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Foto AP: La Policía se enfrentó a los estudiantes que marcharon en contra de la reforma constitucional en Venezuela.

VENEZUELA

La marcha de estudiantes en Venezuela terminó en enfrentamientos con la Policía

"¡No a la reforma! ¡Esto es dictadura!", gritaron los estudiantes que marcharon en contra de la reforma constitucional.

23 de octubre de 2007

Información de AP
 
Agentes de la policía metropolitana lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a miles de estudiantes universitarios que el martes marcharon por esta capital para reclamar contras las reformas constitucionales que redactan los aliados del presidente Hugo Chávez las cuales permitirían la reelección "continua".

Pasado el mediodía, los estudiantes se acercaban a la Asamblea Nacional, hasta que en confusos incidentes, los agentes de la Policía Metropolitana arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que estaban en medio de la vía. En el incidente estuvieron involucrados grupos oficialistas concentrados en una calle aledaña, quienes arrojaron piedras y botellas para impedir el recorrido.

Los estudiantes no se replegaron, obligando a retroceder a la policía, quienes inmediatamente después fueron reemplazados por decenas efectivos de la Guardia Nacional con escudos y equipos antimotines, quienes finalmente impidieron un choque directo entre estudiantes y simpatizantes del oficialismo, algunos vestidos con las distintivas camisetas rojas.

Horas antes, los estudiantes comenzaron su caminata rumbo a la Asamblea Nacional bajo una torrencial lluvia, sonando silbatos y coreando consignas tales como "¡No a la reforma! ¡Esto es dictadura!". Periodistas estimaron que la marcha reunió a unos 20.000 manifestantes, pero un diputado oficialista dijo que fue mucho más pequeña.

"Con esa reforma, el presidente va a controlar todo. Su poder casi no tendrá limites", dijo el manifestante Adolfo Rengifo, de 22 años.

La Asamblea, dominada por partidarios de Chávez, considera 67 enmiendas constitucionales, y los legisladores tienen la expectativa de aprobar la nueva redacción este mes antes de someterla a referendo el 2 de diciembre.

Destacando que las autoridades han permitido a los simpatizantes de Chávez en todo momento manifestarse en Caracas, los estudiantes se quejaron de que el martes a la marcha opositora no se le permitió llegar a la Asamblea Nacional.

"Es una evidencia clara de discriminación política", dijo el líder estudiantil Stalin González.

Las radicales reformas darían al gobierno un control total sobre el Banco Central, la creación de nuevos tipos de propiedad que serán gestionadas por cooperativas, y contempla la ampliación del período presidencial de 6 a 7 años, y la reelección "continua", lo que le permitiría al mandatario buscar una vez más la reelección en el 2012.
En la víspera, el Defensor del Pueblo, Germán Mundaraín -- un estrecho aliado del jefe de estado-- instó a los legisladores a reconsiderar una cláusula que le otorgaría al presidente la potestad de suspender temporalmente los derechos al debido proceso en los estados de excepción, que permitiría además la detención sin la mediación de cargos, así como renunciar a otras libertades civiles como la garantía a la información, las cuales están preservadas en la Constitución vigente.

Algunos ejecutivos de medios y los líderes de la Iglesia Católica también han elevado su preocupación. Las autoridades eclesiásticas dijeron el viernes en un comunicado que las reformas "viola los derechos fundamentales del sistema democrático y de la persona".

"Ellos son los que son ahora moralmente inaceptables para nuestro pueblo, para nuestra Iglesia... nosotros los católicos, los cristianos, nos da vergüenza con esos obispos que tenemos...", expresó Chávez el domingo, al referirse a las críticas de los líderes católicos.

En tanto, en una inusual forma de protesta política, los medios de comunicación informaron de que muñecos sin cabeza, en las que se podía leer mensajes como "¡Reforma No!" y "libertad" aparecieron colgados en los postes de alumbrado público en avenidas de Caracas y la ciudad oriental de Ciudad Guayana.

Chávez, quien fue reelegido el año pasado prometiendo un cambio radical revolucionario, ha defendido la reforma afirmando que es necesaria y plenamente democrática para acelerar en Venezuela la transición al socialismo.