y bota una serie de imágenes a gran velocidad, asemejándose a un videoclip. El mundo de la publicidad le abrió las puertas de Hollywood y es evidente que aún utiliza sus elementos, aunque asegure que "los comerciales eran sólo una forma para ganar dinero al salir de la escuela de cine".

Otra escena que tiene la marca Bay es la persecución por la autopista. La escena es impactante aunque termina alargándose demasiado, pues los personajes suben a una incontrolable moto voladora que los hace atravesar de un lado a otro unas oficinas, para luego quedar colgados de un letrero comercial en la fachada de un edificio.  

A este proyecto se unió Scarlett Johansson (Perdidos en Tokio) quien interpreta a Jordan Two-Delta, una joven leal e inocente que al igual que decenas de humanos recluidos en un edificio en medio del desierto sueña con trasladarse a La isla, supuestamente el único lugar de la tierra libre de patógenos. La neoyorquina de 21 años no dudó en aceptar el papel. "Me encantan todos los géneros cuando se hacen bien. Algunas películas pequeñas en presupuesto, como Perdidos en Tokio, se tornan grandes. Otras que parecen grandes fracasan miserablemente. No pienso en esos aspectos: sólo lo vi interesante y acepté. Es una buena película". A ella se sumaron Ewan McGregor reconocido por Star Wars y Trainspotting, y los nominados al Oscar Michael Clarke Duncan, el gigante de Milagros inesperados, y Djimon Hounsou el amigo de El gladiador.

Scarlett Johansson tuvo que luchar contra el reloj pues dos semanas antes de iniciarse el rodaje se encontraba en Londres grabando Match Point junto a Woody Allen, y tuvo que exigirse al máximo, pues La isla, su primera película de acción, requirió de un gran trabajo físico. "Cualquier película, sea de acción o de drama, es extenuante. Ésta particularmente lo fue más porque corríamos casi 14 horas diarias y teníamos poco descanso".

Sobre su opinión del tema central de la película tiene sus dudas y no tiene claro qué haría si pudiera tener un clon como Jordan Two-Delta para curarse de alguna enfermedad terminal. "Por fortuna nunca he estado en esa situación, no he vivido esa experiencia, entonces es algo a lo que uno no pueda decir sí o no. Creo que cuando uno está en esa situación cambia todo el pensamiento de lo que creerías que harías cuando eras saludable". 

Si bien La Isla no es la mejor película del momento sí puede resultar entretenida para los que soportan largas escenas de acción, explosiones, choques de carros, vidrios despedazados, y pocas raspaduras para los protagonistas. La primera hora de la película es interesante y muestra una nueva faceta desconocida del director. Logra algo de suspenso y se ve una intención por contar una historia. La segunda parte tiene el sello Bay por donde se le mire, mucha acción pero la historia pasa a un segundo plano. De todas formas es una película pensada y hecha para entretener, nada más que eso.